Por las escasas rendijas que en el seguimiento de la actualidad deja la tragedia de Japón, se ha colado en la Posada lo que considero una pieza mayor de periodismo. Es la entrevista que Ana Pastor, directora del programa Los Desayunos de TVE, le hizo ayer 15 de marzo, en directo y sin red, al presidente iraní Mahmud Ahmaniyedab. La periodista española, con una valentía y hasta osadía de mucho mérito, no sólo le apretó las clavijas al ensimismado y multiparpadeante mandatario, sino que estuvo a punto de hacerle perder quién sabe si algo más que la paciencia.
El contenido de la conversación, más allá de lo que haya quedado lost in translation (incluido el énfasis del traductor, que parece estar jugándose la vida), no tiene desperdicio. Pero me parece aún más interesante el espectáculo visual y, en concreto, el lenguaje no verbal que los dialogantes intercambian como otra forma de decirse lo que las palabras no pueden ni deben.
Hay, además, un factor que añade dramatismo y hasta suspense: no pierdan de vista el pañuelo que, en consonancia con los usos de la teocracia iraní, cubre la cabeza de la periodista y que poco a poco se va deslizando hasta dejarla completamente al descubierto ante su interlocutor, que quizás llega a advertirla del descuido (minuto 26:18 y 26:25) con una sonrisa nada tranquilizadora.
Todo una lección comunicativa que debería estudiarse detenidamente en las escuelas de periodismo. Es un poco larga para los usos cibernáuticos (algo más de media hora), pero merece la pena. Este es el enlace.*
* Aunque el enlace es correcto, las múltiples utilizaciones han dado lugar, al parecer, a un bucle creando un problema de redireccionamiento. Por eso he incorporado el fragmento final de la entrevista rescatado de YouTube. La entrevista completa se puede ver cortipegando la siguiente dirección:
http://www.rtve.es/alacarta/videos/los-desayunos-de-tve/desayunos-tve-mahmud-ahmadineyad-presidente-iran/1045612/?s1=programas&s2=informativos&s3=los-desayunos-de-tve&s4=
6 comentarios:
Alfredo, siempre atento a la realidad más inmediata, nos traes un momento televisivo difícilmente repetible. "Chapeau" para Ana Pastor. Es verdad que la imagen del pañuelo cada vez más caído, hasta acabar desprendido del todo, añade ese factor de "dramatismo y hasta suspense", que apuntas. Por cierto, ¿sabemos si esta mujer ya está de vuelta en nuestro país? Es que hay miradas (las del presidente iraní) que parecen puñales afilados...
Gracias por servírnoslo tan "apetitoso".
Un abrazo.
Amigo posadero, no va el link...
Desde luego hace falta ser valiente para ponerse delante de un personaje como este fundamentalista iraní.
No me pierdo la entrevista.
Un abrazo, Alfredo.
Gracias Antonio (parece que la periodista pudo salir de Teherán sin complicaciones), Alejo (no veo que haya problemas con el enlace, al final del texto) y Cristal (no te defraudará, seguro).
Realmente me emocionó muchísimo contemplar a esta joven mujer manteniendo la mirada a esa bestia obcecada. Esta entrevista no sólo debiera comentarse en las escuelas de periodismo. También en el seno de la familia. Un saludo muy grande, Alfredo.
Tienes razón, Carlos: la mezcla de valentía y tolerancia que muestra la periodista es digna de imitación..., también en los escenarios de la vida cotidiana de estos tiempos convulsos. Gracias por tu visita, amigo.
Publicar un comentario