martes, 14 de diciembre de 2021

Del Cántico

(Al filo de los días). 14 de diciembre, Festividad de San Juan de la Cruz o Juan de Yepes, para los colegas y presuntos.

Hoy por hoy, a la hipotética pregunta de «cuáles son sus versos preferidos de la literatura mundial», no tendría duda alguna en responder que estos:
¡Oh, cristalina fuente,
si en esos tus semblantes plateados
formases de repente
los ojos deseados
que tengo en mis entrañas dibujados!
En tratar de explicar y explicarme el porqué, ando enredado ahora, y desde hace algún tiempo. Que la palabra ‘ojo’ dibuje tan claramente lo que nombra (congruente, por otro lado, con el hecho de que en hebreo “el Nombre de Dios” se escriba con dos yud ‘ ‘, símbolo de Sus pupilas) y que estos versos contengan una tan clara descripción de lo que pasa (incluso en términos de la relación universo-mente, y desde una perspectiva digamos “cuántica”) es en verdad fascinante. Otra cualidad, por cierto, de los ojos.
Feliz día del Cántico, del Quántico.
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Raúl Carbonell Sala, José Luis Morante y 37 personas más
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lunes, 13 de diciembre de 2021

Tiempo de silencio



En principio,
saber cuántos matices
puede pueden ser dibujados
en la boca de un hombre.

Ser capaces
de soportar el exceso de luz
que rebota en los cuerpos
como un ala inasible
golpeando el cristal de la memoria.

Exprimir los colores:
‘A Noir, E, Blanc, I Rouge…’

Recorrer los delirios o diluvios
donde el joven león
que fatiga la selva
busca en vano guarida
para pasar la noche.

Y en tanto que amanece,
callar
como el suicida
que aguarda la llegada
del surco blanquecino del veneno
a su sangre más íntima
y de antemano asiente
a cuanto la sorpresa de morir
le depare.

Callar
cuando el poema
corra el riesgo de alzarse como fruto
de un músculo tenaz,
acostumbrado.
(De El sol de medianoche, 1988)

DESDE EL ACANTILADO (XVIII)

EL DESTINO DE LA LITERATURA

VISTO DESDE EL ACANTILADO

(XVIII, 312-337)

La música en el castillo del cielo y un retrato de Johann Sebastian Bach bien pudieran ser tenidos por el sueño del rey con sus viajes y mesianismos en el renacimiento peninsular. Por otro lado, el conquistador del mundo, la vida de Genghis Khan, nos recuerda lo ocurrido cuando Europa hablaba francés con los extranjeros francófilos en el Siglo de las Luces. Alarmas y digresiones por el camino de Richter son necesarias para entender a Góngora y poder comprender, de paso, la ciudad y las huellas en el espacio habitado. También hay que dilucidar, semper dolens, la historia del suicidio en Occidente, examinado desde Orestes a Rainer Maria Rilke (el vidente y lo oculto) entre la piel de la frontera y el fin del Homo sovieticus. Las conversaciones con Arthur Schopenhauer, con otros testimonios sobre la vida y la obra del filósofo pesimista, parecen estar pidiendo a gritos: «Contad, hombres, vuestra historia». La contemplación de la última posada de Miguel de Cervantes en los años de Argel puede ser una buena forma de explorar en tierra ajena exilio y literatura desde la Odisea hasta Molloy. En otro orden de cosas, he de confesar que la eternidad de un día y los clásicos del periodismo literario alemán (1823-1934), a mí, señoras mías, me parecen treinta y un relatos del palacio de Fontainebleau; y los diálogos sobre Mozart y las reflexiones sobre la actualidad de la música acaban configurando un a modo de breviario de saberes inútiles, acompañados de ensayos sobre sabiduría en China y literatura occidental. Algunos retratos de mujeres, tienen, como la materia oscura y los dinosaurios, la sorprendente interconectividad del universo. Pensar y no caer por el ojo de una aguja nos permite explorar la riqueza, la caída de Roma y la construcción del cristianismo en Occidente (350-550 d. C.). (Continuará)
(LUN, 898 ~ Desde el Acantilado)
Puede ser una imagen de naturaleza y carretera
Raúl Carbonell Sala, Francisco Caro y 10 personas más
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domingo, 12 de diciembre de 2021

LA ELECCIÓN

Repasada con cierta minuciosidad la prensa del día, el lector de papiros, algo mosqueado con ciertas tensiones gutenbergianas mal resueltas, y del todo noqueado por su muy vasta ignorancia en cuanto a las listas de los mejores libros del año, algo menos en las pelis y completa en series y discos, a fin de disimular su galopante miopía cultural (o lo que sea), decidió elegir como titular invencible del día el que Ana Iris Simón había puesto al frente de su columna horizontal de los sábados: «Más hijoputas que ventanas». ¿No hay ahí, ay, la semilla palpitante de toda una novela, nivola u oveja negra?
El lector de papiros —lo sé de buena tinta— es de esa opinión.
(LUN, 899 ~ De la vida misma)
Puede ser una ilustración de una persona
Benjamin Fernandez Garcia, Chuba Duruba y 11 personas más
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