lunes, 8 de julio de 2019

Cielo goyesco

Foto: AJR, 2019.
(Al paso). Atardecer sobre la Avenida de América, en Madrid. Esa hora en que los cielos velazqueños van mutando hacia cielos goyescos, a su capricho. Ciudad inspiradora.

El Doble

Josep Togores: Pareja en la playa, 1922. Museo Nacional de Arte Reina Sofía.
Aquí empieza la sed del que no duerme: su mecanismo no conoce otra forma de sueño que la fuente.

domingo, 7 de julio de 2019

Boa viagem, João Gilberto


(Audiciones en voz alta). Un “pranto” para acabar con la tristeza. João Gilberto, pura suavidad rítmica, los latidos íntimos de la vida. Obrigado. Boa viagem.

El Irisgayo

Joan Miró: Le coq, 1940. Col. Particular.
Vivir entre colores que se desplazan de puerta a puerta: allá la roja de Tannhäuser, acá la Violeta.
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sábado, 6 de julio de 2019

Días del mes de julio

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Ascensión al Tourmalet en el Tour de 1990. Induráin, en el centro,
flanqueado por Perico Delgado y LeMond. Foto tomada de El país.
Vuelve con la ilusión cada verano
de una epopeya que me compra el alma
esa explosión del músculo, el hechizo
que corona la cumbre y baja al llano.

Yo era niño en los tiempos del Caníbal
y me llené de sangre bajando el Col de Mente.
Vi las sombras peladas de l’Aubisque
y la muerte en directo en Mont Ventoux.
Hay que oírlo, señor, para creerlo,
cómo cuenta el dios Ares la batalla,
con pulsiones que erizan el paisaje.
Y el sudor y los gestos y los gritos,
la elegancia que cruza por la cima:
Luis Ocaña, Perico... e ¡Induráin!
(Esto fue ya hace tiempo. Sin embargo,
el hechizo prosigue. Y sus eclipses).

El genio Suárbol

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Castaño centenario en un bosque gallego, en la comarca de Baralla, en los Ancares lucenses. Foto: Lusco_Fusco.
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De la raíz al cielo, la vida bebe por sus venas de tierra el fundamento. Y por el aire —el mismo aire que respiras tú— el milagro interminable de la luz.
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viernes, 5 de julio de 2019

Juliàn Rodríguez, in nostalgia

julian rodriguez
El escritor y editor Julián Rodríguez,
fotografiado por Bernardo Pérez.
(Lecturas en voz alta). ¿Se puede sentir nostalgia de lo no vivido? Sensu stricto, probablemente no. Tal vez por una razón parecida al fundamento del viejo empirismo: no puede haber nada en el corazón que no haya pasado antes por los sentidos. Pero no encuentro mejor modo de explicar las sensaciones y la emoción que me producen las diversas notas necrológicas (más de una docena) que he leído del escritor, editor y activista múltiple Julián Rodríguez, que falleció de forma súbita y a edad manifiestamente impropia el otro día. No tuve la suerte de conocerlo, aunque sí me crucé alguna vez con él. Al hilo de lo que cuentan sus amigos y colegas, no tener ya la posibilidad de tratarlo me produce una extraña y pegajosa tristeza. Una nostalgia del futuro imposible realmente insidiosa. Quizás algo se pueda remediar siguiendo sus huellas: leyéndolo, indagando. Que la tierra le sea leve