miércoles, 3 de mayo de 2023

LAS IRREALES MAYÚSCULAS

Fragmento de la 1ª de Cubierta de Libro de las M’alicias»
de Miquel Obiols y Miguel Calatayud. Editorial Kalandraka.

Ya muy anciana, Alicia Wonderful casi no recordaba nada de sus aventuras. Solo que una vez hubo un Conejo, una Reina enfurruñada, un Gato evanescente, un copetudo Sombrerero… y tal vez un Lector curioso. Puede que fuera éste quien, finalmente, perdiera la cabeza. Pero ella ¿qué podía hacer? Nada, nada. Todo lo más, volver a tirar contra el tablero el dado… (continuará)

(LUN 393 ~ «Clásicos profanados»)

martes, 2 de mayo de 2023

VERA REPRESENTACIÓN DEL 2 DE MAYO

 

Francisco de Goya : Duelo a garrotazos o La riña, 1819-1823.
Óleo sobre revoco pintado en la Quinta del Sordo y trasladado a lienzo.
Museo del Prado, Madrid.

(LUN, 394 ~ «Al pie de Goya»)

lunes, 1 de mayo de 2023

PROMESAS POR CUMPLIR

Henry Matisse: Dance I (visión preliminar), 1909. MoMA, Nueva York.
Que por mayo era, por mayo… y algo había en el aire que… mientras los viejos resplandores volvían a… y los ingenuos corazones presentían… si aquel deseo unánime no era… o si iban de nuevo a ser… mientras comenzaba a dibujarse en… dando vueltas que algunos pensaban… al reiniciarse la danza donde… conseguían llegar hasta aquel… y su nueva luz.
(LUN, 395b ~ «Por elusiones»)

domingo, 30 de abril de 2023

PROMESAS CUMPLIDAS

Henri Matisse: Dance, 1910. The Ermirtage, San Petersburgo.
Y el algoritmo comenzó la danza.
(LUN, 395a)

sábado, 29 de abril de 2023

Idilios, bombas y serendipias


(En voz alta).
Se juntan en esta página del Babelia de hoy (29.04.23) dos referencias dignas de destacarse. La primera es ese diagnóstico de “un idilio fugaz, pero intenso, entre Corín Tellado y William Burroughs” que el inspirado Max acuña para definir con gran pericia cierto tipo de novela femenina triunfante, y que tal vez podría extenderse a algunos de los inventos narrativos más alabados por la “crítica seria” (signifique lo que signifique…). Y el otro es la reseña que Javier Sampedro hace de la monumental biografía de Robert Oppenhaimer, el padre de la bomba atómica, motejado aquí, sin duda justamente, como el “Prometeo americano”. Como dice Sampedro, la obra es un buen y contundente aperitivo a la película de Nolan que se anuncia para el próximo junio. A la lista de otros posibles padres del invento nuclear del siglo XX cabría añadir, como puso de relieve el otro día el Nobel Sheldon Lee Glashow en su conferencia en la Fundación Ramón Areces, el nombre de Enrico Fermi. En 1934, y por afortunada serendipia, el físico italiano creyó que había encontrado dos nuevos elementos, llamados hesperium* y ausonium*, cuando en realidad tenía en su manos —y en las del jefe Mussolini— el hallazgo de la bomba atómica. Una vez más —y ojalá sea por mucho tiempo—, no hay más remedio que concluir que estamos vivos de milagro.

FULGURACIONES PARA SALIR DE ABRIL

Muñeco ideado, confeccionado cosido
y bordadopor Leonora Carrington.
Tomado de 
masdemx.com

Como caído del cielo —¿de dónde si no?—, en las postrimerías de abril vino a visitarme el Espíritu de la Tinta, tal vez el mismo que hace ya años se manifestara ante mi colega y sin embargo amigo Hari de Veneguera, ahora sumido en lacónica confusión. El Tintado revoloteaba por la casa, en forma de polvillo cabrón, y aquí y allá iba dejando regueros de mensajes subliminales que, no sin grave dificultad y con ayuda de la lupa capitolina, pude reconstruir sobre un pliego de fieltro que heredé de Mestre Elmart, allá en los tiempos duros de Eburia, y que desde entonces guardo por si un interprétame allá estos plomos cuando, como ahora ocurre con cada vez más inopinada indecencia, sobreviene en alguna de sus muchas infaustas suertes el apagón. Lo recolectado esta vez dice así: «Hacerse cargo del darse cuenta, / salir a flote sin salvavidas, / tomar el mando de lo vencido / y, al fin de todo, / como quien cierra tras sí la puerta, / mirar de nuevo al alto cielo / y seguir andando». No es mala retórica, me parece. Me quedo, sobre todo, con el remate. Seguir. ¡Andando!

(LUN, 396)

viernes, 28 de abril de 2023

NOSTRA A LAS PUERTAS DEL METRO

Metro de Alfonso XIII, Madrid.
Este mediodía, al salir con la perra Cleo a dar una paseo antes de comer, me ha dado un vuelco el corazón al descubrir a Nostra al pie de la escalera del metro de Alfonso XIII, muy malamente vestido y —de ahí el susto morrocotudo— en clara actitud de mendigar. A ver, no es que tenga yo nada en contra de una ocupación tan digna como cualquier otra y a la que, tal como a veces se enmarañan las cosas, no hay que descartar por completo como futurible en ningún horizonte vital, salvo en el de algunos mangantes y otros eméritos; pero ver su ejercicio puro y duro en alguien de tanta solera y tanto fundamento como el profeta de la Prospe me ha parecido demasiado p’al body, que se decía antes.
La situación era tan embarazosa, que tentado he estado de hacerme el longuis y escurrir el bulto. Pero como Cleo ha debido de olfatear a quien siempre la trata bien e incluso le da alguna golosina, ha empezado a tirar de la correa en dirección a él y, cuando me he querido dar cuenta, ya estábamos los dos frente a frente.
—¡Halá, colega, tú por acá!
—Hey, Nostra ¡qué sorpresa!
—Ya te veo, parece que te hubieras encontrado a un fantasma.
—Hombre, no esperaba…
—¿Verme así, pordioseando?
—Podías haberme avisado…
Nostra ha guardado sus artilugios de pedir, me ha cogido del brazo y, tirando de mí y yo de Cleo, hemos ido los tres hacia una esquina. Allí me ha hablado en plan confidencial.
—Esto no es lo que te estás pensando, zanguango.
—¡Ah, no?
—En realidad, estoy trabajando. Hago un reportaje para el periódico del barrio.
—Ah, ¿y eso?
—La pobreza por dentro, a ver cómo se vive, cómo reacciona la gente…
—Un experimento, cómo si dijéramos.
—Algo así, vivencias en primera persona.
—¡Nuevo periodismo, ya te digo!
—Bueno, algo de eso hay. Y de la blanca memoria de Tom Wolfe…
No sé si he contado aquí ya que Nostra, antes de trabajar en la Editora Nacional, o quizás en la misma época, hizo estudios o al menos frecuentó la escuela de Periodismo, y de entonces conserva algunas querencias de las que no es fácil oírle hablar, aunque no pierdo la esperanza de que algún día se suelte el pelo. Seguro que tiene en el zurrón experiencias memorables.
—Bueno, majete, os voy a tener que dejar. Que se me hace tarde. Y hoy, además, estoy de luto.
—¿Y eso?
—Es que se ha vuelto a morir Belerofontes y anda por ahí Pegaso hecho un mar de lágrimas.
Salidas de Nostra. No me extraña que en el barrio lo tomen por loco.
(LUN, 397 ~ «La cosas de Nostra»)