Cuadro de autor no identificado. |
Si supiéramos decir lo que decir no podemos y no podemos decir sin decirlo, aunque supiéramos que al decirlo no sabríamos decirlo, ni aunque supiéramos no poder decirlo cuando, al decirlo, no podemos dejar de decirlo en cuanto decimos, que si supiéramos que poder decirlo es sólo la forma en que no podemos dejar de decirlo y no, por no decirlo, podemos saber lo que no podríamos decir aun si supiéramos… Por este galimatías, como vaca sin cencerro, rumiante, va mi mente de uno a otro desconcierto: ramonea y muge libre, vaca sola en el ‘lameiro’ de las vacas de mi infancia y en el contiguo barbecho que este año de descanso ve crecer, como a destiempo, mil florecillas liliáceas… y algún que otro pensamiento. (Si hasta acá llegaste, incauto lector, compadre y despierto, déjame posar mi mano sobre tu espalda: está hecho).