domingo, 25 de diciembre de 2022

DAU NADAL


Per camins de sucre i sal…
Camins de sucre i per sal…
De sal i camins per sucre…
Sucre de i per sal camins…
Sucre i de camins per sal…
Sal de sucre i per camins…
(LUN, 526)

sábado, 24 de diciembre de 2022

UN SECRETO A VOCES

Goya: Chitón, 1799; grabado número 28 de la serie «Los Caprichos». Museo del Prado.

«Chitón», dice, como si no supiera que estamos todos en el ajo, al final de la calle, de vuelta de todo.
Y esperando, siempre esperando.
(LUN, 527 ~ «Al pie De Goya»)

UN SECRETO A VOCES

Goya: Chitón, 1799; grabado número 28 de la serie «Los Caprichos».

«Chitón», dice, como si no supiera que estamos todos en el ajo, al final de la calle, de vuelta de todo. Y esperando, siempre esperando.

(LUN, 527 ~ «Al pie De Goya»)

viernes, 23 de diciembre de 2022

Ser Serrat no se acaba nunca

(En voz alta). A punto de cumplir 79 años, dicen las crónicas que hoy, 23 de diciembre de 2022, Joan Manuel SERRAT Teresa, conocido entre sus amigos como El Nano, y otrora llamado El Noi del Poble Sec, dará en el Palau Sant Jordi de Barcelona su último concierto. Puede ser. Aunque el futuro no está escrito. Y nunca se sabe. Pero lo seguro seguro es que durante los últimos 57 años, desde que en 1965 comenzara su carrera, SERRAT ha estado presente en la música, en la poesía, en la cultura y en la vida española con una vigencia sin parangón, un admirable y generoso ejemplo cívico y una maestría artística incuestionable. Por eso es imposible decirle adiós al maestro. Como bien demuestran las decenas de canciones que forman parte de la memoria colectiva, algunas verdaderos himnos e hitos inolvidables de nuestra educación sentimental, ser Serrat no se puede acabar nunca. Larga vida.


¿Es posible elegir una canción favorita entre las suyas? Muy difícil. Pese a todo, aquí va una de las primeras que marcaron el inicio de una ininterrumpida admiración.




jueves, 22 de diciembre de 2022

AL PASO DE LAS CONSTELACIONES

Cartel en la calle Víctor de la Serna, de Madrid.* 

Señuelos sembrados por la ciudad que marcan rumbos posibles. Aquel ya no tenía otra virtualidad que las de recordarle un nombre admirado, y llevarle por caminos de la memoria tan precisos (o reconstruidos) como los de aquellos días, circa 1976, en los que cada pocos días peregrinaba al cine de la calle Sainz de Baranda (quizás Baranda de nombre) donde se puso la mayor parte de la obra cinematográfica del cineasta italiano, un creador apasionado, comprometido, diferente. Sin duda, un poeta. Aunque ahora alguna de aquellas impresiones le parezcan borrosas, alambicadas o incluso ingenuas. Pero siente aún que hay tantas secuencias inolvidables… «PPP, uno de los nuestros —se dice mientras saca el móvil y hace una foto—; aunque no podremos saber nunca si él nos consideraría de los suyos». Mundo complejo, fascinante, inestable, fugaz (y esto lo digo yo).

(LUN, 528 ~ «De la vida misma»)

*
En torno a él, y a su amparo, fue surgiendo el texto, primero como nota de paso que, mutatis mutandis, y al hilo de alguna precisión narrativa, se transformó en “novela” (LUN). Diversas estancias de una misma (o parecida) pulsión. Como nota particular, acaso curiosa (o eso me parece), anotaré que lo rematé en el parque de Berlín, sentado junto al estanque que acoge los lienzos del muro de Berlín y en el banco contiguo al que aparece en la secuencia de Abre los ojos, la película de Amenábar, en la que Sofía (Penélope Cruz) hace su número de mimo y se reencuentra con César (Eduardo Noruega). Co/incidencias.

LA INVENCIBLE CANTILENA

Página de la Crónica de Nuremberg, de Hartmann Schedel, 1493.
Recrea el motivo bíblico de la destrucción de Sodoma y Gomorra.
En el centro, la esposa curiosa de Lot ya se ha transformado en estatua de sal.

Y así, pasito a pasito, no sin sobresaltos pero aún con afán de juego y ganas de juerga, llegaron al día que tanto quería la mujer de Lot.

(LUN, 529)

miércoles, 21 de diciembre de 2022

LA EVAPORACIÓN (3)

Picasso: El vendedor de muérdago, 1902-1903.

(Solsticio de invierno)
En el último fulcro del año, cuando sobre la espalda decrépita del Tiempo empezaban a balancearse el peso de los días y el platillo de las penas, vimos al niño con el ramito de muérdago en la mano y sentimos crecer la esperanza de que aún fuera posible detener la peor y apenas asumida consecuencia de los trastornos meteóricos que habían comenzado a asolar el mundo: la evaporación de la inteligencia.
(LUN, 530 ~ «Picasso azul»)