miércoles, 2 de marzo de 2022

Miércoles de ceniza


(
Al filo de los días).
A propósito de este miércoles de ceniza, tan especialmente miércoles y ceniza, apenas puede haber nada más preciso que el singular y conocido poema homónimo de T. S. Eliot. Un canto de aceptación del sinsentido de la vida y una oración tensada con todos los sentidos, y acordada con las viejas palabras rituales, a las que el ejercicio de la razón sintiente del poeta logra darle un significado consolador y una belleza íntima y profunda. Ya otras veces me había ocurrido, pero oyendo ahora esta versión, tan hondamente declamada, me han parecido muy nítidos los vínculos con el último Juan Ramón Jiménez, y en concreto con el autor de Espacio, otro de los poemas imprescindibles de la tradición poética en la que seguimos viviendo, reflexionando, cantando. Memento homo…

RETABLO DE FIGURANTES Y ESTAFERMOS...

 RETABLO DE FIGURANTES Y ESTAFERMOS PARA SALIR DE UN FUGITIVO CARNAVAL

José Gutiérrez Solana: Máscaras, hacia 1932.
Fundación Banco Santander, (colección del artista)
Boadilla del Monte (Madrid).

En días oscuros de guerra no era fácil, ni teniendo el volandero humor de Perec, poner en un mismo plano figuras como ‘El antiguo clown de Varsovia que llevaba una vida oscura en el departamento del Oise’, justo al lado de ‘La suegra que cortaba el agua caliente si se iba a afeitar su yerno’, y no muy lejos, figúrense, ‘El holandés que decía que todo número es suma de X números primos’. Claro que, frente a este imbatible trío, sobre cuya convivencia sólo cabe suponer una catarata imparable de incomprensiones y desplantes, se enfilaban, si bien cada uno muy consciente de su propia circunstancia, nada menos que el triunvirato ad hoc integrado por ‘El autor de crucigramas que definió el bacalao: “va empapao, aun seco”’; a su izquierda, “El atomista que leía en los labios del hombre-tronco sordomudo’; y, finalmente, a su diestra, ‘El bandido albanés que cantaba su amor a la star de Hollywood’. Presidiendo la escena, acaso como árbitro in péctore, aunque más bien centrado en su propia misión culinaria, se hallaba ‘El industrial alemán que se empeñaba en asar una pierna de jabalí’. Ni que decir tiene que este último, sin duda muy a su pesar, evocaba la figura animada de aquel galo glotón que ahora mismo se está desbordando, hipócrita lector, de tu acaso un tanto fatigada mente.
(LUN, 819, Perec al paso, 41-47)

martes, 1 de marzo de 2022

MUERTES DE CARNAVAL

Picasso: Guernica, 1937. MNCdA Reina Sofía, Madrid.


Y, desgraciadamente, no era errata.
(LUN, 820)

lunes, 28 de febrero de 2022

En la muerte de Mahmud Sohb



(En voz alta). Me da la impresión de que la muerte del poeta palestino Mahmud Sohb, otrora un habitual de la actividad cultural madrileña, ha pasado casi inadvertida. Que la tierra le sea leve.

DECLINACIONES

Giancarlo Bertini: Sin título, 2018. Col. Privada.

Después de que estallara la broma infinita, y tras atravesar a nado el lago de las sierpes, a los supervivientes se nos obligaba a pasar los no días de espumas y ribetes crepusculares recitando sin cesar la nueva cantinela:

El botón nuclear.
El botín nuclear.
El batín nuclear.
El betún nuclear.
El bastón nuclear.
El butrón nuclear.
El matón nuclear.
El ratón nuclear.
El calzón nuclear.
El cabrón nuclear…
¡Pues vaya! Si esto iba a ser la eternidad, casi preferiríamos la nada.
(LUN, 821)

domingo, 27 de febrero de 2022

GRITO HACIA MOSCÚ

Bloodymir Putin, grafiti de autor no identificado, quizás en una calle de París.


(pintada y acróstico)

¡Por tu madre, Putin, no seas tan hijo e’ puta!
Pon Un Término Inmediato: fiN.
(LUN, 822 ~ De la vida misma)

sábado, 26 de febrero de 2022

X y Z NO SON Z y X

«Ante la gran pizarra». Foto de Paulus NR/123RF.

Al volver sobre sus pasos, el Detective comprendió que, en efecto, alguien lo seguía. Estaba a punto de resolver el misterioso asesinato del profesor de matemáticas, un caso tan complicado que ya era conocido como “El Crimen”, y parecía claro que había gente interesada en que no lograra su propósito. Por eso no se extrañó cuando, nada más doblar la esquina y tras haber desenfundado su pistola, se dio de bruces con aquel individuo mal encarado que lo apuntaba fijamente. El Detective fue más veloz: antes de que su Perseguidor pudiera iniciar un solo movimiento, ya había vaciado el cargador de su Beretta contra él. La gran cristalera de lo que parecía ser una tienda de modas saltó en mil pedazos y, al desmoronarse, mostró en su interior la entrada camuflada del aula de una escuela que había logrado salvarse de la destrucción. Sobrevivía además en ella una gran pizarra en la que, escrito con tizas sin duda también clandestinas, aún podía leerse el siguiente mensaje...

(LUN, 823 ~ Los micródromos de La Posada)