lunes, 27 de diciembre de 2021

Cantil de doble faz

1

Pon la nada de Adán junto al vuelo de Eva
y descansa un momento tu fatiga de siglos,
tu sigilo de alondra que inventó la mañana,
ave del paraíso, para qué te escapaste.
Ese viaje es ahora la mitad de tu vida,
el cantil que contemplas y la sombra que huye,
junto al río, ahí abajo, la ciudad fragmentada
sobre un mapa de arena que cae sin cesar.
Para nada dejaste que volaran tus sueños
con sus fardos de harapos y las manos vendadas,
el museo de cera más antiguo que el ojo.
Pero el ave lo sabe: con sus signos te muestra
cómo viene la luz de la noche borrando
esa línea aún visible que se ve que se va.




2
Una línea invisible detrás del horizonte
deja ver que la luz de la noche se acerca
con los signos que el ave desvela en su volar.
Misterio más antiguo se prolonga en tus ojos,
fondeados de dudas y de momias desnudas,
largos lienzos pintados de animales y sueños.
En un mapa de arena, casi desmoronado
sobre el cauce del río, la ciudad se refleja
con desgana, a la sombra de los hombres que pasan,
encorvados de viento, sobre la tarde gris.
Ave del paraíso, te fuiste y nos dejaste
perdidos a las puertas del alba que no llega.
Sin tu canto, la noche es todo el territorio
y no hay nada ni nadie que nos salve en su vuelo.

lunes, 20 de diciembre de 2021

El sueño



Decía un gran cocinero,
de cuyo nombre
no voy a acordarme ahora,
que el sueño de su vida
profesional sería
el de cocinar
para una sola mesa.

Soy muy afortunado:
esta pasión mía por la escritura
—y, en concreto, por la poesía—
me permite hacer verdad
el sueño
de escribir
para un
solo
lector:
tú.




miércoles, 15 de diciembre de 2021

La mochila austríaca

La capacidad engendradora del lenguaje es realmente de condición bíblica o babélica. A ver si no cómo le explica usted al sujeto paciente que al oír/escuchar (gestos sucesivos) en la radio la expresión «mochila austriaca» se haya puesto en marcha, y por completo al margen de su significado objetivo (cierto tipo de indemnización laboral y modo de organizar las pensiones en ese país), una deriva de sugerencias que, tras situarlo en un fuego de campamento en Hoyos del Espino, allá por 1968 o 69, lo llevó derechito a bañarse en las muy frías aguas del joven Tormes, y luego a participar en una competición escolar natatoria en la que todos sus gestos deportivos se concentraron en el esfuerzo por no perecer ahogado. Y ya desde ahí —tal vez por cercanía de los afilados picos— el dibujo de las ondas verbales se fue abriendo paso hacia las altas montañas, que no en vano es en ellas, entre nieves de mucha duración siempre blanquísimas, donde crece la flor del edelweis, quizás la misma que se nos contó a tantos y se nos puso denoDaDamente como símbolo heroico y algo apolillado de aquella pureza tan sangrante, sumo ideal del joven recio y pleno contrapunto imaginario de las horrendas penas del hiperbólico inferno jesuítico, siempre un poco risible, no se vaya nadie a creer que nos tomamos alguna vez aquello en serio, y mucho más (menos) desde que a aquel condiscípulo luso (de Póvoa de Varzim, por ser exactos), rostro cetrino, dientes de ardilla, ojos voraces, le oímos decir sin asomo de estar hablando en broma: «Eu prefiro ir ó Inferno pra’ pasalo ben ca filla do Diablo». Y puede que el “pasalo ben” fuese algo más explícito y hasta minuciosamente gesticulado. Hay que ver la de cosas asaz peregrinas que caben en un objeto tan común, en el fondo un simple sac-à-dos, como el que portaba sobre sus hombros aquel muchachillo monegasco, Jean-Jacques, que cantándole a su Maman, aunque no ganó el Festival de Eurovisión de 1969, tuvo un enorme éxito, y que ahora, más de medio siglo après, también viene a sumarse al carrusel de ocurrencias y al botín que en su interior escondía la susodicha mochila. Y eso que era sólo austriaca. Si llega a tener la condición de austro-húngara, la cabalgata hubiera sido… imperial, como de plano-secuencia berlanguiano. Seguro.
(LUN, 897 ~ De la vida misma)
Puede ser una imagen de una persona, cielo y naturaleza
Raúl Carbonell Sala, José Julio Sevilla Bonilla y 8 personas más
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martes, 14 de diciembre de 2021

Del Cántico

(Al filo de los días). 14 de diciembre, Festividad de San Juan de la Cruz o Juan de Yepes, para los colegas y presuntos.

Hoy por hoy, a la hipotética pregunta de «cuáles son sus versos preferidos de la literatura mundial», no tendría duda alguna en responder que estos:
¡Oh, cristalina fuente,
si en esos tus semblantes plateados
formases de repente
los ojos deseados
que tengo en mis entrañas dibujados!
En tratar de explicar y explicarme el porqué, ando enredado ahora, y desde hace algún tiempo. Que la palabra ‘ojo’ dibuje tan claramente lo que nombra (congruente, por otro lado, con el hecho de que en hebreo “el Nombre de Dios” se escriba con dos yud ‘ ‘, símbolo de Sus pupilas) y que estos versos contengan una tan clara descripción de lo que pasa (incluso en términos de la relación universo-mente, y desde una perspectiva digamos “cuántica”) es en verdad fascinante. Otra cualidad, por cierto, de los ojos.
Feliz día del Cántico, del Quántico.
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Raúl Carbonell Sala, José Luis Morante y 37 personas más
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