jueves, 4 de marzo de 2021

Quintero entrevista a García

 

(En voz alta). Un paseo por el túnel del tiempo, con algunos rincones todavía interesantes y no pocas incógnitas ya arrumbadas, todo adobado con la facundia amarillista pero estratégicamente significativa de José María García, entrevistado por el Loco de la Colina. «Dígalo Butanito García a grandes voces», escribí una vez en un texto, tal vez un poema, que debe de andar por ahí. Quizás Évole, en su reciente entrevista a Aznar, pudiera haber sacado alguna astilla punzante de lo que aquí se cuenta. En todo caso, un baño de pasado no carente de interés.

Qué vedo


(En voz alta). Interesante a la par que inquietante me parece este artículo del siempre lúcido Javier Sampedro sobre lo que entienden o pueden colegir ciertos entes robóticos cuando afrontan algunas metáforas de un lenguaje con fundamento. Cabe preguntarse si la llamativa ¿errata? en la cita de Quevedo no habrá contribuido al ininteligible resultado de la traducción. No hay que descartarlo. (Especialmente dedicado a mi amigo Pedro Torres, un verdadero lince manchego a la hora de localizar estas menudencias).

lunes, 1 de marzo de 2021

En recuerdo de Angelines Pinto Martín (1962-2021


En recuerdo y homenaje de mi muy querida cuñada Angelines Pinto Martín, que murió el pasado día 23 de febrero (2021) en su casa de Los Narejos, en el Mar Menor. Ayer día 28 depositamos sus cenizas en la tumba del cementerio de Talavera donde reposan su padre y los restos de sus abuelos. Durante años hemos disfrutado de la viveza, la belleza y la alegría de nuestra querida Ángela, también hemos afrontado los difíciles momentos de la enfermedad que al final la ha vencido. Nos toca ahora, apiñados emocionalmente en torno a su hijo Luca y su madre Victoria, con sus hermanos Sagrario y Resty, su sobrina y ahijada Clara, junto con el resto de la familia y con el apoyo de quienes la han conocido, querido y apreciado, la tarea de sobreponernos al dolor y mantener viva su memoria.

Querida Angelines, descansa en paz. Tu luz siempre estará presente en nuestras vidas.

En memoria de Angelines Pinto Martín (1962-2021)



En recuerdo y homenaje de mi muy querida cuñada Angelines Pinto Martín, que murió el pasado día 23 de febrero (2021) en su casa de Los Narejos, en el Mar Menor. Ayer día 28, con Sagrario y Clara, y llenos de dolor, depositamos sus cenizas en la tumba del cementerio de Talavera donde reposan su padre y los restos de sus abuelos.

Durante años hemos disfrutado de la viveza, la belleza y la alegría de nuestra querida Ángela, también hemos afrontado los difíciles momentos de la enfermedad que al final la ha vencido. Nos toca ahora, apiñados emocionalmente en torno a su hijo Luca y su madre Victoria, y con el apoyo de quienes la han conocido, querido y apreciado, la tarea de sobreponernos al dolor y mantener viva su memoria.

Querida Angelines, descansa en paz. Tu luz siempre estará presente en nuestras vidas.

lunes, 22 de febrero de 2021

Donde acampa la muerte

Corredoira en el bosque de Santo Estevo. Foto AJR.


Y ocurre que la muerte es como un pájaro
fieramente neutral
que va trazando signos parecidos
a los cromos de antaño, tan procaces.
Revuelo de hormiguitas y alacranes
y un ángel desplumado haciendo guardia
a las puertas del viejo caserón,
según el testimonio fidedigno y nocturno
de edgar allan poe.
Y risa desterrada en el colmillo
de aquel hermano lobo
que el bueno fray francisco amaestraba
a la sombra del árbol prometido.
Y ocurre que hay un soplo de mal
detrás de cada piedra
y una sonrisa ingenua de niña virgen —suma
de todo el bien del mundo—
en las incitaciones de los acantilados.
Después de tanta historia, cuando pesan
cadenas en los pies y duelen huesos
de andar siempre encorvados
y se aprenden los motivos del hombre en una esquina,
se empieza por dudar, por no saber
a qué carta quedarse.
La locura
es la misma a plena luz del día
que a plena sombra.
El hueco
que nuestros cuerpos dejan
siempre que nos movemos
es indistintamente rellenado
por la flor o la bestia.
Marchamos repitiendo escenas consabidas,
como si fuera el mismo, y siempre uno sólo,
el mismo hombre único
el que viviera todos esos momentos
que después la distancia nos vuelve diferentes.
Y ocurre —siempre ocurre lo mismo,
aunque nos duela—
que al torcer la cabeza con signo indefinido
o en franca negación o aun afirmando,
la muerte, que es a modo de pájaro incesante,
nos vuela por la sangre y nos señala
el sitio.
Y allí nos congregamos.
Donde acampa la muerte no hay estrellas,
pero tampoco tienen las tinieblas su reino.
Allí se rompe el mar, mas de algún modo
la existencia prosigue.
Y es lo mismo la piel que el barro crudo,
se confunden aristas con campanas,
se entremezcla la sangre y la saliva.
Que todos percibimos, donde acampa la muerte,
una escalera neutra:
unos dicen que sube; otros hablan
de un descenso infinito...
Lo probable
es que fluya por dentro de los hombres
un viento encadenado,
una especie de halcón
con blanquísimas alas de paloma.
Que por eso vivamos.

(De Esquinas del destierro, Madrid, 1976)



domingo, 21 de febrero de 2021

De serenos, bares y concursos


Los serenos, toda una institución. Decía una amiga que su desaparición marca un ante y un después en la historia urbana. Tal vez no exagere. Creo que de aquellos personajes de oficios callejeros que tanta presencia tenían en nuestras vidas ya sólo sobrevive —y muy transformado— el afilador. Por otra parte, ¿hay alguna ciudad en España que no tenga un bar llamado El Brillante? Seguro, pero parecería que no. Da incluso para una de aquellas propuestas de un juego al que por mi barrio talaverano llamábamos “Dólar” (por variación de “Dola” supongo) y que consistía en saltar sobre un compañero agachado (“el burro”) mientras se cumplía el requisito pedido por “la madre”: «Nombre de bares. Con cadena». Esta última expresión significaba que no valía pararse a pensarlo. Por cierto, caigo ahora en que ese era el mismo juego que recuperó Chicho Ibáñez Serrador para el primer apartado del Un, dos, tres... Juguemos: a bote pronto, ¿cuál es vuestro nombre favorito de bar? Vale el primero que se os venga a la cabeza. Ahí va el mío: La Playa.