(En voz alta). El Roto (el conciudadano don Andrés Rábago) una vez más en el centro de la diana. Y en tema tan peliagudo como manoseado, por falta quizás de tacto verdadero. Chapó.
A la memoria de mi padre, Antonio Ramos Ramos, que murió al atardecer de tal día como hoy hace 19 años. Anteayer, leyendo el recuerdo de otro hijo a su padre (Javier Reverte, también ya fallecido), recuperé una expresión que se me había desdibujado: “tunante”. Mi padre la empleaba a menudo, siempre con un asomo pícaro e ingenuo en su mirada, quizás con la complicidad de niño grande y algo desvalido que tuvo toda su vida y con su infinita capacidad de ternura, sentimiento y lealtad. Tantos años después, lo sigo echando mucho de menos, aunque cada vez lo siento más cerca. Qué rara es la vida.
(En voz alta). Las relaciones entre las ciencias duras (física, biología), las matemáticas y la poesía es una carrera de largo recorrido que en los tiempos actuales está arrojando conclusiones muy sugerentes y eficaces. No sé si soy capaz de comprender en todos sus extremos este interesante y, por otro lado, muy didáctico texto del poeta y matemático Pedro Poitevin, uno de los más dotados e inspirados cultivadores de lo que, para entendernos, podemos llamar creación ludoverbal, aunque lo “lúdico” haya que entenderlo al menos con la misma seriedad, confianza y placer con que un niño se entrega a sus juegos favoritos. Entre las muchas y poderosas sugerencias del texto, se incluye una traducción de un soneto a Euclides que bien podría haberla firmado JL Borges. Y todo un dédalo de cuestiones que son ya —y lo s3rán aún + en el NoFuture poscibernáutico— temas relevantes de la reflexión creativa, necesariamente autorreferencial pero también transitiva y transevidente de nuestro tiempo. Parte sustancial y mensurable y fórmulABle, por más que inapresable, de la consciencia y su horizonte de sucesos, ahora tan seriamente comprometido por mor de la insidiosa Pandemia. No dejen de prestarle atención.
(En voz alta). Sobre Steiner. Y un subrayado especial para esta frase: «Steiner se pasó la vida tratando de comprender por qué la alta cultura no solo no ha sido capaz de frenar la barbarie, sino que en ocasiones ha sido su aliada». Aún ocurre.
(En voz alta). Casi todo ha pasado por la voz de Jesús Quintero. Y por sus silencios. En el eje de este programa de memorias (un hermoso recuento y homenaje) aparece con Iñaki Gabilondo, que ahora está también de retirada. Dos maestros. Dos modelos. Inimitables. Irrepetibles.