Antonio Moliné: Cartel de Carnaval del Círculo de Bellas Artes, de Madrid, de 1936. |
—Ahora caigo en la cuenta...
—¿Sí? ¡No me digas! ¡Milagro! ¿Y de qué?
—... de que tal vez la última verdadera fiesta de nuestra juventud...
—¡Divino tesoro! ¡Ya ves! ¡Pues no ha llovido!
—...tal vez fuera...
—A ver, a ver... ¡sorpréndeme!
—... tal vez fuera aquel baile de máscaras del Círculo de Bellas Artes de 1984.
—¡Ah, sí!
—Fue el primero que se hizo después de muchos años de interrupción.
—Es verdad. Y todo parecía recién inventado.
—La espléndida escalera.
—El gran salón luminoso.
—Y la alegría de todos. Los amigos. ¡Cristina!
—Sí...Y si no recuerdo mal, se anunció con el mismo cartel que el de 1936...
—¡No me digas!
—Sí, 48 años después, nada menos.
—Claro que de aquello hace ya nada menos también que ¡otros 36 años!
—¡Vaya tela!
—¡Y que lo digas! Da para hacerse unos cuantos trajes...
—Y un montón de máscaras.
Y se miran con sonrisa cómplice, mientras los dos piensan, al unísono, lo mismo del tiempo: eso sí que es un baile
—¿Sí? ¡No me digas! ¡Milagro! ¿Y de qué?
—... de que tal vez la última verdadera fiesta de nuestra juventud...
—¡Divino tesoro! ¡Ya ves! ¡Pues no ha llovido!
—...tal vez fuera...
—A ver, a ver... ¡sorpréndeme!
—... tal vez fuera aquel baile de máscaras del Círculo de Bellas Artes de 1984.
—¡Ah, sí!
—Fue el primero que se hizo después de muchos años de interrupción.
—Es verdad. Y todo parecía recién inventado.
—La espléndida escalera.
—El gran salón luminoso.
—Y la alegría de todos. Los amigos. ¡Cristina!
—Sí...Y si no recuerdo mal, se anunció con el mismo cartel que el de 1936...
—¡No me digas!
—Sí, 48 años después, nada menos.
—Claro que de aquello hace ya nada menos también que ¡otros 36 años!
—¡Vaya tela!
—¡Y que lo digas! Da para hacerse unos cuantos trajes...
—Y un montón de máscaras.
Y se miran con sonrisa cómplice, mientras los dos piensan, al unísono, lo mismo del tiempo: eso sí que es un baile
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