Ilustración de Eulogia Merle. |
(Lecturas en voz alta). «Un ojo en el suelo y otro en el cielo» era, al parecer, un lema que Fra Angélico, el más dulce e íntimo de los artistas del temprano Renacimiento, empleaba para explicar su trabajo. Tuve recientemente ocasión de visitar la muestra organizada por el Museo del Prado para presentar la restauración de la Anunciación. Lo hice en compañía y de la mano de Javier Serrano, buen conocedor del arte y sus interioridades, como destacado pintor e ilustrador que es él mismo, y en la conversación que fuimos manteniendo salieron a relucir, en su mayoría enunciados por mi amigo, algunos de los aspectos que Martín Garzo aborda con tanta claridad y belleza en este artículo, y en especial los relacionados con el mundo de lo sagrado, su alcance y significación en la obra de los “artistas de fe”, la validez y transcendencia de ese impulso en nuestro tiempo, el valor de la visión poética como medio de conocimiento y las relaciones del arte con la verdad, entre otros asuntos. Excepto por el título (que me parece de un efectismo simplón) y la excesiva y acaso confusa insistencia en el mundo de las hadas, el texto del escritor vallisoletano es de una gran finura e inspiración. Una muestra más de su honda delicadeza expresiva. No se lo pierdan.