martes, 26 de febrero de 2019
Lucha de dr(ag)ones
Visiones en voz alta, 📺15). No soy fan, ni siquiera seguidor, de «Juego de tronos», pero si me gusta curiosear al buen tuntún entre sus capítulos y, grosso modo, estoy al tanto de sus enrevesadas peripecias, aunque me cuesta trabajo ubicar con precisión a cada ficha-personaje en el tablero-mapa de un mundo tan fantasioso como complejo y acaso incoherente. De esto último, de la pérdida de verosimilitud dentro de la fantasía, es de lo que al parecer se quejan los acérrimos en relación con los últimos capítulos, que sí he seguido y, además, fascinado ante el despliegue de lo que para mí es el principal mérito de la saga: sus espectaculares, hiperimaginativas y superasombrosas batallas, un prodigio de técnica y plasticidad que apenas tiene parangón en la historia visual de nuestro tiempo. Fue un hito la presentada en el último capítulo de la sexta temporada (¿o era la quinta?) y lo está siendo en lo que llevo visto de la séptima. En esta, por cierto, el protagonismo de los dragones está alcanzando tal grado, que no me extrañaría nada que al final lo más relevante de esta épica historia de hielo y fuego quede resumido en un combate entre las fuerzas del bien y del mal —sin olvidar los jugosos tramos claroscuros— encarnadas en un ejército de criaturas voladoras que acaben convirtiendo el cielo digital del planeta en un gigantesco «juego de dr(ag)ones», toda una metáfora anticipatoria de un no descartable futuro bélico. Puede que, en el fondo, magia mediante, sea una forma de conjurarlo.
En la calle
Umberto Boccioni: Visiones simultáneas, 1911-1912. |
—¡L’echo aposta, l’echo aposta!
—Eso es porque tú t’has liao con la Karen...
—¡Y yo con to’ mi pedo durmiendo!
—Ahí ya sí que le puedes echar completamente la culpa al Luis: l’has cagao.
Y seguían platicando. Los robots.
—Eso es porque tú t’has liao con la Karen...
—¡Y yo con to’ mi pedo durmiendo!
—Ahí ya sí que le puedes echar completamente la culpa al Luis: l’has cagao.
Y seguían platicando. Los robots.
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lunes, 25 de febrero de 2019
Non serviam (ilustrado)
Todo nombre encierra otro. Tienda en Toledo. Foto AJR |
(Emoticoneto)
Me brotan los sonetes como 🍄 🍄
y eso que aún no ha 🌧. Cleo (🐕)duerme
con su 🦆 estirada y sale indemne
del 💤 de la vida. Hay un etcétera
y eso que aún no ha 🌧. Cleo (🐕)duerme
con su 🦆 estirada y sale indemne
del 💤 de la vida. Hay un etcétera
flotando en el 🛋 y en mi cabeza
un 🥁 que me arrastra hacia la leve
frontera oscura de la 💡 que muere
igual que el eco de una 🗣. Despierta,
un 🥁 que me arrastra hacia la leve
frontera oscura de la 💡 que muere
igual que el eco de una 🗣. Despierta,
con su 🌀 creciente, el sortilegio
del decir puro y el sentir sin 🎼 🎼
de utilidad cualquiera y aun sin ⚖️
del decir puro y el sentir sin 🎼 🎼
de utilidad cualquiera y aun sin ⚖️
que se pueda tasar. Es una 💫
dibujada en la 🛁 de un instante
tan sólo por amor de lo que 🦅.
dibujada en la 🛁 de un instante
tan sólo por amor de lo que 🦅.
Sacarina (cosa fina)
Francisco Ibáñez: «El Botones Sacarino del “Aullido Vespertino”». Primera historieta del personaje, publicada en la revista DDT (número 628, del 27 de mayo de 1963). |
Cada vez somos menos los que estamos atados a algunos nombres. Y menos todavía los que nos resistimos a la tontería galopante del doble género. Así que, capullettis todos, comiqueros rampantes, no os equivoquéis con mi nueva indumentaria nominal: sigo siendo el botones Sacarino, del “Aullido Vespertino”. Y en cualquier momento la vuelvo a liar.
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domingo, 24 de febrero de 2019
Amigas viejas
Miquel Barceló: Porto Colom, perill de mort, 1989. Cartel de denuncia de la degradación ambiental de Mallorca. |
Dime, boca, con quién te andas cerrada y en quién eres no entran moscas diré.
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sábado, 23 de febrero de 2019
La metamorfosis
José Benlliure y Gil: La visión del Coliseo. El último mártir (fragmento), 1885. Museo del Prado, Madrid. |
No supimos nada de su verdadera condición hasta que un día, tras un pequeño seísmo, se abrió una grieta en la cueva y penetró por ella un surco de luz que, al dar de lleno en su bulto oscuro, lo transformó en una especie de antorcha y lo lanzó hacia el exterior, convertido en una blanca ráfaga zigzagueante, y no volvimos a verlo. Alguien dijo que se llamaba Lucifer, pero nunca ha habido quirópteros con ese nombre.
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viernes, 22 de febrero de 2019
In Paradiso
Piero di Cosimo: Retrato de Simonetta Vespucci, h. 1480-1490. Musée Condé, Chantilly (Francia). |
L E V E
E D A D
V A L E
E D E N
(4 x 4)
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