miércoles, 2 de abril de 2014

Rosa de Luna


La mano de la luna sostiene una rosa roja junto al mar.
Su delicada firmeza, a vista de las aguas, es una oración muda.
Un salmo visual que nos deja a este lado de la vida
el rastro perdurable de las olas, los días y los sueños,
las pisadas del dios de la belleza
y la parca aventura de buscarle sentido
a lo que ocurre, y duele, y también pasa.

(Para Luna Miguel, con otra rosa)


Imagen: Luna de Los Escullos, Cabo de Gata. 
© José Luis Navarro Cabo, 2014.

Leer, imaginar


Un voraz monstruito arlequinado invita a llenarse la cabeza de castillos en el aire, desde el cartel con que este año se celebra, coincidiendo como siempre con el nacimiento de Andersen, el Día Internacional del Libro Infantil. El título del volumen que la criaturita devora con indisimulado placer lanza una consigna que tiene su miga: «Imagina las naciones a través de la historia». Un mensaje que probablemente resuene de forma diferente según donde se lea, pero que en todo caso pone el acento en el carácter imaginario de la realidad. O por decirlo de una manera menos rotunda: en el hecho de que un ingrediente básico de la vida es la imaginación. Una capacidad, por cierto, que funciona en cualquier soporte, formato o ubicación. Lo único que resulta imprescindible es alimentarla. Y para eso la lectura es la mejor dieta.
Este año el país encargado de hacer visible la celebración es Irlanda. El cartel es de la ilustradora Niamh Sharkey, mientras que el mensaje dirigido a todos los niños del mundo ha sido redactado por la escritora Siobhán Parkinson. Puede leerse aquí.


lunes, 31 de marzo de 2014

Paz


Hoy, como es sabido, el poeta Octavio Paz hubiera cumplido cien años. Sus palabras, el universo sin límites que en ellas se encierra y que me acompaña desde hace más de cuatro décadas (exactamente, desde 1973, según reza una nota manuscrita en una Antología general de la poesía mexicana, de Bruguera, donde leí por primera vez algunos poemas suyos), aún está lleno de extensas regiones inexploradas, de semillas ocultas en cientos de páginas puestas a buen recaudo a la espera de ser deletreadas. Esa es una de las mayores esperanzas que el tiempo nos ofrece: el consuelo y la alegría de poder seguir leyendo a Octavio Paz.
Gracias, maestro, por los nombres habitados.

Fotografía © Efe, tomada de aquí.

martes, 25 de marzo de 2014

Sesenta (palabras mayores)


Vida  muerte  piel  pájaro
madre  amor  luz  desierto
bosque  azul  noche  sueño  lumbre
viento  duda  asombro  piedra
nombre  misterio  sí
danza  hierba  alegría
río  silencio  lluvia
aliento  paz  mirada  
tristeza  corazón
música  extravagancia
vuelo  sospecha  levedad  estrella  cuerpo
mujer  canto  inocencia
fulgor  oscuridad
tiempo  miedo  deseo
mar  sol  memoria
mañana  territorio
agua  caricia  
claridad  espacio
inteligencia  tierra  instinto
amiga  soledad


***
Hoy, 25 de marzo de 2014, cumplo sesenta años. Muchas gracias. En estos últimos días he estado eligiendo (o dejándome ser elegido por) otras tantas palabras que, a modo de candelillas, me sirvieran para señalar una ocasión que no habrá de repetirse. Y este es el resultado. Como casi todo, provisional. Seguramente, voces intercambiables, en más de un sentido. Y fieles al tópico: no están todas las que son, aunque sí... etcétera. Palabras que, una por una, puedo asociar a momentos precisos del pasado que reverberan en la conciencia del presente, tan fugitiva. Supongo que, vistas de perfil, ofrecen un retrato bastante realista de lo que me imagino que soy. Al mirarme en ellas, no acabo de reconocerme, pero sé que forman parte de mi vida. Que, en cierto modo, son mi vida. Ojalá que su luz no se apague.


Imagen superior: Agencia EFE



domingo, 23 de marzo de 2014

El clásico


LA ERA RESACA ACÁ SERÁ REAL


[AJR, 6:22; Palíndromos ilustrados, XXXVI]

***

[Este es el clásico palíndromo que, a pesar de pronunciarse de igual modo en las dos direcciones, tiene un significado tan abierto que por él puede colarse casi cualquier interpretación. ¿Qué querrá decir esa extraña «era Resaca»? ¿Tendrá acaso la misma categoría que otras «épocas históricas» santificadas por la prosa deportiva, como la «era Guardiola» o la «era Mourinho»? (dicho sea esto último sin ánimo de meterle el dedo en el ojo a nadie). No lo sabemos. Lo que sí parece claro es que, sea cual sea el resultado de la última dosis de gran circo que el país está a punto de inyectarse en vena (¡y que no falten!), la frase supersimétrica puesta al pie del césped del Bernabéu contendrá una verdad capaz de contentar al más forofo, de uno u otro signo. O a ninguno. Que viene a ser lo mismo. Y es además la gracia de la pasión neutral, je, je. Pero sobre todo será cierta, tras el paréntesis masivo de la ilusión redonda, en el retorno a la resaca real de cada día.]

viernes, 21 de marzo de 2014

El gozne


Esta conocida fotografía, obra de Adolfo Suárez Illana, que hace unos minutos anunciaba el apagamiento de su padre, es el mejor resumen de toda una época. Hoy también subraya la humanidad, la grandeza y el trágico destino de una vida. El hombre en el que ninguno creíamos, al que muchos nunca le perdonaron «traiciones» en una u otra dirección, ha acabado convirtiéndose en un modelo a imitar y en el gran artífice de la más larga etapa de libertad democrática vivida en estas tierras. Su legado es un gozne sobre el que de algún modo deberá volver a girar la política de este país, si no queremos que el edificio se venga definitivamente abajo.

jueves, 20 de marzo de 2014

El poema de la iguana por la noche



En uno de esos encuentros tan azarosos como felices que el zapeo nocturno me regala, pude volver a ver esa joya llamada La noche de la iguana, una de las varias obras maestras de John Huston. Lo cierto es que apenas recordaba nada de la historia, salvo quizás la ira alucinada de Richard Burton y algunas secuencias del viaje en autobús, que además en mi memoria tienden a solaparse con otras de una de las películas mexicanas de Buñuel. Así que pude disfrutar, como si fuera la primera vez, de un drama apasionante, de unos diálogos que tienen toda la fuerza del mejor teatro de Tennessee Williams (incluida cierta propensión al efectismo melodramático) y del poderoso combate interpretativo entre dos actores soberbios, el citado Burton y la gran Ava Gardner, quienes al parecer llevaron a sus papeles algo más que la carne de la ficción. Dentro de las diversas historias que con tanta maestría se atan en la película, una de las más hermosas es la del viejo poeta (Cyril Delevanti) que recorre el mundo en compañía de su nieta pintora (Deborah Kerr) y que ha estado toda su vida persiguiendo un poema (el poema) que por fin logra capturar en una noche especial, definitiva. A ese instante corresponde esta secuencia, que es un placer compartir en su doble versión. Un momento de emoción pura lleno de palabras necesarias.