martes, 11 de julio de 2017

Tuits sobre Twitter (8)


[141] A veces tengo la impresión de que Twitter no es más que otra forma de ver televisión. Y a menudo, incluso la misma. (30/7/16)

[142] Y temer que pueda perder el hábito de pensar que, al llegar la hora de volver a ver y comprender, no sea ya capaz de hacerlo (diez acciones). (31/7/16)

[143] No es fácil estar seguro de que un gesto cualquiera —por ejemplo, este— no esté contribuyendo al ensordecimiento global. (7/8/16)

[144] Un metatuit, como bien indica su plural irregular, es todo tuit que trata de no perder de vista que  pende de un Hilo. Y que nunca sabe si llegará a la meta. (11/8/16)

[145] La mayor dificultad de escribir en Twitter es la de aprender a sortear las trampas significativas que nos tiende el autocorrector. (15/8/16)

[146] «furu ike ya / kawazu tobikomu / mizu no oto» (Matshuo Basho). No hay que descartar que Twitter sea el nuevo «viejo estanque», amigas ranas. (17/8/16)

[147] Creía que el pájaro era el símbolo de Twitter por (a)mor del trino. Acabo de darme cuenta de que lo es por el picoteo. (18/8/16)

[148] Por más que esfuerces, siempre habrá en la lógica de Twitter algo incomprensible. Si no te esfuerzas, ¡figúrate! (4/9/16)

[149] El mayor coraje de escribir en Twitter está en tener la libertad de espíritu suficiente para rendirse sin reservas al autocorrector. (7/9/16) (Variante complementaria de 145)

[150] Twitter no hace sino confirmar una de las más viejas sospechas del oficio de vivir: el mundo es sobre todo una gran casa de citas. (8/9/16)

[151] La melancolía me hace confundir a veces el sonido de los retuits con los latidos de mi corazón. Si seré Franknetstein... (8/9/16)

[152] ¡Hay que ver la cantidad de gente interesante con que te cruzas en Twitter! Lástima que apenas se detenga el carrusel. (20/9/16)

[153] Dilo de forma que parezca que se hila solo. O aun mejor: que lo teje quien lo lee. En esto estriba la condición arácnida de esta red. (18/10/16)

[154] La gran paradoja de Twitter tal vez sea descubrir que detrás del carácter 140 se extiende el vasto territorio de Facebook. (25/10/16)

[155] Entre la engañosa facilidad de la brevedad y el arduo desafío de la concisión, todo buen tuit debe probar el doble filo de su sílex. (30/10/16)

[156] Y una vez bien agarrado el sílex, ¿qué podemos hacer sino esculpir cada palabra como si fuera a ser eterna? (1/11/16) 

[157] Si los tuits fueran teselas, el Infierno sería un inmenso mosaico. (7/11/16)

[158] ¿Por qué las llaman «sociales» si ni siquiera son «redes»? ¿Y por qué les dicen «redes» si ni aún a «cañas» llegan? (8/11/16)

[159] Por mucho que te pares a pensarlo, esto no ha ocurrido nunca antes. Si no te paras, tampoco ocurrirá ahora. Piénsalo. (10/11/16)

[160] Lo diré claro: «#Nada nuevo #bajo el sol». Lo #1 para disentir un poco de Heráclito. Lo #2 por mera costumbre en este mundo sublunar. (14/11/16)


********Desde que me di de alta en Twitter, allá por enero de 2015, he ido dedicando algunos de mis tuits a reflexionar  y bromear sobre el propio carácter de esa red social como reflejo de mis tratos con ella. Es una sección que llamo «metatuíteres» (me hubiera gustado llamarlo «tuiterías», pero el nombre ya estaba "cogido") y que, si bien algo olvidada últimamente, todavía mantengo activa. He creído conveniente reunir y recuperar ahora, en entregas sucesivas, esos "trinos", más que nada para tenerlos a mano y disponibles en un espacio, como el del blog, que me parece menos vertiginoso y menos volátil, al menos mientras los ciberpiratas, en cualquiera de sus encarnaciones, nos den tregua. Al trasladar los textos, he aprovechado para editar algunos de ellos y hacer leves correcciones. También he añadido enlaces -generalmente, vídeos- que pueden servir para matizar o ilustrar las ocurrencias.  En todo caso, he procurado mantenerme fiel a la intención original y me he ceñido, salvo alguna excepción, al tórculo de los 140 caracteres.



viernes, 7 de julio de 2017

Óbolo ó lobo


Dalle unha esmola, muller,
que bastante disgracia ché
ter que andar fungando
toda a noite.

Ilustración de una edición de Caperucita, de autor desconocido, 
tomada de aquí.

miércoles, 5 de julio de 2017

Cinemagias (1-10)

Cinemagias: diversos momentos de la historia del cine que conservo en algún lugar del disco duro de mi memoria cinéfila y que, gracias a la facilidad que nos brindan las  nuevas tecnologías, se pueden disfrutar y compartir. Es una sección de mi muro de FB que iré copiando al blog, a modo de archivo. 
  
(1). E la nave va. Nuestro disco duro, eso que antes se conocía como alma, está lleno de pistas por las que nos deslizamos a la vez que nos permiten seguir el camino de vuelta a casa. Las que llegaron a nuestro interior a través del cine son muchas, tan inolvidables como a veces imprecisas. Gracias a los poderosos artilugios de memoria externa con que hoy contamos, es muy fácil recordarlas, localizarlas y revivirlas compartiéndolas. Nunca será lo mismo, pero tal vez sea nuevo. ¿Qué tal si comenzamos con un concierto a bordo? E la nave va...



(2). El pantano de las ánimas. Para empezar por el principio (o casi) en esta sección recién iniciada en FB, no tengo más remedio —ni niego que sea un placer algo ensimismado— compartir una vieja entrada de mi blog. Algunos vamos siendo ya tan remotos que hasta ciertas estancias de la Red forman parte de nuestra leyenda. Y sí, lo reconozco, con Gastón Santos y a lomos de «Rayo de Plata» empezó todo en mis tratos con el cine. Y, curiosamente, también la primera certeza de que Internet me (nos) podía cambiar la vida. Para entenderlo, leer y ver. Y viceversa.



(3). La muerte de Mikel. No diré que esta interpretación de La Otxoa en La muerte de Mikel es lo que más me ha gustado de la revisión de la película..., 33 años después de su estreno. Pero tampoco lo desmentiré. Me limito a compartirla. ¡¡Aúpa Athletic!!



(4). Rachel's song. El momento más íntimo de Blade Runner, con las notas más románticas de Vangelis. Y el amor como reconocimiento. En octubre se estrenará la segunda parte. Tan esperada como temida.



(5). El viaje a ninguna parte. «¿Quién de ustedes se atreve a decir un párrafo?» Esta frase desencadena una de las secuencias más divertidas, y a su modo también más reveladoras, del cine español. Es, sin duda, el momento culminante del drama de los últimos cómicos que nos cuenta El viaje a ninguna parte: el encontronazo entre dos mundos, la decepción inmisericorde de la realidad. Junto al inspiradísimo trabajo de los actores principales, hay que destacar la presencia de «figurantes con frase» de lujo: Carmelo Gómez, Óscar Ladoire, Tina Sainz, entre otros. Una pequeña gran joya. No por muy conocida, menos Imprescindible.



(6). Deliverance. Uno de los «duelos» de película más inolvidables no tiene lugar entre pistoleros, samuráis o boxeadores, sino entre un banjo y una guitarra. Ocurre en Deliverance, la asfixiante y extraordinaria película (1972) de John Boorman, que dura en nuestra memoria, entre otras cosas, por esta secuencia.



(7). Dreyer. Ordet. La palabra que sana incluso de la muerte. Una escena, más que mítica, sagrada. El hombre, el reloj, la niña, la familia, la muerta (... tal vez sólo en un singular estado cataléptico). Johannes el loco. Y su fe. Y el milagro de la vida. Única. Probablemente, su tiempo aún no haya llegado. Irrepetible. Y sí: es un spoiler brutal, pero ojalá sirva para estimular su conocimiento completo. No hay nada parecido —salvo algún que otro «momento Dreyer» y ciertos remedos aquí o, sobre todo, allá— en la historia del cine.



(8). Smoke. Una de mis escenas preferidas de Smoke (1995), la inolvidable película de Wang-Auster, es este diálogo de amigos en torno al álbum de fotos que el estanquero y fotógrafo Auggie Wren (Harvey Keitel) le muestra al escritor Paul Benjamin (William Hurt), al tiempo que le explica la filosofïa de su «proyecto artístico», consistente en intentar zafarse de la mezquindad del paso del tiempo dándole su propio peso a cada instante. No es difícil suponer que la situación imaginaria de ambos personajes esté reflejando la relación entre el escritor y el cineasta responsables del film. Aunque también puede ser que las similitudes de fondo sean sólo fruto de la música del azar. En todo caso, qué envidia esa complicidad entre amigos y la naturalidad de esas conversaciones en las que las personas se implican completamente. Y qué diferencia el peso de la fotografía, ahora tan banalizada, en nuestras vidas. Otra peli, ya digo, inolvidable.



(9). El Sur. En el cine de Víctor Erice me resulta difícil elegir secuencias favoritas: todo él, incluso sus cortos y mediometrajes (algunos vistos en museos), me parece tocado por la genialidad. Pero, puestos a seleccionar, me quedo con un momento de El Sur: este pasodoble de primera comunión entre padre —qué creíble la tristeza de Omero Antoniutti en su personaje dolido y reticente— e hija —una luminosa Sonsoles Aranguren, en su casi único papel, aunque ha seguido vinculada al cine desde la parte técnica. Una secuencia cuyo rodaje, según ha comentado Antoniutti, duró todo un día.
Como estamos en el mes de mayo, tradicional mes de comuniones —de la mía hizo hace bien poco 11 lustros de nada—, la magia, además de en el cine, está en el aire. Y en un recuerdo curioso: los niños de mi generación solíamos hacer la comunión el año que cumplíamos 7, que era cuando, según los cálculos de la épica de la época (aprovecho la errata), nos sobrevenía el «uso de razón». Un supuesto, a todas luces, más que fantasioso, irremediable: era preciso crecer rápido.
Del terror que podía esconderse bajo el aparente candor de esa fecha tal vez hable otro día. Incluso con el cine de por medio.

(10). La cinta blanca. Vuelve Michael Haneke a Cannes, y a mi memoria la película de entre las suyas que más impacto me produjo: La cinta blanca. Esta escena es, probablemente, la clave secreta —en sentido hermenéutica pero también "constructivo"— de la dura y lúcida indagación sobre la naturaleza del mal que el cineasta lleva a cabo con gran valentía. Reitero, además, el comentario que escribí en su día en este blog.


(Publicado inicialmente en Facebook)

martes, 4 de julio de 2017

Tuits sobre Twitter (7)


[121] La cara que se le queda a 1 cuando trepa por la escala del Twíttere y descubre que al final del hilo no hay nada, nadie.

©AJR, 2017.
[122] En cada tuit publicado son más o menos visibles las huellas de los senderos verbales que han ido quedando al margen del camino. (12/2/16)

[123] El primer lector de cada tuit es siempre el jodío enano corrector que no deja de sugerirnos los más hermosos disparates. (12/2/16)

[124] Tuit, tac, tuit, tac, tuit, tac. tuit, tac, tuit, tac... ¿Es posible que está sea también la forma de latir del corazón? (21/3/16)

[125] Y entonces me dijo: «(-:) cosas mías (-:)». (21/3/16)

[126] La redes sociales no son más que una variante de los viejos aparejos de pesca. Y también aquí, por la boca muere el pez. (1/4/16)

© @TitiriteroPRD.
[127] Que nadie se confunda ni se olvide: detrás de cada tuit suele haber un t(u)ítere. Y a veces también un t(u)itiritero. (6/4/16)

[128] (Tradicional). «... si no fuera por un tuit que le cantaba al albor. // Cayó en las redes del Feisbuk y ya nunca más trinó». (10/4/16)

[129] Los novísimos y singulares pronombres de la gramática enred@d@: yo meme conmigo, tú tuit-tuit contigo, él selfi consigo... (20/4/16)

[130] Un corral de gallinas, con cacareos viudos por todas partes y un tremendo guirigallo: eso me parece Twitter esta mañana de mayo. (2/5/16)

[131] Siempre que voy a escribir un tuit se me viene a la cabeza la parábola del sembrador. La parábola, la parabólica y la duda. (8/5/16)

[132] Todo tuit bien pensado es un iceberg. Sólo muestra una pequeña parte visible. Y siempre está a la espera de un Titanic. (26/5/16)

[133] Un soliloquio de múltiples voces en donde a menudo es incluso difícil reconocer cuál es la propia: así es Twitter, esa feria. (12/6/16)

[134] A veces, al intentar salir de Twitter, siento el mismo pánico que cuando de niño, en el Ferial, no lograba abandonar el laberinto de espejos. (12/6/16)

Tomada de aquí.
[135] Con las primeras sombras, la nube de hashtags parece una plaga de feroces vampiros en busca de tinta fresca. (12/6/16)

[136] A menudo las Redes Sociales no parecen tener otro fin que el de dar un golpe de Estado e implantar la memocracia. (12/6/16)

[137] Fórmula magistral: meta en un renglón la cantidad justa de inventiva y docena y media de palabras peladas. Enter. (4/7/16)

[138] Quienes carecemos de imaginación no tenemos más remedio que inventarnos la realidad. (9/7/16)

[139] Esto va tan deprisa deprisa, que no tardará en haber tuits que se adelanten al acontecimiento (si es que no ocurre ya). (10/7/16)

[140] [Deberían creerme si les digo que, pese a las apariencias, este tuit está en blanco para evitar la exacta redundancia.] (13/7/16)


*******Desde que me di de alta en Twitter, allá por enero de 2015, he ido dedicando algunos de mis tuits a reflexionar  y bromear sobre el propio carácter de esa red social como reflejo de mis tratos con ella. Es una sección que llamo «metatuíteres» (me hubiera gustado llamarlo «tuiterías», pero el nombre ya estaba "cogido") y que, si bien algo olvidada últimamente, todavía mantengo activa. He creído conveniente reunir y recuperar ahora, en entregas sucesivas, esos "trinos", más que nada para tenerlos a mano y disponibles en un espacio, como el del blog, que me parece menos vertiginoso y menos volátil, al menos mientras los ciberpiratas, en cualquiera de sus encarnaciones, nos den tregua. Al trasladar los textos, he aprovechado para editar algunos de ellos y hacer leves correcciones. También he añadido enlaces -generalmente, vídeos- que pueden servir para matizar o ilustrar las ocurrencias.  En todo caso, he procurado mantenerme fiel a la intención original y me he ceñido, salvo alguna excepción, al tórculo de los 140 caracteres.



miércoles, 28 de junio de 2017

Árbol arriba


La sangre es savia y sabia.
Sangre es sabia y la savia.
Es sabia la savia y sangre.
Sabia y es sangre la savia.
Y es sangre sabia la savia.
Sabia savia y es la sangre.


(Dado en son de paz y con esperanza).

martes, 27 de junio de 2017

Tuits sobre Twitter (6)

[101] Será el cambio de hora, pero no hago más que leer una y otra vez los mismos tuits. Desde el principio: Tuits dálmatas. (22/10/15)

[102] Muy pocos tuits, acaso ninguno, llegan a la meta. En su condición de cometas o títeres, les falta cuerda o siempre están pendientes de un hilo. (25/10/15)

[103] Un inicio suave, lenta aceleración sin derrapar, una patadita a tiempo y rush final con algo de broma: eso es un tuit. (29/10/15)

[104] Y la mezcla de asombro y de pereza, sin excluir el estupor, cuando algo comienza a ser tendencia en Twitter. Vida fugaz. (15/11/15)

[105] Entre las cosas agradables que le debemos a Twitter destaca la eufórica sensación de ir siempre muy por delante del telediario. (15/11/15)

[106] #DebateEn140. ¿Una nueva forma de debatir? Puede ser. Pero quizás haya que ir pensando en cambiar el significado de "debatir". (26/11/15)

[107] #DebateEn140. Por lógica de espejo, cada intervención no debería durar más de 140 golpes de voz o 14 segundos, más o menos. (26/11/15)

[108] #DebateEn140. Dice un viejo refrán, ya casi incomprensible pero aún lógico, que «no se puede estar en la procesión y repicando». (26/11/15)

[109] Principio rimbaudiano de Twitter: «Il faut être absolutement... Voyou!» (26/11/15)

[110] Las redes sociales, con sus corro de fantasmas audaces y su silencio ensordecedor... (26/11/15)

[111] Cada vez que me paseo por Twitter me asalta un mismo pensamiento: «No hay neuronas pa' tanto. Ni tantas neuronas». (6/12/15)

[112] Y si un pensamiento te asalta, ¿qué otra cosa puedes hacer más que rendirte? (6/12/15)

[113] Medio centenar de seguidores ciertamente no es mucho. Pero puedo decir que los conozco a todos. Viejos usos nuevos. (6/12/15)

[114] Twitter, como un carrusel loco, no para nunca. Menos mal que la mayor parte del tiempo no estamos aquí para comprobarlo. (9/12/15) 

[115] Y la gente que se pasa la vida en la redes sociales, ¿cuando vive? (6/1/16)

[116] Esta herramienta, como apero poético, tiene la virtud de la instantaneidad. Que es, precisamente, su mayor defecto. (6/1/16)

[117] Y aquí seguimos esperando que la realidad cuántica, con su nueva lógica, nos libre del principio de no contradicción y tercio excluso. (6/1/16)

[118] Aunque ya la poesía y sus oxímoros nos ha permitido ver el fondo continuo sobre el que discure la realidad sin orillas.(6/1/16)

[119] El alma de Bowie es un bluebird. También el ave de Twitter. (6/1/16)

[120] No deberíamos olvidar nunca que en cualquier frase, por banal que parezca, puede estar escondida una serpiente. (4/2/16)

******Desde que me di de alta en Twitter, allá por enero de 2015, he ido dedicando algunos de mis tuits a reflexionar  y bromear sobre el propio carácter de esa red social como reflejo de mis tratos con ella. Es una sección que llamo «metatuíteres» (me hubiera gustado llamarlo «tuiterías», pero el nombre ya estaba "cogido") y que, si bien algo olvidada últimamente, todavía mantengo activa. He creído conveniente reunir y recuperar ahora, en entregas sucesivas, estos "trinos", más que nada para tenerlos a mano y disponibles en un espacio, como el del blog, que me parece menos vertiginoso y volátil, al menos mientras los ciberpiratas, en cualquiera de sus encarnaciones, nos den tregua. Al trasladar los textos, he aprovechado para editar algunos de ellos y hacer leves correcciones. También he añadido enlaces —generalmente, vídeos— que pueden servir para matizar o ilustrar las ocurrencias.  En todo caso, he procurado mantenerme fiel a la intención original y me he ceñido, salvo alguna excepción, al tórculo de los 140 caracteres.


sábado, 24 de junio de 2017

Agua nueva



San Juan, que toca a fuego
y salta junto al agua.
Para que ardan los días
y la sed no se pierda.
El corro de los ojos
asomados al brillo
de la luz fugitiva
y las dulces costumbres.
El cuenco donde vibran,
en medio de la noche,
partículas que aguardan
el milagro del alba.
Y saber que es preciso,
 entre hierbas y pétalos,
morir en cada gota,
arder en cada llama.
Ritos que, como lienzos
que envuelven la memoria,
son surcos del deseo,
vieja sabiduría:
la mano de mi madre
viene, remueve el agua
y veo su sonrisa
meciéndose en las olas.



Qué fuerza tienen los símbolos y los ritos de la Noche de San Juan. 
Son capaces de imponerse sobre la indolencia, la tristeza, el desasosiego o los estados de ánimo tendentes a la planicie mental.
Por no hablar de los calores precoces y traidoramente sobrevenidos. 
Ni de otras trampas escondidas en los caminos del día, como fieras rugientes en medio de la maleza. Por no hablar..., en general.

De los muy variados ritos con que se celebra esta noche mágica, sin despreciar los del fuego y su poder en verdad hechizante y purificador, prefiero la sencillez del agua nueva, una tradición que aprendí de mi madre, Generosa, y que ella, a su vez, aprendió de la suya, Josefa. 
Provistos de algunas hierbas sencillas y unos pocos pétalos de flores comunes, incluso sólo con la desnudez de los deseos y la caricia de la costumbre, basta con poner un cuenco con agua al oreo de la noche para lavarnos con ella –ojos, sienes, labios– a la mañana siguiente. 
Y  hasta puede beberse, si fuera menester.

Imágenes: Sol mayor en el Mar Menor y Cunca de Josefa.
©AJR, 2017

miércoles, 21 de junio de 2017

Pentáculo



Que nos quiten lo raído.
Que nos quiten lo reído.
 Que nos quiten lo rígido.
Que nos quiten lo roído.
Que nos quiten el ruido.


(Pentáculo vocálico permutante, 
de eficacia probada para combatir el calor: 
basta con silabearlo con la mayor lentitud posible 
durante 15 respiraciones yóguicas completas, 
y sus efectos son inmediatos).

martes, 20 de junio de 2017

Tuits sobre Twitter (5)


[081] ¿Hasta dónde podemos hablar? ¿Cuánto estás dispuesto a escucharles? Un aspecto positivo de Twitter es que acota esas dudas, las mide. (22/9/15)

[082] Hay un Twitter de día. Y un montón de noches. (24/9/15)

[083] Parece mentira, pero ya hay musgo en Twitter. (24/9/15)

[084] En Twitter, como en tantos otros medios, hay una fuerte tendencia a confundir la resonancia con la redundancia. (24/9/15)

[085] Estaría bien poder comprobar de forma objetiva cuántas tendencias de Twitter pueden considerarse como tendenciosas. (25/9/15)

[086] Como ocurre en el resto del universo, bastante más de la mitad de cada tuit es, de forma inevitable, pura materia oscura. (8/10/15)

[087] Parece que algunos poetas están indagando qué tipo de métrica se acomoda mejor al preciso fraseo del tuit, tuit, tuit. (8/10/15)

[088] Viejos publicistas reivindican como prototuitera la famosa campaña de los bolígrafos BIC: «Tuit naranja escribe fino, Tuit cristal...» (8/10/15)

[089] Tuitear se parece mucho al juego de las siete y media: importa más no pasarse que quedarse corto. (8/10/15)

[090] ¡Que nombren de una vez a Baltasar Gracián santo patrono laico de Twitter! Y que nadie tome su nombre en vano. (8/10/15)

[091] «¿Qué está pasando?», pregunta la página de Twitter cuando la abres para tuitear. Esto es precisamente lo que está pasando. (9/10/15)

[092] Otra vez vagando por Twitter con el complejo de Pulgarcito e incapaz de encontrar la miguitas que guíen la vuelta a casa... (14/10/15)

[093] ¿Sabían que la razón de ser de los 140 caracteres no es otra que la de multiplicar por 10 los 14 versos del soneto? Yo tampoco. (20/10/15)

[094] Minipalíndromos, nanorrelatos, poemiguillas, jibarismos, chisgarabíes... Son algunos de los nuevos géneros de la twitteratura. (20/10/15)

[095] «¿Qué está pasando?», dices mientras abres esta pantalla con tu icono azul. ¿Y tú me lo preguntas? ¡Lo que pasa eres sobre todo tú! (22/10/15) (variante del 091: el número policial)

[096] En Twitter todas las historias comienzan «in medias Red». (22/10/15)

[097] Tus tuits y tú al fin fundi2. (22/10/15)

[098] Lo único verdaderamente imprescindible en un tuit es el "tú". Y el "it" lo sabe. (22/10/15)

[099] A menudo avanzar por la aceras de Twitter es lo más parecido a meterse en el metro en hora punta. (22/10/15)

[100] Todo a cien. Por hora. (22/10/15)


*****Desde que me di de alta en Twitter, allá por enero de 2015, he ido dedicando algunos de mis tuits a reflexionar  y bromear sobre el propio carácter de esa red social como reflejo de mis tratos con ella. Es una sección que llamo «metatuíteres» (me hubiera gustado llamarlo «tuiterías», pero el nombre ya estaba "cogido") y que, si bien algo olvidada últimamente, todavía mantengo activa. He creído conveniente reunir y recuperar ahora, en entregas sucesivas, esos "trinos", más que nada para tenerlos a mano y disponibles en un espacio, como el del blog, que me parece menos vertiginoso y menos volátil, al menos mientras los ciberpiratas, en cualquiera de sus encarnaciones, nos den tregua. Al trasladar los textos, he aprovechado para editar algunos de ellos y hacer leves correcciones. También he añadido enlaces -generalmente, vídeos- que pueden servir para matizar o ilustrar las ocurrencias.  En todo caso, he procurado mantenerme fiel a la intención original y me he ceñido, salvo alguna excepción, al tórculo de los 140 caracteres.






domingo, 18 de junio de 2017

Callejero

El 24 de abril de 2013 publiqué este post. Por mera casualidad, hace unos días pude saber a qué respondía la iniciativa de tan original callejero. Lo explico al final.








Casi al mismo tiempo que el Ayuntamiento de Madrid se disponía a dedicar una calle de la ciudad, todavía sin localizar, a Margaret Thatcher, algunas esquinas del barrio de Prosperidad, en torno a la calle Clara del Rey, aparecieron rotuladas con los nombres que muestran las fotos, realizadas en la noche del pasado día 22 (abril de 2013). Un día después (es decir, anoche, día 23)  ya no estaban. No me consta que entre ambos hechos exista alguna relación. Tampoco he podido averiguar la intención práctica, si alguna había, de esta «intervención poética urbana». Si no fuera por las imágenes, diría que todo fue fruto de un paseo envuelto en ensoñaciones, siguiendo el rumbo que suelo negociar con Pancho, no siempre sin disputa. Pero aquí están las pruebas.
Fotos © AJR, 2013

Pues bien, algunos años más tarde, he podido averiguar que se trataba de un homenaje al escritor Medardo Fraile, tal como lo cuenta la Wikipedia al final de la entrada dedicada al escritor:
«El 21 de abril de 2013, un mes y medio después [de] su fallecimiento, en un acto simbólico en el barrio madrileño de Prosperidad, se rebautizaron varias calles con títulos de sus cuentos así como una plaza con su nombre, por iniciativa del colectivo de orientación surrealista "La llave de los campos", del cual Fraile era miembro honorífico, con el título de 'Ministro de los barcos a la deriva».
Alguno de esos rótulos, junto con el nombre de la plaza, aún permanecen. Y celebro haber podio descifrar al final su enigma y entender su sentido. La gran diferencia es que Pancho ya no está. 


Entrada rescatada de los arcones de La Posada.
Primera publicación: 24/4/13 a las 20:00 horas.

sábado, 17 de junio de 2017

Chicho y Cía


Era Ferlosio y oí: «Sol, Re, Fa, Re».
(AJR, 8:23 Palíndromos ilustrados, LXIV)

Las imágenes corresponden a los momentos finales de
Recordando a Chicho Sánchez Ferlosio, reportaje sobre un homenaje 
celebrado en el «Café La Manuela», de Madrid, 
el 4 de noviembre de 2003, unos meses después de su muerte.
En él aparecen, además de su hermano Rafael, algunos de sus amigos. 
Un gran documento de una época que va dejando de ser la que ahora vivimos.

viernes, 16 de junio de 2017

Finnegans Cubic



En este lado del descarnado itsmo.
Este del lado en itsmo descarnado.
 Lado del este descarnado en itsmo.
Del itsmo en este descarnado lado.
Descarnado itsmo en lado del este.
Itsmo descarnado del en este lado.


(Dado: Joyce: Finnegnas Wake, 
trad. de Marcelo Zabaloy, Cuenco de Plata)


Para celebrar el Bloomsday de 2017.
¿Habrá alguna vez un Finnegans Day?

miércoles, 14 de junio de 2017

Quedarse dentro


Desde que vi en una parada del bus 9 el impactante cartel anunciador de Déjame salir (Get out), me entraron ganas de ver la película. Y eso que no soy muy aficionado al género de terror hacia el que claramente se dirigen la imagen y el diseño elegidos para promocionar este filme, el primero de su director, el actor y comediante televisivo Jordan Peele, del que hasta ahora lo desconocía todo. Sin dejar de valorar la posibilidad de caer en esa trampa política tan habitual que consiste en darse la razón a uno mismo para no sentirse defraudado, debo afirmar que mi intuición no falló: Déjame salir —traducción inexacta e inapropiada del título: Márchate, o incluso un expresivo ¡Fuera! serían preferibles tanto desde el punto de vista lingüístico como para resumir el argumento— es una buena película, con una historia potente y creíble, excelentes interpretaciones y la que tal vez sea su principal virtud: una narración concebida y realizada de modo tan eficaz, que te mantiene pegado a la butaca desde la primera mirada que se cruzan sus protagonistas, una pareja de novios, negro él, blanca ella, al emprender un viaje hacia la casa familiar de la chica para que sus padres conozcan a la persona con la que está compartiendo su vida.

Desde el primer momento —en concreto, desde la primera vez que un policía blanco aparece en escena— se advierte que el asunto del racismo va a ser el tema central de la película, pero está abordado de una forma que resulta, además de sorprendente, muy ilustrativa de los tiempos que se viven en la América de Trump (también en la de Obama). Asimismo, se evidencia hasta qué punto ciertas actitudes que la corrección política parece haber barrido del mapa de hecho están enquistadas en importantes estratos sociales dando cobijo, y en su manifestación más odiosa, al viejo problema del color de la piel y a las más virulentas reacciones que a él pueden asociarse. No me es posible ser más preciso sin peligro de destripar un argumento cuya eficacia descansa en varias sorpresas y, sobre todo, en un giro de la historia ideado y ejecutado con mano maestra.

Otro de los aspectos que hacen de Get out una película muy recomendable es el excelente manejo de las situaciones cómicas, es especial a través de un personaje, amigo del protagonista, que, además de resultar decisivo en el desenlace, es el que va ofreciendo, a lo largo del viaje al infierno en que se convierte lo que iba a ser un apacible fin de semana familiar, un eficaz contrapunto narrativo, algo así como un principio de realidad que aquilata y da más credibilidad al clima un tanto onírico en que transcurre la historia.

En resumen, Get out es un muy meritorio primer trabajo, concebido dentro de las pautas del cine de género, pero mezclando con enorme habilidad ciertas dosis de terror y una permanente intriga —su principal virtud— con eficaces toques de comedia. Todo ello al servicio de una historia convincente y en el fondo original, aunque deudora de algunas referencias cinematográficas, desde Adivina quién viene esta noche hasta La semilla del diablo, sin olvidar cierta atmósfera a lo Eyes Wide Shut —expresamente mencionada— o algún guiño que me pareció ver al clima humano tan opresivo de Deliverance. Si se suman los excelentes trabajos interpretativos de todo el elenco, ni que decir tiene que estamos ante una opción muy recomendable para quedarse dentro de una sala fresquita durante las casi dos horas que dura el largometraje.

martes, 13 de junio de 2017

Tuits sobre Twitter (4)


[061] Si uno se fija bien, por su sonido y su sentido un tuit es un tuiut, de igual modo que obviamente un tweet es un teeweet. (4/8/15)

[062] Cóctel tuit. Mezcle tuits varios en rodajas en una coctelera. Espolvoree comas y puntos. Agítelo bien. Sírvalo. Silbe. (5/8/15)

[063] Émulo de Babel y copia de sí mismo, Twitter está a mitad de camino entre el zigurat babilonio y aquel mareo de zarzuela. (7/8/15)

[064] Tuitear, teitar, techar, tentar, testar, trenzar, trastear, tratar, tramar, trabar, tragar, trajinar, triscar...: ¡cuántos sinónimos del verbo trinar! (9/8/15)

[065] Este es un tuit vacío. (0/0/00)

[066] Lo quieras o no, eres lo que tuiteas: antorcha y humo. (21/8/15)

[067] «#hastag los webos de Twitter», dice el robot corrector.

[068] Enunciado: Tal vez T(witter) sea la más reciente manifestación del río flluyente de H(eráclito), que vuelve a arrasar la choza zen de P(arménides). (23/8/15)

[069] Y esos barrios de la Red donde se celebra una Tomatina cada día... (27/8/15)

[070] En todo buen tuiteador hay escondido un viejo grafitero. (Tal vez frustrado. Puede que frustrante). (27/8/15)

[071] Leyendo en la pantalla, a menudo echo de menos la posibilidad de ver el texto al trasluz. Aquella vieja prueba de la tipografía. (1/9/15)

[072] Mantra del día: «Una vocal calva / no es lo mismo que / una consoñante / con un buen tupé» {ajr}. (3/9/15)

[073] La nueva tableta especialmente diseñada para tuitear se llamará @erpizarrÍnk. (3/9/15)

[074] Más vale tuit en vano que cieno volando. (6/9/15)

[075] Agravios comparativos: el afán del ciclista por llegar a la meta y la indiferencia mostrenca con que la meta acoge su llegada. (6/9/15)

[076] Una categoría filosófica poco explorada, pese a los esfuerzos de la lógica formal, es la de «conciencia de uso». (6/915)

[077] En un mundo objetivo no hay mayor dignidad que la de usar y ser usado. Ni más grande estupidez que la avaricia. (6/9/15)

[078] A muchos tuíteres se le ven los hilos. Y hasta la tramoya. (6/9/15)

[079] ¿Tramoya, dices? ¡Pero cómo eres! Y cómo te gusta asomarte al despeñadero de la rima fácil. (6/9/15)

[080] No dejes para mañana lo que puedas callar hoy. (18/9/15)

****Desde que me di de alta en Twitter, allá por enero de 2015, he ido dedicando algunos de mis tuits a reflexionar  y bromear sobre el propio carácter de esa red social como reflejo de mis tratos con ella. Es una sección que llamo «metatuíteres» (me hubiera gustado llamarlo «tuiterías», pero el nombre ya estaba "cogido") y que, si bien algo olvidada últimamente, todavía mantengo activa. He creído conveniente reunir y recuperar ahora, en entregas sucesivas, esos "trinos", más que nada para tenerlos a mano y disponibles en un espacio, como el del blog, que me parece menos vertiginoso y menos volátil, al menos mientras los ciberpiratas, en cualquiera de sus encarnaciones, nos den tregua. Al trasladar los textos, he aprovechado para editar algunos de ellos y hacer leves correcciones. También he añadido enlaces -generalmente, vídeos- que pueden servir para matizar o ilustrar las ocurrencias.  En todo caso, he procurado mantenerme fiel a la intención original y me he ceñido, salvo alguna excepción, al tórculo de los 140 caracteres. 






viernes, 9 de junio de 2017

Ulises al regreso


«A Penélope, polen: ¡epa!»

Cuántas veces, durante el periplo, incluso al demorarse en otros cuerpos o al notar que su sangre se erizaba con nuevas melodías, no sintiera Ulises rebrotar el aguijón de su deseo más profundo, la aventura creíble y aún urgente de volver a penetrar en la gruta conocida, yacer en el rincón de su recreo y proseguir allí descubriendo los tesoros concretos del amor que sosiega y nos hermana con el alma del mundo.

Imagen: Francesco Primaticcio, Odiseo y Penélope, 1563.

(AJR, 4:17 Palíndromos ilustrados, LXIII)


martes, 6 de junio de 2017

Tuits sobre Twitter (3)


[041] Enfiladas, las letras de todos los tuits que se están escribiendo ahora en el mundo darían varias veces la vuelta al ídem. (3/5/15)

[043] ¿Quién maneja los hilos del tinglado? He ahí una pregunta que no suelen hacerse las marionetas. Salvo excepciones. (3/5/15)

[044] En muchos tuits siempre falta una silla. (3/5/15)

[045] Ten cuidado, lector, con este tuit, A poco que te descuides, no podrás dejar de darle vueltas. (3/5/15)

[046] Vistos por detrás, casi todos los tuits están huecos. (5/5/15)

[047] Escribir un tuit de una belleza semejante al segundo gol de Messi y después abandonar para siempre las redes sociales. (6/5/15)

[048] Al avanzar por los campos minados de Twitter, no siempre es fácil distinguir entre los hunos y los orcos.  (28/5/15)

[049] Las redes sociales, a diez/doce años vista, ya parecen gigantescas montañas de escombros de lo que un día acaso fue la realidad. (28/5/15)

[050] ¿Y si Internet fuera sólo un sueño de ovejas eléctricas? (28/5/15)

[051] ¿Y por qué la RAE se empeña en llamar tableta a lo que, obviamente y al menos desde los hititas, es tablilla? (6/6/15)

[052] «Mientras usted lee/escribe estas líneas, el Gobierno de Estados Unidos está tomando nota» (Edward Snowden). (5/6/15)

[053] De aquí a la eternidad. Con todas las secuencias. Y en presente eterno. No lo olviden. Ni olviden que no podrían hacerlo. (17/6/15)

[054] Lo extraño de algunos «tuíteres» es que, por mucho que te fijes, no se les ven los hilos. A la mayoría, en cambio, sí. (6/5/15) [Variante del 043]

[055] El mejor tuit probablemente no sea el tuit despiadado sino aquel que no se pía. (25/6/15)

[056] ¡Hay que ver las cosas que hemos visto! Twitter sin duda demuestra que ver es volver a ver. Y, como dijo CJC, ver volver. (25/6/15)

[057] ¿Por qué llamarlo trendingtópic si la mayoría de las veces no pasa de ser un batuitburrillo. (30/6/15)

[058] «No hay bandera que no esté teñida de sangre inocente», escribe/tuitea David Trueba en su columna de El país. (17/7/15)

[059] Plutón, Plutón, qué lejos y qué lúgubre. (17/7/15)

[060] A veces se palpa que debajo de los 140 caracteres está la tierra fértil abonada por el silencio bien masticado. (4/8/15)


** *Desde que me di de alta en Twitter, allá por enero de 2015, he ido dedicando algunos de mis tuits a reflexionar  y bromear sobre el propio carácter de esa red social como reflejo de mis tratos con ella. Es una sección que llamo «metatuíteres» (me hubiera gustado llamarlo «tuiterías», pero el nombre ya estaba "cogido") y que, si bien algo olvidada últimamente, todavía mantengo activa. He creído conveniente reunir y recuperar ahora, en entregas sucesivas, esos "trinos", más que nada para tenerlos a mano y disponibles en un espacio, como el del blog, que me parece menos vertiginoso y menos volátil, al menos mientras los ciberpiratas, en cualquiera de sus encarnaciones, nos den tregua. Al trasladar los textos, he aprovechado para editar algunos de ellos y hacer leves correcciones. También he añadido enlaces -generalmente, vídeos- que pueden servir para matizar o ilustrar las ocurrencias.  En todo caso, he procurado mantenerme fiel a la intención original y me he ceñido, salvo alguna excepción, al tórculo de los 140 caracteres. 




miércoles, 31 de mayo de 2017

Dadosutra


(En memoria de Ángel Crespo)

Buda es convincente porque nunca amenaza.
Porque es convincente Buda amenaza nunca.
Convincente amenaza nunca porque es Buda.
Porque es nunca amenaza Buda convincente. 
Nunca porque amenaza es Buda convincente.
Convincente amenaza porque nunca es Buda.




«... he lanzado
mis dados y esta vez
su golpe ha conmovido los cimientos
de bronce como a un agua
que sus diques rompiera. Yo he jugado
y se diría que iniciaste tú
la partida, sabiendo que dejarte
ganar era la trampa
cuya deuda saldar yo no podría».


(Ángel Crespo)

martes, 23 de mayo de 2017

Amo idioma (3)


Doce lingua que bica as miñas verbas
e aínda vén a verme por la noche,
árbore que da sempre a súa sombra
de encina milenaria e castiñeiro.
Eu sei ben que o idioma é un cárcere
de cristal e o espello en que me vexo.
Mais tambén a liana salvadora
que sostén os meus días e me libra
do abismo, do frío, do misterio
de non saber que, cando, donde, como...
pero poder dicilo, ulilo, airealo,
ata aprender, no voo das súas ramas
e nas vellas feridas do seu tronco,
outra forma invencible de calar.




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Con esta tercera versión de un viejo poema –la segunda de la opción en forma de soneto blanco–, en la que ofrezco una traducción provisional al gallego que no es más que su otra cara indisoluble, pongo en marcha el proyecto multimedia «AMO IDIOMA & LEBABEL». Concebido como una acción poética parecida a la que alguna vez le vi hacer a José Miguel Ullán (de cuya muerte, hoy 23 de mayo de 2017, se cumplen 8 años), y con Internet como lugar natural de desarrollo, su objetivo es lograr la traducción –transversión tal vez fuera término mas adecuado– del poema madre a todas las lenguas posibles, sin excluir diversos tipos de lenguajes multimedia cuya emergencia parece imparable. 

El proyecto, sujeto a algunas convenciones que serán explicitadas en su momento, quiere poner en marcha, de nuevo modesta pero tenazmente, una revolución: favorecer que la humanidad, comenzando por el que suscribe y el vecino de al lado y los vecinos de nuestros vecinos, tome conciencia del inmenso poder de la palabra, de la potestad irreductible que nos confiere la facultad de nombrar el mundo. 

Todo lo que somos y lo que podemos ser es, antes que nada, una manifestación de esa capacidad. Y cualquier forma de opresión, de las muchas que se ejercen de hecho o son una amenaza real para nuestras conciencias, siempre tiene como objetivo último usurpar ese poder, vaciar su sentido y, sobre todo, privarnos de la capacidad que las palabras realmente tienen para vencer a la muerte. 

Es posible que esto no sea más que fruto de alguna forma de locura o, más propiamente, la manifestación dizque histérica de algún tipo de entusiasmo. Al fin y al cabo, el juego y la risa están en sus raíces. Pero también sé que la iniciativa, cuyo origen aún no puedo explicitar, enuncia y despliega una acción necesaria. 

Ojalá que algún día llegara a convertirse en una corriente anónima, tan natural como la respiración, que en todas partes nos permitiera volver a soñar –o a seguir haciéndolo: la llama que aquí brilla nunca se ha interrumpido. 

Esto es cuanto por ahora puedo decir. Confío en que la fuerza de este impulso pueda seguir saliendo a la luz, pese a los peligros que sobre ella se ciernen. Y, sobre todo, que encuentre los necesarios cómplices.