martes, 20 de octubre de 2015

El cara a cara Iglesias-Rivera: la banda sonora


Seguí con mucha atención el cara a cara de Salvados entre Iglesias y Rivera, bajo la convincente y perspicaz batuta de Évole, que ha vuelto a ser, en lo de la tele, el que más claro lo ve. Como han destacado ya muchos comentaristas, sin duda fue un debate distinto. Es lo menos que se puede decir. Basta oír cómo se explican algunos de los dinosaurios de la política que ahora abandonan el Congreso para darse cuenta de que ya ha caído el meteorito.Y no es que yo crea que este encuentro televisivo, tan impactante, vaya a cambiar nada. En lo absoluto (como rezan en México DF algunas de las prohibiciones de aparcamiento). Pero de lo que tampoco me cabe duda es de que marca un punto de no retorno en los usos y las relaciones de los políticos con los medios. Al menos si quieren ser mínimamente creíbles.

En cuanto a lo que dio de sí el encuentro, opino que el más favorecido por el desarrollo de la conversación fue Albert Rivera. Básicamente, porque a Pablo Iglesias se le percibió demasiadas veces haciendo esfuerzos por acercarse, en sus planteamientos y sus promesas, a unas posiciones de centro en las que su interlocutor se encontraba mucho más cómodamente instalado, como si fuera su lugar natural. Es difícil, aunque inevitable, hacer vaticinios. Pero me parece que el líder de Ciudadanos salió más reforzado de la cita que el de Podemos. Ahora bien, el partido electoral en danza no ha hecho más que empezar y las cosas pueden cambiar mucho, y por las razones que menos se esperan, en esta realidad de vértigo.

De los diferentes análisis y comentarios que he leído sobre el suceso, me ha resultado sugerente el artículo que Jesús Cintora, buen conocedor profesionalmente de ambos políticos (tal vez fue el primero que los enfrentó en un cara a cara), ha publicado en eldiario.es. Cintora termina su comentario citando dos viejas canciones correspondientes a las fechas de nacimiento de Albert (1979) y Pablo (1978), tiempos justamente anteriores a La Movida, y en los que aún no estaba claro que ciertas opresiones fueran a terminar algún día. Al volver a escucharlas, me ha asaltado la sospecha de si el dilema que se le va a presentar a una parte importante del electorado el próximo 20-D no pudiera ser semejante al de tener que elegir entre estas dos bandas sonoras de una época. Sin duda, hay más alternativas, pero es posible que las opciones decisivas se marquen por cuestiones como las que pueden diferenciar cosas así. Si tienen tiempo y les apetece, juzguen por sí mismos.







3 comentarios:

Navajo dijo...

Realmente se agradece este cambio en la forma de comunicarse de los políticos patrios. Sobre el debate, comparto plenamente tus comentarios aunque creo que otra de las razones para que todo transcurriera tan civilizadamente es que Rivera e Iglesias no compiten entre sí. Salvo aquellos momentos iniciales del irresistible despegue de Podemos, en los que hasta temerosas señoras de clase media, presas coyunturales del virus de la indignación, engrosaban la estadística de posibles votantes morados, nadie creería en serio que Iglesias pueda disputar votos en el centro derecha. Supongo que una de las razones para el fracaso de Podemos en Cataluña es que allí está la CUP, una opción con peso específico que no existe en otros lugares. Los que sí parecen tener un futuro brillante (con el visto bueno, además, del poder financiero) son los guapos chicos de Ciudadanos; en definitiva, estamos reinventando la UCD y, ya de paso, una nueva Transición. En la anterior ganaron los partidarios de la reforma; ahora, casi seguro, también.

Navajo dijo...

P.D.
Puestos a elegir me quedo con el tema de Asfalto, aunque las imágenes escolares seguro que me provocan pesadillas esta noche.
Un abrazo

Alfredo J Ramos dijo...

Me parece que es así como dices, incluida esa comparación con la UCD (yo diría que la sombra recuperada y santificada de Suárez algo abriga al candidato Rivera). La clave, o una de ellas, me parece que va a estar en cuál sea la extensión del presumible batacazo electoral del PP (algún pronóstico reciente, de peso pero sin duda interesado, utilizaba precisamente el referente del naufragio y hundimiento de la UCD como posible síntoma: no creo que vaya a ocurrir tal) y la capacidad del PSOE para revitalizar las exhaustas energías socialdemócratas, que tienen por delante campos devastados en los que vuelve a ser necesario reinventarse. Pero todo va muy deprisa y a veces con sismos de escandalera poco controlables, así que es difícil, además de inútil, hacer pronósticos. A ver cómo evoluciona, además, la cuestión catalana, que puede que vaya a tener un peso más determinante que otras veces.

Y en cuanto a tu posdata, también yo me quedo con Asfalto. El significado de la elección es un poco enrevesado, así que me lo ahorro. Ahora bien, confío en que de las pesadillas de las imágenes te salve cierta melancolía no lacrimosa inherente al tiempo pasado, al simple hecho de seguir conservando la memoria y al placer de poder compartir recuerdos. Además, y en contrapartida, las cloacas tienen un prestigio mentiroso, aunque el de "La banda trapera del río" sea uno de los mejores nombres de grupo que haya habido nunca en nuestra música.

Otro abrazo.