jueves, 21 de febrero de 2019

Hablarle a Borges (15)

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(Hablarle a Borges, 53). Dicen que Borges dijo o escribió: «Aún ahora, que no puedo leer los libros, su mera cercanía me produce una suerte de felicidad: a veces, una felicidad un poco nostálgica, pero felicidad al fin». 
Y de forma espontánea: «Aquí están, maestro, las palabras clave de este asunto de los libros y la lectura: suerte, felicidad, nostalgia. Y la más importante de todas: aún (también, y acaso preferible, aun)».


(Hablarle a Borges, 54). Dicen que Borges dijo o escribió: «La imaginación y el amor podrían transformar el universo en el espacio de un segundo, si verdaderamente lo quisieran. El paraíso está aquí». 
Y se me ocurre: «El paraíso, en efecto, está en ese condicional: si (la imaginación, el amor) lo quisieran o quisiesen, pero... Parece que al amor le falta imaginación. Parece que la imaginación no ama lo suficiente. Chi lo sa?»





La imagen puede contener: una persona, sentada
(Hablarle a Borges, 55). Dicen que Borges dijo o escribió o, más probablemente, contestó alguna vez en una entrevista: «Uno puede fingir la inteligencia, pero no puede fingir la felicidad». 
Y se me ocurre: «Pues, maestro, tal vez en un primer vistazo sea así. Pero a poco que se presta atención, ¿no ocurre justo lo contrario? Hay mucho bobalicón que da el pego permanente de una extraña bienaventuranza, pero es difícil que un tontinabo con ínfulas nos la dé por mucho tiempo».

Un grito en la noche

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Fotograma de Mi calle (1960), película de Edgar Neville.
La última vez que lo vi, aún vivía. Pero ahora ya anda también por acá y sigue fiel a sus viejas costumbres. Cuando comienzan a espesarse las sombras, se pone su capote, agarra el chuzo y el manojo de llaves y se va caminando, por el lado más claro de la niebla, hacia las voces que no dejan de reclamarlo:
—¡Sereno, sereno!
Tengo la impresión de que no sabe que está muerto. Y las voces tampoco.
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miércoles, 20 de febrero de 2019

Sobre eso

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Joaquim Mir: Els cantaires de l’Aleixar.
—Y todo esto, ¿de qué sirve?
—Se refiere usted a...
—Sí, a eso.
—Pues no sabría qué decirle.
—Deduzco entonces que usted es también de mi bando.
—¿Su bando?
—Sí, el PPP.
—¿?
—La Puta Permanente Perplejidad.
—¡Collons!
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lunes, 18 de febrero de 2019

Torsiones

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Cauces al cielo. ©️AJR, 2019.


(Gimnasia matinal)

Anda a la greña el mundo con tu alma.
Lo sabes bien aunque no te des cuenta.
Cada mañana es nueva si se inventa
Las viejas formas sin perder la calma.
Y por salir del paso vas al alma-
Zen (vieja broma) del sentir la lenta
Subida blanca de la luz, atenta-
Mente en su espejo reflejada. Y clama
—en un desliz sutil no inoportuno—
Tu corazón al borde de la niebla
Y es su palabra un falso movimiento
que lo trastoca todo: frente al Uno
Mismo y su Yo, la multitud que puebla
Tu ser reclama su ración de viento.

El hombre del saco

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El repartidor de hielo en la calle de Los Metges, de Barcelona, en 1960. Foto de Eugeni Forcano.
La gran novedad de aquel verano fue la llegada a casa del armario-nevera. Permitía refrescar las bebidas y otros alimentos gracias a los grandes trozos de hielo que se depositaban en un recinto provisto de una especie de bandeja metálica. El suministro lo hacían a domicilio hombres no siempre sospechosos pese a ir equipados con unos sacos de arpillera sobre los que apoyaban las sólidas barras goteantes. En todos estos años no he podido olvidar al vendedor de hielo. Ni tampoco quitarme de la cabeza el garfio con que segó mi vida.
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domingo, 17 de febrero de 2019

Entrevistas y entrevistos

Arcadi Espada abandona el plató tras ser expulsado por Risto Mejide.
Foto tomada de "El Periódico".
(Lecturas en voz alta). Quien no haya visto la bronca y finalmente disparatada entrevista que Risto Mejide le hizo el domingo a Arcadi Espada, nada se ha perdido. Y puede dejar de leer. Llegué a ella movido por la columna que le dedicó en “El País” Sergio del Molino y he visto que ha suscitado, aquí y allá, alguna polémica, por no caer en el tópico ya tan manido como hiperbólico de decir que “ha incendiado las Redes sociales”, esa hoguera sin fin🔥(“higuera”, sugiere el corrector: ¡qué tío!).
Decía Molino que esa entrevista era el principio de fin de un tipo de personaje periodístico —de un periodismo incluso— desplazado por otro. Quién sabe. Todo lo relacionado con la comunicación, más que fugaz, parece en fuga permanente. A mí el rifirrafe (epíteto de la vieja escuela) me pareció doblemente tramposo: insoportable el cinismo autobombeante de Espada, pero no menos deleznable el asedio artero, sobreactuado y algo hipócrita de Risto. Dos modos de estar “en el candelabro” que, lejos de suponer un final, me temo que seguirán marcando tendencia en esta deriva de los “masa media” (Chus Lampreave) hacia su completa y espectacular degradación...
El artículo de Montano que enlazo, aunque deudor de la bien conocida querencia arcádica del firmante, tiene el mérito de llamar a unas cuantas cosas por su nombre. Y aunque no estoy de acuerdo con algunas de sus conclusiones, me parece un fino y pertinente análisis de la mentada función circense.

sábado, 16 de febrero de 2019

Oro negro

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Mariano Moré: «Oro negro».
Saca de debajo de las piedras lo que no hay. Siempre fue una persona muy imaginativa.
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