Por el carácter cada vez más autónomo de mi trabajo y por la condición cada vez más trabajosa de mi autonomía (y viceversa), no estoy en disposición de adoptar una conducta respecto a la huelga que tenga un significado real. Por poner un ejemplo, ¿no colgar mañana un post en el blog es respetar la huelga? ¿El blog es un trabajo?
En estos tiempos cibernáuticos en los que lo que se ve es solo una parte ínfima de lo que hay (ha sido siempre así, pero nunca antes había sido tan visible) y en los que, por decirlo de algún modo, la realidad no cierra nunca, la huelga general es un oxímoron, una profunda contradicción: lo general, por definición, nunca está en huelga.
Con todo, mi parecer más claro al respecto es el que emite la imagen que encabeza estas líneas. Sírvase fría. Tómese con plena libertad.
La escultura, titulada L.O.V.E, es un gigantesco dedo corazón (11 metros), cargado de razones y emociones, y se expone ante la sede de la Bolsa de Milán. Es obra de Maurizio Cattelan.
Y esperemos, en todo caso, que no haya nada que pueda dar lugar a la reproducción de situaciones como las que recoge este vídeo.