(CajaDeCitas, 45). Por caminos indirectos pero en íntima conexión —hay fetiches que nos hechizan y amuletos que nos marcan el camino—, vuelvo a caer en La Roca Solitaria, un largo e impresionante poema del poeta y narrador canario Ervigio Díaz Marrero (Las Palmas, 1957). Publicado en 1990 (aunque escrito en 1981) en una cuidada y reducida edición, nació de la experiencia del autor durante su servicio militar. Me salió al paso hace años, mientras ordenaba unos libros, y con el consentimiento de su autor me pareció oportuno publicarlo en La Posada. Ahora he vuelto a él.
lunes, 27 de enero de 2025
Caja De Citas: Ervigio Díaz Marrero:, «La Roca Solitaria»
domingo, 26 de enero de 2025
Antiguos viejos artilugios...
sábado, 25 de enero de 2025
Concerto dado
Altro violino per eco in lontano.Violino per altro in lontano eco.Per eco violino in altro lontano.Eco per lontano in violino altro.In eco per altro lontano violino.Lontano in per altro violino eco.
viernes, 24 de enero de 2025
Caja De Citas: Poitevin traduce al inglés a Miguel Hernández
(CajaDeCitas, 44). Asombro es la primera reacción que me producen estas traducciones al inglés de dos de los poemas más conocidos de Miguel Hernández, incluida la inolvidable y prodigiosa Elegía, debidos a Pedro Poitevin. En lo que mi nivel de inglés me lo permite y tras una lectura en voz alta de los tercetos del gran poema, me parece que el resultado, al conservar con una extraordinaria fidelidad, ritmo, rima y sentido, es sencillamente prodigioso. Creo que no solo ha sabido encontrar soluciones brillantes para la imaginería tan marcada del poema sino que algunos hallazgos alcanzan en inglés una resonancia admirable. A ver qué opinan expertos y lectores cualificados de uno y otro ámbito. A mí el empeño y el logro me producen una emoción limpia y alegre. Y un agradecimiento infinito. Un verdadero placer.
Incluyo tambièn la lectura/interpretaciòn del poema elegiaco en la voz de José Luis Rico.
Adios a Antonio Jiménez Millán
(En voz alta). Tristeza por la muerte de Antonio Jiménez Millán, gran poeta, atento interlocutor, hombre sabio. Un estricto coetáneo. Le echaremos de menos. Lo seguiremos leyendo.
Como recuerdo y mínimo homenaje dejo aquí este poema suyo que me hace llegar, desde Brooklyn, Hilario Barrero (gracias).
ARD-ROCK CAFÉ (NYC)
A Hilario Barrero
En el sótano del Hard Rock Café
Hay un museo estrafalario
de vitrinas con ropa de los músicos
llevaron en algún concierto memorable
y guitarras eléctricas, teclados, baterías
que se exponen al público. La gente
se agolpa en los sofás. Cambia de sitio
el rabino en su mundo solitario:
con su hábito negro,
hace gestos extraños al vacío
y se sienta, se vuelve a levantar,
habla consigo mismo o con todos, quién sabe,
los vivos y los muertos que solo él contempla.
Fuera, se vuelven más visibles
los anuncios luminosos de Times Square,
cuando el predicador augura el fin del mundo
y las strippers jóvenes muestran sus tatuajes
al ingenuo que quiere hacerse una fotografía.
En la noche de julio,
la lluvia en el asfalto es un espejo
de carteles y luces de neón,
faros de coches. De repente,
llegan imágenes de Poeta en Nueva York:
el cristal y la sierpe, las palomas y el cieno.
Aquel rabino alucinado
se habrá perdido entre la muchedumbre
con su gesto al vacío y su nostalgia
de una moral estricta: un código de sombras
en medio del fulgor de Times Square.
miércoles, 22 de enero de 2025
David Trueba sobre David Lynch (y Lynch como Ford)
(CajaDeCitas, 43). No hay dos sin tres. Esta columna de David Trueba es un buen complemento de lo que hemos comentado estos días sobre David Lynch.
Como sugiere el columnista, bien podemos considerar el cameo del director dando vida a John Ford en Los Fabelmans, de Spielberg, algo así como su testamento irónico, quién sabe si una especie de humorada última, llamada a engebdrar, además, cierta ocurrencia clarificadora sobre su cine. Una secuencia ya clásica.
martes, 21 de enero de 2025
Caja De Citas: Pange lingua
(CajaDeCitas, 42). Imposible saber desde cuándo suenan las Divinas Palabras en nuestras vidas. Cuando el niño era niño y la religión formaba parte del medio ambiente, con las misas en latín y el calendario completamente marcado por las fiestas litúrgicas, acaso no era fácil apreciar la belleza de lo impuesto ni el valor intrínseco de algunas palabras. El caso es que de aquellos himnos y aquellas plegarias tan usuales, un buen día nos sorprendió verlos, por así decir, fuera de contexto, transformados en canto ceremonial profano y elevada la belleza de su polifonía y sus ritmos secretos a una nueva dimensión, que sin dejar de ser religiosa ni recatada, sí abría una puerta por la que penetraba algo de nueva luz en las tinieblas del templo. Se entenderá, por tanto y bien, por qué decimos a veces —y hasta a menudo: y va a seguir siendo así— que estamos vivos de milagro. «Canta, lengua...»