lunes, 23 de noviembre de 2020

Brocal

Al fondo de ese sueño inapresable que con tanta cordura diseccionas hay algo que te inquieta: una brizna de tu ser más profundo que nunca llegarás a descubrir. La miras desde lejos como si divisaras, en lo hondo del pozo de tu alma, un cabrilleo fulgente, una marea apenas perceptible que no puedes nombrar con otro énfasis que no sea el del filo de estos cristales rotos, aunque sepas que así va a deshacerse como un poco de niebla en la mañana. Ya la das por perdida mas la sientes vecina de tus ojos y tus dedos mientras mueves las pesadas poleas del idioma e intentas que por fin llegue al brocal del poema, y al borde de tus labios, una palabra viva de agua fresca.



sábado, 21 de noviembre de 2020

Sobre las cartas de Sylvia Plath

Sylvia Plath en 1954. Cortesía de Everett Collection/Tres Hermanas.

(En voz alta).
He aquí una estupenda y muy documentada reseña de Jordi Doce sobre las Cartas... de Sylvia Plath. Se agradece la magnífica contextualización de los comentarios y las atinadas precisiones por parte de uno de los mejores conocedores en nuestro ámbito del universo Plath-Hughes, con sus diversas constelaciones y su materia oscura. De lectura muy recomendable (lo he hecho en el ‘papiro’; no sé por qué en la transcripción digital se ignoran normas básicas de edición, sobre todo el uso de cursivas o comillas en los títulos: por desgracia, cada vez es más frecuente ese ¿descuido?).

viernes, 20 de noviembre de 2020

El primer "dado"

(Repito, por ver si algo queda...) Un dado es un artefacto verbal de seis palabras que se van repitiendo en orden diferente a lo largo de seis frases o tiradas, tratando de crear formulaciones no repetitivas de expresiones provistas de sentido. Por lo común proceden de una frase dada, es decir encontrada por azar, aislada en algún texto, incluso oída al vuelo o vista al paso, aunque también ha podido ser adaptada o buscada a propósito.

Su intención, además de la meramente lúdica, es provocar en el ánimo del lector una reflexión sobre la importancia de percibir con conciencia y atención lo que dicen las palabras, sin perder de vista los posibles sentidos distintos que pueden y suelen tener para mentes diferentes.
En el mejor de los casos, estos artefactos, que se recomienda leer en voz alta y con el ritmo y el énfasis adecuados (aunque siempre según la libre interpretación de cada cual), aspiran a dejar en la sensibilidad del lector/jugador algo parecido a la experiencia de un poema.
Este dado es el primero que idée y publiqué en La Posada, en concreto el 9 de septiembre de 2009. Me sigue pareciendo el más genuino.


La noche de los últimos silencios.
Los últimos silencios de la noche.
De la noche, los últimos silencios.
De los silencios últimos, la noche.
Noche, la de los últimos silencios.
Últimos, los silencios de la noche.

El poema del día de hoy

 


miércoles, 18 de noviembre de 2020

Adiós a mi amigo Miguel

 


En la noche del domingo al lunes (15-16 noviembre 2020), mientras dormía, falleció nuestro queridísimo amigo Miguel Martínez, de la Imprenta. Un hombre afable y luchador, y una de las personas con mayor capacidad de resolución que he conocido.
Soriano de origen (23 de abril de 1945) y carácter, gallego de elección y acaso fatalidad (no se puede ser gallego de otra forma) y madrileño de adopción y militancia, creo que a él le gustaría que le identificasen como alguien “de la Imprenta”, noble oficio y complicada actividad a la que dedicó, casi desde niño, la mayor parte de su vida. Y con buen éxito. El suficiente para retirarse en sus últimos años a la Ribeira Sacra de Ourense. Allí, junto con Maite y sus hijos, Jorge y Daniel, ideó un espacio luminoso y apacible que muchos amigos, y en repetidas ocasiones, disfrutamos como lo más parecido al “locus amœnus” soñado por todos alguna vez. Aunque al final la senda tuviera también sus precipicios.
Miguel ha sido —es— un amigo de corazón, sin restricciones, con el que me han unido muchas cosas a lo largo de los últimos cuarenta años, desde que nos conocimos laborando en los Temas Clave de Salvat. Tal vez la mayor de ellas: un afán por buscarle a la vida el lado del buen humor y el bien común. También el valor de la amistad. Y el entusiasmo.
Voy —vamos: a su alrededor sigue habiendo lumbre—a echar mucho de menos sus iniciativas, sus apasionamientos, su instinto vital tan contagioso y mantenido hasta sus últimas horas. Apenas cuatro o cinco antes de que falleciera tuve con él una conversación en la que planeábamos una cita para después de la peste, «alá, no Pazo da Cal ó pe de San Paio, en Santa Tecla», para celebrar que por fin los olivos habían dado fruto. «No bastará —me dijo— para hacer la gran fiesta del aceite, pero sí podremos celebrar el encuentro de la aceituna». O tal vez lo dije yo.
La última palabra que tuve de él fue una sonrisa. Muy parecida, imagino, a la que muestra la foto que me ha hecho llegar Santiago. Será seguramente de algunos de los buenos momentos que en estos últimos años hemos pasado juntos, con Felipe, Alfredo y tantos otros. Y otras, claro.
Buen viaje, amigo. Seguiremos hablando.


lunes, 16 de noviembre de 2020

A Esmorga en TVE-La 2



 (Al filo de los días). Se me olvidó indicar ayer la proyección en La 2, en el cada vez más imprescindible Días de cine”, de A Esmorga, la adaptación cinematográfica de la novela de Eduardo Blanco Amor dirigida por Luis Villar y con excelentes interpretaciones de Miguel Lira, Antonio Durán “Morris” y Karra Elejalde. Una versión muy superior a la precedente y bienintencionada, pero quizás fallida (auque esto es opinable, claro), filmada por Gonzalo Suárez (Parranda, 1977). Como ahora las emisiones de televisión se pueden “recuperar” durante algunos días, sirva el aviso para disfrutar de una obra que se aproxima con gran acierto al inolvidable y terrible universo de una de las mejores narraciones de la literatura gallega, además de obra imprescindible de la literatura peninsular y europea del siglo XX. Ah, y tan española como gallega, que el empleo de ciertas expresiones empieza a ser, además de un campo de minas, algo parecido a un ejercicio de funambulismo sonámbulo. No se la pierdan.

Culebrillas

Lo muerto y lo que vive.
La selva y el desierto.
Los tiempos ominosos,
su sustancia manchada.
El principio infinito.
La última jugada.
Todo lo que nos miente como si fuera cierto.
Y lo que
no se ve
en la lid sin final:
el buen bien, el mal mal.
El rincón del rencor
infinitesimal.
Otra aurora
marcada
que llora
debajo de la almohada.
Las enumeraciones.
Y las constelaciones.
Hacia la luz, esquirlas.
Corredores cerrados.
Y el cielo enmarañado
de fuegos de artificio.
Redoblan los tambores.
No rechines los dientes.
Qué lejos el misterio
que se pierde en tu frente.
Y por el corazón abajo,
junto al sexo,
la verdad es verdad en verdad.
En el cielo está el suelo.
El suelo está en el suelo.