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«El Copón de Eburia» (uno de ellos). Frente al Antiguo Mercado, ahora recuperado. Foto © AJR, 2019. |
(... de arte menor)
Siguen fundiendo los días
su cadena enajenada
y el tiempo, con su coartada,
nos deja mil tropelías
al paso. Entre habladurías
y retruécanos, la entrada
al reino gris de la nada
son estas ferreterías
de mucha quincalla llenas
y en vasos tan mendicantes
que más parecen pociones
de veneno. Y es que, apenas
amanece, los feriantes
ya pregonan sus pregones.
Y no dejan de tocarnos
los bemoles hasta hartarnos.