martes, 5 de noviembre de 2019

Teatrillos

La imagen puede contener: una o varias personas, cielo y exterior
Karen du Jardin (o Dujardin): Función de la commedia dell’arte,
también conocido como Los charlatanes italianos, 1657. Museo del Louvre, París.
Llegó a la plaza el mago verboso y, mientras hacía sus trucos de escapismo, dejó flotando en el aire una historia increíble, aunque no exactamente sin pies ni cabeza, sino todo lo contrario. Decía así: «Al banderazo corrimos desde el frontal grotesco hasta inventariar jocundos kilómetros lustrales menos novedosos, ñatos o peliagudos, que remedaban ser tres unicornios voraces, xilófagos, wíficos y zalameros». Ni que decir tiene que desde la casilla de salida hasta la carantoña final anduvimos escuchando como pudimos y conteniendo el aliento. Y sin pretender entender ni nada.
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lunes, 4 de noviembre de 2019

Novela negra o de otoño

No hay ninguna descripción de la foto disponible.
Blanco y negro. En la calle Pradillo, Madrid. Foto AJR
La veo pasar por la avenida mientras
la luz envuelve en celofán el día.
Bajo la lluvia, su mirada es fría,
como bala de plata, y cenicienta.
Sigo sus pasos con sigilo, observo
sus ademanes de asesina nata,
el rictus clandestino de quien mata
sin perder la dulzura de su gesto.
Se ha parado frente al gran escaparate
y rebusca en su bolso. Al fin me ha visto.
Su arma está apuntando contra mí.
Fui más veloz. Nadie podrá culparme.
Junto al suyo está el cuerpo del delito:
su peligrosa... barra de carmín.

El Unamuno de Amenábar


(Lecturas en voz alta). Este interesante artículo de Jesús Mota es la crítica más dura y con un juicio más negativo que he leído de la última película de Amenábar. Es una opinión bien argumentada, y con oportuna bibliografía, pero creo que su autor confunde los planos y pretende exigir que una obra cinematográfica lleve incorporado una especie de denso y completo ensayo biográfico de uno de sus personajes, principal pero no único. De hecho, parece olvidar que el tema del filme no es ni la vida ni siquiera la conciencia de Unamuno, sino la relevancia y significación que su dubitativa y radical (por exigente) postura ante el desencadenamiento de la Guerra Incivil pudieran tener como excusa para mejor comprender el conflicto. En todo caso, lean y juzguen: vuelven tiempos, ya están aquí, en que no va a ser posible opinar al vuelo, cada toma de postura va a exigir, como suele decirse, conocimiento de causa.

El león

La imagen puede contener: una persona, sentada
Jan van Eyck: San Jerónimo en su estudio, 1435-1442.
Instituto de Artes de Detroit (DIA).
Siempre que encontraba a su disposición una buena jaula —ese lujo— no cesaba de rugir hasta acabar el libro.
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domingo, 3 de noviembre de 2019

Jerogífico (pro domo nostra)


La imagen puede contener: una o varias personas y personas de pie
Alejandra Caballero: Mudanza, 2015.
¿Cuál es el libro más leído de este otoño?
(Para todos los “cómplices”, con todo el cariño.)

sábado, 2 de noviembre de 2019

Vivos y muertos, hoyos y bollos

Dulcería mexicana para el dìa de los muertos. Foto: rulasmx
(Al filo de los días). Resulta obvio y evidente, pero por ello también en peligro de ser olvidado, en estos tiempos en los que la catarata informativa parece haberse desprendido, a beneficio de inventario (signifique los que signifique esta cláusula), del uso del sentido común. La riquísima dulcería asociada a la fiesta de los muertos, tal vez la más variada y exquisita de todas e igualmente importante en numerosas culturas, no es otra cosa que la concreción por vía de los hechos del principio universal del impulso vital (el ser que se empeña en perseverar en su ser, como lo enunció más o menos Spinoza). Y, de paso, pero a renglón seguido, una manera precisa, efectiva, irrefutable de hacer verdad la vieja máxima, no sé si epicúrea pero sin duda vitalista, que sostiene algo tan radicalmente prosaico pero insoslayable como la clara consigna que nos conmina a todos los de este lado, ay, provisional pero aún duradero: «¡El muerto al hoyo y el vivo al bollo!». Al bollo, a los buñuelos, los huesos de santo, la empanadillas rellenas de cabello de ángel, el marron glacé... Estamos vivos de milagro.

En la voz de José Luis Rico