sábado, 27 de abril de 2019

Después de votar



(Ecos- postvoto 1)
La grandeza alegre de la democracia. 
Sencillamente.


(Ecos postvoto 2)
La ocasión más concurrida, tal vez sólo igual que la primera. Huele a récord de participación.

(Ecos postvoto 3)
Ante las urnas, un llamativo número de personas en sillas de ruedas (¿una decena?), a menudo acompañadas de cuidadoras latinas...

(Ecos postvoto 3b)
... y también un buen número de carritos de bebé (conté hasta siete). «Aprendizaje de futuro» (comento, sonrisas).

(Ecos postvoto 4)
«Los de Vox no parecen entender que, de haber triunfado lo que defienden, su partido no existiría» (oído en la cola).

(Ecos postvoto 5)
Respondo a unos chicos muy jóvenes que están haciendo unas «israelitas». Es la primera vez que me ocurre. Intuyo por sus gestos que mis respuestas no son minoritarias. M’alegro.

(Ecos postvoto 6)
Paradójicamente, la ausencia de móviles visibles en la sala de votación me lleva a pensar que quizás sea ésta la última vez que, en unas generales, votemos a pie de urna.

(Ecos postvoto 7)
En el camino de vuelta a casa, las terrazas y las barras de los bares bullen de gente. Como otros domingos, pero con mayor animación. ¿Cómo pensar que podamos estar esperando a los bárbaros?

(Ecos postvoto 8)
Votar en masa, pero de uno en urna. Quizás eso sea lo más importante.

(Ecos postvoto 9)
¿Un pronóstico? Puramente intuitivo: el PSOE se queda al borde de la mayoría absoluta y obtiene un gran triunfo en Cataluña. Vox sorprende. ¿En qué sentido? No meneallo...

(Ecos postvoto y 10)
Y a ver qué pasa... (fruta madura).

viernes, 26 de abril de 2019

Hipérbatos

La imagen puede contener: texto
Textos a la calle. Madrid, López de Hoyos.


(Al paso). 
Qué bien suenan los hipérbatos en la de la ciudad movida noche.

jueves, 25 de abril de 2019

Hablarle a Borges (18)

(Hablarle a Borges, 62). Dicen que Borges dijo o escribió: «Es muy difícil explicar un agrado».
Y se me ocurre: «Tal vez sea suficiente con mostrarlo y, si a mano viene, incluso exhibirlo. En el grado necesario, claro». 
Pero fue Luisito @Luicho_Fig el que dio la primera respuesta que se me vino a la cabeza. Esta:
La imagen puede contener: una persona, sonriendo, noche y primer plano
La Agrado de Todo sobre mi madre.
(Hablarle a Borges, 63). Dicen que Borges dijo o escribió: «Es difícil pensar en el tiempo con un principio o un fin. Estamos siempre en el centro del tiempo». 
Y, con el mismo impulso, se me viene a las mientes (que ya es venir) y sin solución de continuidad (signifique lo que signifique): «El centro del tiempo, la línea del horizonte, el ojo del huracán, el fragor de la batalla, el corazón de las tinieblas, el árbol del ahorcado, el nido del cuco, el huevo de la serpiente... El tiempo y sus películas».


La imagen puede contener: una persona, de pie y de traje
Borges ante la ventana de la casa de Evaristo Carriego.


(Hablarle a Borges, 64) Es sabido que Borges, tras un viaje a Japón, escribió 17 haiku, entre lo que figura este:

«Desde aquel día
no he movido las piezas
en el tablero».


Y, en la misma tesitura, se me ocurre una triple jugada:

1
El tiempo pasa.
Reyes, Damas, Peones:
lluvia y arena.

2
Son triples tablas:
el Diablo, la Muerte
y el Caballero.

3
Perpleja, acude
cada noche la Sombra.
Y no me encuentra.

La imagen puede contener: 3 personas, personas de pie
Borges en Japón, durante un viaje de finales de 1979,
en compañía de su traductora y de la mano de María Kodama.

Grandola... ¡y van 45!


(Audiciones en voz alta). Lamento el posible solipsismo, pero he de admitir que, al caer hace un momento en la circunstancia de la fecha y en el recuerdo de la Revolución de los Claveles (nunca la llamamos Revoluçao dos Cravos!), lo primero que se me ha venido a la cabeza ha sido un exabrupto: «¡Joder, si ya hace 45 años!: nadie nos previno nunca sobre el hecho de que de algo pudiera llegar a pasar semejante cantidad de tiempo...». 

Así que he mirado hacia dentro para tratar de sintonizar con aquel muchacho perplejo de 20 añitos, y no me ha resultado difícil. Incluso diría que sigue ahí, y liberado, además, de algunos equívocos de importancia, de ciertas ataduras afectivas más bien enfermizas, de los automatismos simplistas del maniqueísmo... 

Liberado, también, no sin lamento, de cierta ingenuidad tan irresponsable como lúcida, de la osadía, de la falta de osadía, de esto y de lo otro. Qué se fizo, Dios mío, cómo era... Qué desvarío. He buscado a Dulce Pontes para que su dulce ritmo pausado me ayude a sentir sin vértigo.

miércoles, 24 de abril de 2019

La convers(ac)ión

La imagen puede contener: 2 personas, exterior
Benozzo Gozzoli: Tolle Lege. 1464-1465. Fresco. Iglesia de San Agustín, San Gimignano (Italia).
«Una, dola, tela, catola..., una, dola, tela, catola...». Las voces de los juegos infantiles llegaban al jardín mezcladas con el tempestuoso oleaje de mi corazón. Iban y venían los lugares, las memorias, los afectos, todo confundido en una corriente sensorial que parecía ser ella misma la vida que ansiaba, la plenitud del que fluye sin saberlo. Fue entonces cuando distinguí con total claridad la alegre cantilena irresistible: «Tolle lege, tolle lege»... Y desde entonces no hago otra cosa.
...

martes, 23 de abril de 2019

Miguela del Burgo, in memoriam



Fue un homenaje hermoso, emotivo e incluso alegre, el que le rindió la Casa de Castilla-La Mancha en Madrid a la gran pedagoga y maestra Miguela del Burgo, también escritora sensible y persona comprometida con la vida, fallecida el pasado 10 de febrero. Casi al mismo tiempo que se iniciaba el acto, nos llegaba la noticia de que la Junta Municipal de Hortaleza, su barrio, decidía por unanimidad ponerle su nombre a una calle del distrito. Aquí lo cuenta con brillantez y exactitud nuestro amigo y gran cronista Juan Cruz. No tardaremos en darnos un paseo por allí en su memoria. Descansa en paz, amiga. Gracias por tantas cosas y en especial por algunas.

lunes, 22 de abril de 2019

Rima interna

No hay ninguna descripción de la foto disponible.
Una puerta de/a mi infancia. Eburia, calle del Sol.
Te llevaré por rutas —no previstas
si me sigues aquí —sin condiciones.
En medio, el frenesí —y entre los muros
las dormidas disputas —apagadas.
En esta cuerda ajena —al preso incierto
del que se ha desprendido —hasta su sombra
sólo vive el olvido: —es un remedo
de la auténtica pena —inviolable.
Pero tampoco puedes —deshacerte
con razones o sin —con viento en popa
del amante trasluz —que te vigila.
El alma con sus redes —te delata:
es un rumor al fin — y suena dentro
de un dulce paloduz —deshilachado.