La experiencia de ver una manifestación televisada en directo, sin edición del emisor (en
streaming), es una de esas novedades de Internet que están cambiando tantas cosas. Ayer, durante unas tres horas (de 19 a 22), tuve de fondo en mi ordenador, en la página web de
elpais.com, los diferentes enfoques que cámaras diversas (tal vez tres o cuatro) ofrecían de la manifestación que bajo el lema «Rodea el Congreso» tuvo lugar en el centro de Madrid. Se podía identificar claramente la plaza de Neptuno, la esquina de la Carrera de san Jerónimo con el Paseo del Prado (fachada del Museo Thyssen), uno de los laterales del Hotel Palace y tal vez la esquina de la calle Cedaceros, además del triple o cuádruple vallado de protección que cortaba el paso hacia la plaza de las Cortes. En otra pantalla tenía minimizado el Canal Parlamento del Congreso, que estaba retransmitiendo la sesión del día. Y en una pequeña televisión a mis espaldas estaba conectado el Canal 24 Horas de TVE. En las imágenes de la web de
El país no había comentarios, salvo esporádicas conversaciones ¿entre técnicos? que parecían captadas al azar. Aunque el sonido ambiente no era del todo bueno, sí permitía distinguir muchas de las consignas y gritos coreados por los manifestantes. En un momento dado me pareció interesante tomar nota y debajo transcribo (ordenadas alfabéticamente y con alguna acotación meramente explicativa) las frases que capté. Anoto también algunas imágenes que me parecieron atípicas dentro de los muchos momentos de tensión vividos. Sorprendía, por otro lado, la presencia de cámaras de todo tipo y por todas partes, no solo entre los muy numerosos fotógrafos identificados con los petos de la prensa. Supongo que digerir todas las imágenes a que puede dar lugar un acto así llevaría varias vidas. Con cierta ingenuidad, me acuerdo de los testimonios gráficos de las manifestaciones del final del franquismo, algunos de los cuales tienen casi la condición de «imágenes sagradas», por su rareza.
Las voces
«A ti, a ti, a ti también te roban, a ti, a ti...»
(A la policía)
«A ti también te van a echar»
(A la policía)
«Así (¿aquí?) empieza la revolución»
«De norte a sur, de este a oeste, la lucha sigue, cueste lo que cueste»
«¿Dónde están los números de placa?»
(A la policía)
«El pueblo unido jamás será vencido»
(Se repite con frecuencia, como un ritornello
que enseguida prende entre los manifestantes, y en los momentos más tensos)
«Esta crisis no la pagamos»
«Éstas son nuestras armas»
(Levantando las manos abiertas)
«Esto nos pasa por un Gobierno facha»
«Gobierno, dimisión»
(Bastante repetida entre las 20,30 y las 21,15 h)
«Habrá que decirles que por qué nos pegan»
(Hacia la policía)
«Hijos de puta»
(A la policía, tras una carga)
«La voz del pueblo no es ilegal»
«Lo llaman democracia y no lo es»
«Los de la porra en Navidad no cobran»
«Los delincuentes están al otro lado»
«Menos policía y más educación»
«No es una crisis, es una estafa»
«No nos mires, únete»
(Hacia balcones de edificios cercanos y las ventanas del Palace)
«Oe, oe, oe, lo llaman democracia y no lo es, oe, oe, oe, que es una dictadura, eso es»
«Os tenemos rodeados»
«Polícia, únete»
«Que no, que no, que no queremos esto, que no»
«Que no, que no, no somos elefantes, que no»
(¿Por el incidente del Rey?)
«Si no hay dinero, ¿por qué hay tanto madero?»
«¡Sí se puede!»
«Televisión, manipulación»
(Sobre todo, cuando se encienden focos que indican una conexión, sin duda con TVE, que en el canal 24 horas conecta con el Congreso y da algunas imágenes en directo)
«Tú, madero, aprende del bombero»
(A la policía)
«Tus hijos pequeños también van al colegio»
(A la policía)
«Vergüenza, vergüenza»
(Mientras varios policías arrastran a un manifestante y también mientras una mujer herida es conducida hacia una ambulancia del Samur)
«Violencia, no»
Tres escenas
Una chica con los pechos desnudos hace una especie de ritual yóguico frente a la policía y los fotógrafos durante unos diez minutos. Después se retira a un rincón y se vuelve a poner la camiseta que le da un joven barbado.
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Foto de Pierre-Philippe Marcou (AFP). Tomada de aquí. |
Un grupo de unos diez o doce jóvenes vestidos con una especie de chilabas, algunas de ellas de aspecto harapiento, se mueven por entre la multitud saltando y bailando mientras corean (a modo de mesnada futbolera y en lo que parece claramente un
happening paródico): «¡Yo soy español, español, español...!»
Un hombre de mediana edad (digamos que cuarenta y tantos) se pasea en calzoncillos (merecedores con propiedad del nombre «gayumbos») portando un cartel en el que puede leerse: «ESTO ES UN MADRID SIN ESPERANZA». Posa ante los fotógrafos y saluda teatralmente a la multitud. Aún le estoy dando vueltas al sentido "último" de su mensaje.
(Imagen superior: escena de una de las cargas de la policía que pudo vivirse en toda su tensión y desarrollo en el
streaming de la web elpais.com, donde pueden verse algunos de los
momentos más violentos de la transmisión.)
PE. Mientras releo para publicar lo anterior, Neptuno vuelve a llenarse de manifestantes y elpais.com vuelve a transimitir en directo. En los primeros momentos, el grito más coreado es: «Son la policía los encapuchados»...