sábado, 21 de mayo de 2016

Un poema al uso


Este poema no
es un poema
al uso,
sólo un reflejo
de la infinita y
misericordiosa
fuerza que da:
                       pies al guepardo
                       sombra a la acacia
                       brillo al granito.

Este poema
no reza en
ningún templo
ni se arrodilla
en los palacios
ni bebe el agua
de la vida eterna...

Mas rinde culto
al nuevo
             sol de mayo
y danza con
la luna llena
y ríe,
             oh sí,
             cómo se ríe,
en las esquinas
de las ruinas
                      blancas.

Este poema vibra,
piel tensada,
con la memoria
de los ganaderos
que de oeste a sur
cruzaban las montañas
para alcanzar
el cereal del llano.

Pero no es eso
                         no es eso
                                      ni eso
                                                   ni esto.

Este poema no
sabe demorarse,
sólo se desnuda
como una flor
en el estanque
cuando
                tú
                       soplas...

(Croar de ranas).

De todos los poemas
ya iniciados
y todos los
poemas
que aún han de empezar,
el más extraño
será este poema
que nos deja
con la miel
en los labios
                    (quizás)
y el ánimo
perplejo

porque termina aquí.

Fotografía 
Piscina natural del río Ladrillar, en Las Hurdes. Tomada de aquí.

2 comentarios:

Antonio del Camino dijo...

Me gusta mucho, Alfredo, con esa referencia implícita a Larrea y ese discurrir musical y lleno de recovecos y laberintos. Y sí, a mí me deja con la miel en los labios.

Un abrazo.

Alfredo J Ramos dijo...

Gracias, una vez más, Antonio. Siempre son una alegría tus palabras. Otro abrazo.