Una ecuación de puro ensamblaje azaroso que es, a su vez, la fórmula que enlaza estos tres youtubes y que, en su condición de posible post, se había ido quedando en un rincón de la Posada, como el arpa aquella. No recuerdo, si es que lo hubo, el hilo que los unía, aparte claro de la calidad visible. Hoy me parece que son tres formas diversas, y espero que también eficaces, de combatir la caló. Ahí van: sumando tríos hasta el infinito.
Doctor Divago Silencio. Y punto.
Juan Carlos Elijas: «... en un soneto el muerto cabe»
(¡Va por usted, maestro! Y a la memoria del verboso don Panta.)
Lapido «El más allá». Aquí. Y ahora.
2 comentarios:
Tal vez parezcan más adecuados para noviembre que para el caloret que nos ocupa, pero como bien dices la calidad es razón suficiente. Veo que has hecho reforma en la Posada, acorde con los tiempos de renovación que vivimos. Me gusta.
Gracias, Navajo: Es verdad que la caló no nos deja cuerpo pa'na (o «cuerpo de pana», que tal vez venga a ser lo mismo), pero hay que hacerle frente. Y, en efecto, le ha dado una pasada a las paredes del garito. Celebro que te guste.
Abrazo refrigerado (pero con todo afecto).
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