Las cuatro grandes favoritas a los Goya suman 50 candidaturas. |
Ya están aquí de nuevo los premios Goya. La cosecha 2011 de películas made in Spain, aunque más
floja que en años precedentes, no ha sido mala. Sigue faltando esa «obra
redonda» capaz de aunar calidad y éxito de público, una conjunción que parece
cada vez más improbable (a no ser que a Santiago Segura, para variar, le dé por esmerarse un poco a la altura de Torrente 2020).
De cara a
los premios, y tal como las candidaturas permiten suponer, intuyo que puede ser «un año Almodóvar». No creo que los académicos, y menos después de las recientes reconciliaciones, estén dispuestos a llevarle la
contraria a una opinión internacional que se está rindiendo ante La piel que habito, a mi juicio una película fallida,
pese a su impecable factura técnica y sus momentos de belleza convulsa,
pero también con inverosímiles caídas de tono y unas pretensiones de honduras
que no siempre logran ir más allá de la epidermis.
Dos de
los mejores filmes del 2011 corresponden a géneros con escasa tradición en
nuestra cinematografía, la ciencia ficción y el western. Al primer apartado
pertenece Eva, el notable debut
como director de Kike Maíllo (ya he hablado de ella en este blog). Como una nueva y renovada muesca en la gran tradición del cine del Oeste, y en concreto dentro de eso que se ha dado en llamar el «western crepuscular», cabe considerar
con toda justicia Blackthorn. Sin destino,
de Mateo Gil: para mi gusto, es la mayor sorpresa de la temporada en
cuanto a cine español se refiere.
Junto a
estos títulos destaca también la trepidante y poderosa No habrá paz para los malvados, un thriller policiaco de Enrique Urbizu que
cuenta, entre sus varios méritos (entre los que no incluiría el fatigoso título), con una interpretación magistral de José Coronado, sin duda el culmen hasta ahora de un tipo de papeles exigentes que el cada vez más maduro actor viene
encarnando con creciente perfección.
Y, en fin, otros títulos de los que he podido ver que
me parece que no deben quedar sin mención, por diversos motivos, son Primos, una especie de Opera prima para quienes comienza a alejarse veloces (¡y no saben cuánto!) de la treintena, y Katmandú, un espejo en el cielo, la sensible aunque algo tópica aventura nepalí de Icíar Bollaín. Aún no he visto La voz dormida, otras de las grandes favoritas, con nueve opciones de premio; naturalmente, cuento con ella para mi quiniela en los apartados en que creo que puede tener especial peso.
Aquí dejo mi apuesta, una mezcla de gustos personales y de cálculo de posibilidades. No será fácil elegir bien las dianas, pero por no arriesgarse que no quede.
El desierto de sal de Blackthorn, nunca el Oeste fue tan blanco. |
☻ Mejor
película: Pienso que ganará No habrá paz para los malvados, sobre todo si, como creo, Almodóvar se lleva el Goya a la mejor dirección. Aunque si de mí dependiera el Goya más importante sería para Blackthorn, por la valentía de su
apuesta y porque contiene algunas de las escenas
de mayor belleza de cuantas he visto este año en una pantalla: unas secuencias rodadas
en el desierto de sal boliviano que bien merecen pasar a la historia grande del género.
Mejor dirección: Pedro
Almodóvar, por La piel que habito. Me parece la apuesta más segura, desde un criterio realista, aunque tal vez podría disputarle el premio ☻ Enrique Urbizu por No habrá paz para los malvados. Yo le daría este premio también a Mateo Gil
por la osadía de su western.
Mejor actriz protagonista: Verónica
Echegui, por Katmandú, un espejo en el cielo.
La última película de Icíar Bollaín, tan tardíamente estrenada, tiene uno de sus
puntos fuertes en el trabajo de sus dos actrices principales. Yo creo que a la
Echegui, cuyo papel más conocido hasta ahora es el de Yo soy la Juani (2006, de
Bigas Luna), le puede favorecer el hecho de que también figure en el reparto de
otra película destacada del año, Verbo (que aún no he visto, pero no tardaré). En
todo caso, soy consciente de que es una apuesta muy arriesgada en una categoría
en la que la clara favorita es ☻ Elena Anaya, la última “chica Almodóvar” (la última si no
se tiene en cuenta a Bárbara Lenni, que también tiene un pequeño pero no
irrelevante papel en La piel…, quién sabe si anuncio de futuros trabajos).
Mejor actor protagonista: Antonio
Banderas, por La piel que habito. No creo
que los académicos se atrevan a dejar fuera del palmarés al más hollywoodense
de los actores españoles (con Bardem al quite). Sin embargo, no acabó de convencerme la pose fría y pretendidamente diabólica que Almodóvar le exigió en su interpretación del cirujano Robert Ledgard. Mi favorito para este
premio sería, sin ninguna duda, ☻ José Coronado, pero me sorprendería mucho fallar la
apuesta.
Mejor guion original: Woody Allen por Midnight in Paris. ¿Se puede permitir el
Goya despreciar la posibilidad de incluir directamente
en su palmarés el nombre de Woody Allen? Lo cierto es que una peli del
director neoyorkino ya consiguió el premio a la mejor película europea en los
Goya de 2005, Match Point, que era
una producción inglesa. El hecho de que su última película, tal vez un “Allen menor”
pero de inconfundible estilo “woodyniano”, sea una producción española explica
su presencia como finalista en este apartado, aunque esta encantadora historia parisina fue
seleccionada como candidata en otras 13 categorías. Yo supongo que ni a Urbizu ni a Miguel Barros (guionista de Blackthorn) ni al equipo que firma el
guion de Eva, sus rivales, les
importará que la Academia tenga un detalle con el maestro.
¿Y dice usted que me quieren dar el Goya? |
Mejor guion adaptado: Benito
Zambrano e Ignacio del Moral,
por La voz dormida. Apuesto por
la lectura que Zambrano y Del Moral han hecho de la exitosa obra de Dulce
Chacón pensando, sobre todo, en que uno de los puntos más discutibles de la película de Almodóvar, también candidato en este apartado, son los costurones añadidos a la novela Tarántula, del francés Thierry Jonquet.
Mejor actriz de reparto: sin criterio.
No he visto ninguna de los títulos que compiten en esta categoría. Pero como la
cosa va de quiniela, con mucho gusto pongo la cruz en el casillero de Maribel Verdú,
por su papel en De tu ventana a la mía.
☻ Mejor actor de reparto: Lluís
Homar, por Eva. Su
interpretación del robot Max, uno de los personajes mejor y más originalmente
delineados en la película, es excelente. Pero tendrá una fuerte competencia
tanto por parte del emergente Raúl Arévalo (Primos)
como de Juanjo Artero (No habrá paz para…), que consolida una carrera dramática en terrenos bien alejados de aquel inagotable Verano azul de su infancia.
☻ Mejor actriz revelación:
María León, por La voz dormida. Aquí me guío por el runrún medioambiental. Pero debo subrayar que Michelle Jenner hace un papel muy destacable en No tengas miedo, un valiente y oportuno filme de Montxo Armendáriz que discurre por caminos cercanos al docudrama para tratar el tema de los abusos sexuales en el seno de la familia.
Mejor actor revelación: José
Mota, por La chispa de la vida. El primer trabajo serio (y difícil)
del más exitoso cómico del momento es de lo poco salvable que ofrece el último
y escasamente personal trabajo de Álex de la Iglesia, rodado en el teatro romano de Cartagena. Me parece que la merecida
fama conseguida por Mota en la pequeña pantalla le va a ayudar a imponerse. Su
interpretación en la película, meritoria y acaso modulada en el espejo del
Bardem de Mar adentro (por similitud
de inmovilidades), es irregular, aunque destaca muy por encima de
los disparates que a su lado perpetran Selma Hayek y, sobre todo, Juan Luis Galiardo.
☻ Mejor dirección novel: Kike Maíllo, por Eva. Me remito a lo ya dicho.
☻ Mejor música original: Alberto Iglesias, por La
piel que habito. Yo diría que es un fijo. No hay que olvidar que es también candidato al
Oscar por la banda sonora de El topo.
Mejor dirección de producción: Toni Carrizosa, por Eva.
☻ Mejor dirección de fotografía: Juan Antonio Ruiz
Anchía, por Blackthorn.
Los alucinados fotogramas reverberantes del desierto de sal boliviano por
sí solos merecen el premio (con permiso de la «luz fría» de José Luis Alcaine en La piel…).
Y para
completar la quiniela (o pleno al 25, sin contar los cortos):
☻ Mejor canción original: sin criterio, apuesto por la «Nana de la hierbabuena» de La voz dormida.
☻ Mejor montaje: Pablo Blanco, por No habrá paz para los malvados.
☻ Mejor maquillaje y/o peluquería: Soler-Martí-Carretero, por La piel que habito.
Mejor dirección artística: Antxón Gómez, por La piel que habito.
☻ Mejor maquillaje y/o peluquería: Soler-Martí-Carretero, por La piel que habito.
Mejor dirección artística: Antxón Gómez, por La piel que habito.
Mejor diseño de vestuario: María José Iglesias García, por La voz dormida.
☻ Mejores efectos especiales: Balseiro-Castells, por Eva.
Mejor sonido: Marín-Orts-Gutiérrez, por La
piel que habito.☻ Mejores efectos especiales: Balseiro-Castells, por Eva.
☻ Mejor película de animación: Arrugas, dirigida por Ignacio Ferreras.
☻ Mejor película documental: Garzón (y tal vez no por méritos estrictamente fílmicos).
☻ Mejor película hispanoamericana: solo he visto la discreta Un cuento chino. Apuesto por ella en honor a Darín.
☻ Mejor película europea: The artist, un delicado y por momentos brillante ejercicio de estilo que, en mi opinión, no llega a ser esa «obra maestra» que muchos pregonan: le falta una historia verdadera que contar, lo fía todo al homenaje y el manierismo. Entre los finalistas de este apartado echo de menos Un método peligroso.
Y esto es todo, amigos. El próximo domingo 19, a partir de las 22 h, las respuestas.
Alea iacta est.
☻ Aciertos ☻ aproximaciones
6 comentarios:
El cuerpo perezoso y el lánguido ánimo me llevan, en esta ocasión, a considerar un coñazo la cuestión de los Goya. Pienso que tal vez sería ahora, entre tanto revival económico/ardoroso (fue exactamente para esto para lo que ganamos la guerra, joven) y tanto vintage jurídico/patriótico (que diría Forges) un adecuado momento para otorgar al guionista de "Raza", ese hombre, el reconocimiento oficial que nunca tuvo a pesar de su gran talento para el entertainment. ¡Un Goya, también, para Franco!
A toro pasado, veo que has afinado lo suficiente como para darte un notable alto. (Guiño cómplice).
Un abrazo.
Gracias, Antonio, eres un "profe" generoso, quizás con un aprobado fuera suficiente, aunque en la «pedrea» he hecho casi pleno. Hubiera acertado más, en las categorías importantes, sin "prejuicios". Con todo, me alegro de haberme equivocado, especialmente en el caso del Goya al mejor actor: Coronado me parece, con mucho, lo mejor de No habrá paz para los malvados. Pensé que el "efecto Banderas" iba a decisivo. Parece que se lo tomó con mucha deportividad, lo que es de agradecer en estos tiempos de egos tan aparatosos. Y chapeau también por Santiago Segura: dio toda una lección de inteligencia, de saber estar y del grandísimo actor que es.
Un abrazo
Raza insertada en la n potencia (movimiento basculante de los dedos índice y anular), Navajo: ese me parece el máximo candidato a eso que dices.
De todas las que mencionas solo he visto Blackthorn y Midnight in Paris.
Coincido contigo en que la primera es una película de una belleza extraordinaria, aunque también coincido con Navajo en que la gala de los Goya suele ser y ha sido como siempre un coñazo.
Un abrazo, Alfredo
Gracias, Cristal. En cuanto a la gala, no negaré que se me hizo un tanto pesada, sobre todo por los inacabables agradecimientos. A Lluís Homar, por ejemplo, le hubiera quitado el merecido premio... aun a costa de quedarme sin una apuesta segura. Pero también tuvo momentos interesantes. Yo creo que en los últimos años este evento ha mejorado.
Otro abrazo.
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