(En voz alta). Los caminos de la memoria se encuentran y se bifurcan por las rutas más insospechadas (hadas). A través de una interesante documento sobre productos comestibles gallegos de extraordinaria calidad, y gracias a la camiseta que porta una de los productores, caigo en la cuenta de que el año del señor de 1984, tan temible como sobrepasado en términos distópicos, fue en lo futbolístico todo un señor año para los que tenemos un corazón de león athlético y mucha sed frustrada de logros deportivos. Para la tarde de un 1 de agosto de más de cuatro décadas después, no está mal regresar al Bernabéu y rememorar el gran triunfo copero frente al Barça de Maradona y Schuster. Y más si se tiene en cuenta que ese mismo año el Athletic fue campeón de Liga. Merece la pena, además de disfrutar el resumen del partido (que, en efecto, concluyó como el rosario de la aurora), fijarse en el palco del final. Y, sobre todo, entonar el alirón. ¡Ea!