De un tiempo a esta parte, cuando uno quiere hacer un comentario en algunos blogs de Google, un recuadro precautorio te plantea un reto peliagudo: «Demuestra que no eres un robot».
Inevitablemente, tras tentarme la ropa y mientras siento que mis mejillas se cubren de un rubor metálico, me acuerdo del inicio de Blade Runner, de las impactantes escenas en las que el replicante Leon Kowalski es sometido al test de Turing (ver vídeo).
Y a menudo, también, sobre todo después de ver qué difícil es discernir algunos grafismos y cómo varios comentarios dejados en blogs amigos se han ido por el sumidero de la prueba no superada, suelo quedarme con las ganas de responder de modo parecido a como lo hace el replicante..., incluida la ráfaga de plomo a discreción.
Si, como se decía antes, la naturaleza copia al arte, cada vez está más claro que las ruedecillas cuánticas de internet se fijan mucho en el cine.
El tema no es menor. Y resulta apropiado, me parece, para este miércoles cinerario. Memento homo...
Imagen superior tomada de la web de la Universidad de Arizona.
7 comentarios:
Quod erat demostrandum.
Yo sé quién soy (decía don Quijote;-)
Así es Olga, siempre a vueltas con la cuestión de la identidad. Gracias por la visita.
Gran película, Alfredo, Blade Runner.
Como dice Olga, don Quijote decía saber quién era. Pero, ¿realmente lo sabemos?
No sé si para evitar quebraderos de cabeza al respecto, en algún blog he visto que se rogaba a los titulares de las bitácoras el que eliminaran la opción de las palabras que demostrarían, al escribirlas, que no se es un robot.
(Yo no sé si lo soy o no: voy por el tercer intento y esto no ha salido aún.)
Un abrazo.
Y que lo digas. A mí últimamente me pasa de todo, desde que me repiten dos veces el comentario a que dicen una y otra vez que no he escrito correctamente la palabra de turno que, por otro lado hay veces que no hay dios que la entienda.
Lo que apuntas de que demuestres que no eres un robot también parece una tomadura de pelo, aunque nunca se sabe, con los tiempos que corren, a lo mejor terminamos como ellos, trabajando gratis y sin abrir la boca.
Un abrazo.
Gracias, Antonio. Completamente de acuerdo en la valoración de Blade Runner, y especialmente el montaje del director (sin voz en off ni coloridos vuelos finales). En cuanto a este nuevo recurso de blogspost, la verdad es que es de una pesadez disuasoria.
Un abrazo
Es una posibilidad algo más que altamente probable, Cristal, esa que apuntas al final de tu comentario. Es más, me parece que en cierto modo ya es una realidad. En todo caso, también los robots deberían tener derecho a manifestarse, ¿no crees? ;-)
Un abrazo
Ya lo hacen. Hace pocos días pudimos ver en la puerta de la Fresh Galery de Madrid a varios ejemplares del Vaticanus Furiosus, versión 1.1 (la trentina), pancarteando contra la “obscenity” de Bruce LaBruce.
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