(CajaDeCitas, 4). Si , como dicen en México, está “prohibido aparcar en lo absoluto”, quizás una alternativa transitable sea visitar despacio y detenerse en la Zona Paz.A discreción. Y con libertad. Bajo palabra.
(CajaDeCitas, 3). Se está ahora hablando aquí y allá sobre la subida (o bajada) a la pantalla grande de Pedro Páramo, esa discutible pero no despreciable adaptación de la obra de JuanRulfo cuyos mejores valores, a mi entender, caen del lado de la banda sonora (y también de alguna atmósfera), mientras que lo más extraño es la sensación de ver a alguien que se parece tanto a Carlos Fuentes dándole cuerpo al principal habitante de Comala, ese no lugar que los contiene todos.
En lo tocante a Rulfo, pocas cosas pueden reemplazar, ni igualar siquiera, una experiencia que los archivos de la Red nos permiten: oír al inimitable escritor mexicano en su propia voz. Este enlace hace posible escuchar y hasta navegar por «Talpa», uno de sus cuentos que incendian el llano y la lengua. También están todos o casi todos los demás, búsquenlos. Alguno («Diles no más que no me maten…») he dejado ya lo he dejado por acá. De «Talpa», por cierto, se anuncia en el Teatro de la Abadía una versión en teatro de marionetas (¡ah aquellos sueños de Bread & Puppets de nuestra juventud, concretamente e el escenario del Johnny!) por la Compañía Natalia. El que avisa…, avisador.
(CajaDeCitas, 2). El Archivo Pessoaes uno de esos lugares donde uno podría quedarse a vivir. Aunque también sea lícito y muy oportuno preguntarse, como se exclamaba al final de Blade Runner, «¿Pero quién vive?».
Y como complemento este interesante documental, dirigido por Alberto Ruiz de Samaniego y José Manuel Mouriño, procedente de la exposición «Pessoa/Lisboa», que se presentó en el Círculo de Bellas Artes de Madrid entre el 1 de diciembre de 2016 y el 5 e marzo de 2017.
(CajaDeCitas, 1). Es inmensa la cantidad de vídeos, audios y otros documentos capturados en la red que merecen la pena. Los iré subiendo al muro como una biblioteca personal, pero abierta a quien pueda interesar. Como estreno, Borges y su relación con las traducciones de Kafka al español, y en concreto La metamorfosis” (o, más bien, La transformación) y otros cuentos.
(En voz alta). Menos mal que en medio del albañal informativo que circunda y recorre en todas direcciones el planeta, y por el que circulan todo tipo de crónicas que dan cuenta de lo peor de la especie, a veces se cuelan informaciones de cariz científico (o artístico), como esta del diario.es, que vienen a ser como verdaderas islas en el mar tenebroso. Los sorprendentes avances bioquímicos en el cada vez más preciso conocimiento del cuerpo humano abren de par en par las puertas para el remedio cada vez más seguro y eficaz de graves enfermedades.
Estremece pensar en qué nivel de desarrollo científico podría estar hoy la humanidad si todos los recursos y energías que se dedican a la destrucción y las interminables guerras se emplearan en los diversos programas de investigación científica actualmente en marcha en terrenos como la astronomía, la física, la bioquímica, la neurología o las cada vez más potentes tecnologías de la información, en algunos de los cuales el saber humano se está asomando a fronteras que hasta ayer mismo parecían inimaginables.
La segunda canción que escuché de Rosalía. Un deslumbramiento que reforzaba el primero y que fue seguido con la escucha, y por dos veces, de todos los temas de Los Ángeles. Aún no he olvidado aquella emoción. Era, creo recordar, el invierno de 2017, puede que en febrero.