Decía un gran cocinero, 
de cuyo nombre
no voy a acordarme ahora,
que el sueño de su vida
profesional sería
el de cocinar 
para una sola mesa.
Soy muy afortunado:
esta pasión mía por la escritura
—y, en concreto, por la poesía—
me permite hacer verdad 
el sueño
de escribir 
para un 
solo 
lector: 
tú.

No hay comentarios:
Publicar un comentario