domingo, 30 de abril de 2023

PROMESAS CUMPLIDAS

Henri Matisse: Dance, 1910. The Ermirtage, San Petersburgo.
Y el algoritmo comenzó la danza.
(LUN, 395a)

sábado, 29 de abril de 2023

Idilios, bombas y serendipias


(En voz alta).
Se juntan en esta página del Babelia de hoy (29.04.23) dos referencias dignas de destacarse. La primera es ese diagnóstico de “un idilio fugaz, pero intenso, entre Corín Tellado y William Burroughs” que el inspirado Max acuña para definir con gran pericia cierto tipo de novela femenina triunfante, y que tal vez podría extenderse a algunos de los inventos narrativos más alabados por la “crítica seria” (signifique lo que signifique…). Y el otro es la reseña que Javier Sampedro hace de la monumental biografía de Robert Oppenhaimer, el padre de la bomba atómica, motejado aquí, sin duda justamente, como el “Prometeo americano”. Como dice Sampedro, la obra es un buen y contundente aperitivo a la película de Nolan que se anuncia para el próximo junio. A la lista de otros posibles padres del invento nuclear del siglo XX cabría añadir, como puso de relieve el otro día el Nobel Sheldon Lee Glashow en su conferencia en la Fundación Ramón Areces, el nombre de Enrico Fermi. En 1934, y por afortunada serendipia, el físico italiano creyó que había encontrado dos nuevos elementos, llamados hesperium* y ausonium*, cuando en realidad tenía en su manos —y en las del jefe Mussolini— el hallazgo de la bomba atómica. Una vez más —y ojalá sea por mucho tiempo—, no hay más remedio que concluir que estamos vivos de milagro.

FULGURACIONES PARA SALIR DE ABRIL

Muñeco ideado, confeccionado cosido
y bordadopor Leonora Carrington.
Tomado de 
masdemx.com

Como caído del cielo —¿de dónde si no?—, en las postrimerías de abril vino a visitarme el Espíritu de la Tinta, tal vez el mismo que hace ya años se manifestara ante mi colega y sin embargo amigo Hari de Veneguera, ahora sumido en lacónica confusión. El Tintado revoloteaba por la casa, en forma de polvillo cabrón, y aquí y allá iba dejando regueros de mensajes subliminales que, no sin grave dificultad y con ayuda de la lupa capitolina, pude reconstruir sobre un pliego de fieltro que heredé de Mestre Elmart, allá en los tiempos duros de Eburia, y que desde entonces guardo por si un interprétame allá estos plomos cuando, como ahora ocurre con cada vez más inopinada indecencia, sobreviene en alguna de sus muchas infaustas suertes el apagón. Lo recolectado esta vez dice así: «Hacerse cargo del darse cuenta, / salir a flote sin salvavidas, / tomar el mando de lo vencido / y, al fin de todo, / como quien cierra tras sí la puerta, / mirar de nuevo al alto cielo / y seguir andando». No es mala retórica, me parece. Me quedo, sobre todo, con el remate. Seguir. ¡Andando!

(LUN, 396)

viernes, 28 de abril de 2023

NOSTRA A LAS PUERTAS DEL METRO

Metro de Alfonso XIII, Madrid.
Este mediodía, al salir con la perra Cleo a dar una paseo antes de comer, me ha dado un vuelco el corazón al descubrir a Nostra al pie de la escalera del metro de Alfonso XIII, muy malamente vestido y —de ahí el susto morrocotudo— en clara actitud de mendigar. A ver, no es que tenga yo nada en contra de una ocupación tan digna como cualquier otra y a la que, tal como a veces se enmarañan las cosas, no hay que descartar por completo como futurible en ningún horizonte vital, salvo en el de algunos mangantes y otros eméritos; pero ver su ejercicio puro y duro en alguien de tanta solera y tanto fundamento como el profeta de la Prospe me ha parecido demasiado p’al body, que se decía antes.
La situación era tan embarazosa, que tentado he estado de hacerme el longuis y escurrir el bulto. Pero como Cleo ha debido de olfatear a quien siempre la trata bien e incluso le da alguna golosina, ha empezado a tirar de la correa en dirección a él y, cuando me he querido dar cuenta, ya estábamos los dos frente a frente.
—¡Halá, colega, tú por acá!
—Hey, Nostra ¡qué sorpresa!
—Ya te veo, parece que te hubieras encontrado a un fantasma.
—Hombre, no esperaba…
—¿Verme así, pordioseando?
—Podías haberme avisado…
Nostra ha guardado sus artilugios de pedir, me ha cogido del brazo y, tirando de mí y yo de Cleo, hemos ido los tres hacia una esquina. Allí me ha hablado en plan confidencial.
—Esto no es lo que te estás pensando, zanguango.
—¡Ah, no?
—En realidad, estoy trabajando. Hago un reportaje para el periódico del barrio.
—Ah, ¿y eso?
—La pobreza por dentro, a ver cómo se vive, cómo reacciona la gente…
—Un experimento, cómo si dijéramos.
—Algo así, vivencias en primera persona.
—¡Nuevo periodismo, ya te digo!
—Bueno, algo de eso hay. Y de la blanca memoria de Tom Wolfe…
No sé si he contado aquí ya que Nostra, antes de trabajar en la Editora Nacional, o quizás en la misma época, hizo estudios o al menos frecuentó la escuela de Periodismo, y de entonces conserva algunas querencias de las que no es fácil oírle hablar, aunque no pierdo la esperanza de que algún día se suelte el pelo. Seguro que tiene en el zurrón experiencias memorables.
—Bueno, majete, os voy a tener que dejar. Que se me hace tarde. Y hoy, además, estoy de luto.
—¿Y eso?
—Es que se ha vuelto a morir Belerofontes y anda por ahí Pegaso hecho un mar de lágrimas.
Salidas de Nostra. No me extraña que en el barrio lo tomen por loco.
(LUN, 397 ~ «La cosas de Nostra»)

jueves, 27 de abril de 2023

UN ‘PROBE’ DE PEDIR

Ilustraciòn de Javier Serrano.

Tía Camila do Naranco (Dios la tenga en su Gloria) sería por sí sola una buena novela si alguien de los muchos que la conocimos fuéramos capaces de poner, negro sobre blanco, o incluso en gris sobre vidrio, solo unas pocas y bien seleccionadas de sus quisicosas, peripecias, facecias, apariciones, iluminaciones, ringorrangos, advertencias, consejas, admoniciones, ditirambos, trasuntos, untos, novelerías, amasijos, barrabasadas, apañadijos, cuélebres, parsimonias, chuflas, trastibillos, volantines, morteros, carillones, alumbres, candelerías, fuciñeiros, rabisacos, trocolotroes, arpegios, asubiados y, en fin, y a lo menos, algún melindroso y resabidillo cuento de nunca acabar que tan bien sabía contarnos a los rapaces de entonces, cuando la rodeábamos en la terraza de Cimadevilla y estábamos pendientes de su boca, mientras ella iniciaba la cantinela:

—Pues érase una vez un probe de pedir…
(LUN, 398 ~ «Los figurantes de Javier Serrano», XIV)

miércoles, 26 de abril de 2023

2 DADOS 2

Anónimo (no identificado): Touched flower boat. Tomado de Kare.


Habrá que volver a escribirlo todo.
Que escribirlo volver a todo habrá.
Volver a que habrá todo escribirlo.
A volver que habrá todo escribirlo.
Escribirlo habrá que a todo volver.
Todo a volver habrá que escribirlo.

No importa siempre ha sido así.
Importa así no siempre ha sido.
Siempre ha sido no así importa.
Ha sido siempre importa así no.
Sido así ha no importa siempre.
Así siempre ha sido importa no.

(LUN, 399 ~ «Amo idioma, dados»)

martes, 25 de abril de 2023

(SIN SOLUCIÓN DE CONTINUIDAD)

Al hilo de unos haiku escitos por Borges tras un viaje a Japón 

….
(4)
Borro la línea
al escribir si escribo
borro la línea.

(5)
No matarás.
La ley resuena dentro
de este revólver.

(6)
Aplazamientos
hasta que ya no quepan,
ni tú en tu sombra.

(7)
Arde la tarde
contra sí misma: tumba
para un rey loco.

( 8 )
Bajo las ruedas
del día acelerado
huellas de nieve.

(9)
En esa risa
cabe toda la fruta
del paraíso.

(10)
Suena una flauta:
el perro mira inquieto
buscando al asno.

(11)
Pon de tu parte
el vuelo que deseas
y alza los ojos.

(12)
Cuando se oculta
la Luna tras los montes
la noche tiembla.

(13)
Tiembla y se hunde
como plomo en el agua:
grave edad cero.

(14)
Largo viaje
el del ala que avanza
sin cesar nunca.

(15)
Una limosna
por el amor de dos
es un tesoro.
(LUN, 400)



Luces de Bohemia: una lectura inolvidable


 
(Al filo de los días). Que el teatro de Valle-Inclán, y de forma muy destacada «Luces de bohemia», sigue manteniendo todo su poder revelador y fascinante volvió a evidenciarse en la tarde-noche del lunes (24 abril) en el Ateneo de Madrid, la docta, bicentenaria y muy activa institución tan unida al escritor gallego, pues no en vano fue su presidente en 1932. Con un salón de actos abarrotado, la lectura dramatizada de la obra que muchos juzgamos como el mayor logro de nuestro teatro contemporáneo —en pocas opiniones literarias e incluso artísticas hay tanto consenso— bien puede considerarse ya una de sus representaciones memorables, tanto por la calidad del elenco organizado y dirigido por Miguel Rellán como principalmente por lo eficaz y vigoroso de una propuesta de lectura que puso en primer plano, aún más que otras funciones digamos “usuales”, el verdadero nervio de la pieza: la grandeza artística de su lenguaje, su prodigiosa escritura.

Es sabido que la obra maestra de Valle conjuga diversos registros retóricos, desde lo alambicado y ampuloso hasta la brillante retranca de lo popular, y que, en una especie de asedio poético maravilloso y magistral, recala en espacios muy íntimos y complejos de expresividad, lo que hace que, además de una muy lúcida radiografía (o reflejo especular) de algunos de los problemas intemporales de España, la pieza sea también un retrato íntimo, preciso, compasivo, de la condición humana sometida al peso implacable de la injusticia y el inevitable desengaño. Valle-Inclán supo retratar en “Luces de Bohemia”, y con enorme maestría, el interminable juego de las apetencias sociales, el oprobio de la injusticia y el descarnado combate que la lucha por la vida y la dignidad suscita en unos personajes que, antes que símbolo de nada, son seres humanos de una pieza y a la vez singulares creaciones verbales que evidencian cómo el arte de la palabra es capaz de poner en pie un universo autónomo donde, como por añadidura, se ventilan algunos de los problemas intemporales de la conciencia humana enfrentada al inaplazable deseo de comprender su condición. Y todo ello en medio de una realidad sórdida o, por decirlo con la triada clásica, “en un Madrid absurdo, brillante y hambriento”.
El trabajo de lectura intensa, con mínima pero esencial apoyatura escenográfica, fue posible gracias al esfuerzo de un reparto estelar encabezado por Lluís Homar (Max Estrella) y Manolo Solo (Don Latino), con Carlos Bardem como lector de acotaciones, y con una treintena larga de actrices (Beatriz Carvajal, Luisa Martín, María Garraló… ) y actores (Javier Gutiérrez, Antonio Gil, Pepe Viyuela, Pepón Nieto, Miguel A. Muñoz…) que rayaron a gran altura y convirtieron la tarde abrileña en una ocasión inolvidable: un verdadero hito en los ritos valleinclanianos. Sobresaliente fue la aportación musical del trío Arbós (piano, violín y violonchelo), con una selección de fragmentos de zarzuelas y otras obras del todo acordes con los diversos momentos dramáticos e interpretados de forma nítida y magistral.
En resumen, todo un disfrute, que debo agradecer a la generosidad de Concha D'Olhaberriague, conocedora y amante de nuestros clásicos y ateneísta destacada. Pudimos felicitar al final a Miguel Rellán y por él nos enteramos de que, si bien la ocasión será irrepetible, sí se podrá acceder en algún momento a su grabación. Habrá que buscarla.

lunes, 24 de abril de 2023

DIWAN

Sophie Gengembre Anderson: Scheherazade, h. 1850-1900.
The New Art Gallery Walsall, Inglaterra (Reino Unido).


SU Me Y
VOZ he pasó
SIGUE enterado una
CREANDO oh mañana
LAS NOCHES querido y
(LUN, 401)

domingo, 23 de abril de 2023

LEER Y SER LEÍDO

Miquel Barceló: El pequeño amor loco, 1984. Colección Lambert, Aviñón (Francia).

«Leer es ser leído», dice el poeta loco en su corazón, mientras vuelve a acariciar su muy querido ónfalo y mira por si en sus estanterías le quedará aún algún orgasmo que llevarse a su muy atribulado y cansado corazón delator, tal vez el mismo que se escucha en el cuento de Poe, sin duda el que se esconde en el interior inaccesible de la jungla de Conrad, y puede que también aquel que el pintor Barceló tan bien representara en un jolgorio de su juventud mostrado en un palacio. «Leer es ser leído, desleídos, disueltos… migados con el pan del desayuno en el café nuestro de cada día, amén».

(LUN, 402 ~ «Imágenes que dan pie/ Día del Libro ‘23)

viernes, 7 de abril de 2023

LA EVAPORACIÓN (10)

Picasso: Las dos hermanas, 1902. Museo del Hermitage, San Petersburgo.
Antes de que ocurriera todo, ellas ya estaban allí, esperando. Luego, fueron las últimas en marcharse. Y en el día nuevo las primeras en acudir. Si queréis saber lo que de verdad pasó, tendréis que preguntarles. Son las verdaderas dueñas del misterio. De hecho, es muy probable que sean el misterio mismo.
(LUN, 423 ~ Picasso azul)

MEMORIAL DE AGRAVIADOS O TRES

Stephen Oliver: Crucifixión II (after Graham Sutherland), 2011. 
Copyright © 2011 Stephen Oliver – All rights reserved.
La pintura original de Graham Sutherland fue pintada 
para la iglesia de San Mateo de Northampton y se realizó en 1946.

Llegados a este punto, y mientras emergían con fuerza los restos de un acaso pretérito esplendor, la Ciudad toda se había convertido en un inmenso memorial de agravios en el que no faltaba vecino que no tuviera a flor de piel su querella, más o menos vetusta o flamante, con otro, y éste con un tercero, y el del centro con la periferia, el de la tramoya con el de las caballerizas, los alguaciles con los maceros, el corregidor con los corregidos, los cultos con los ágrafos… y así hasta completar el puzle entero de las vecindades. Así que llegado el día Viernes y cuando se acercaba la rompida de la hora, a nadie le extrañó que la multitud se acercara como un solo ser al cerro negro del Gólgota, y allí entre todos buscaran el modo de dirimir y lavar sus frustraciones y, por sobre todas las demás cuitas, el minucioso trabajo secular de la murria en sus ánimas y más aún en sus ánimos, y decidieran exorcizar todo junto cruxificando a aquel forastero al que al unísono, como por un efecto mágico, convinieron en considerar el verdadero culpable de todos sus males pasados, presentes y aun del porvenir. Y así lo hicieron. Luego, como en función de disimulo, y sosteniendo que era uso hacerlo desde época que decían inmemorial, llevaron el carrito de los borreguillos hasta el altar mayor. Y el tiempo siguió su curso.

(LUN, 422)

miércoles, 5 de abril de 2023

DADO DEL 5 de ABRIL

Maestro Venceslao (atribuido): Representación del mes de abril
correspondiente al Ciclo dei mesi» colección de frescos
de la Torre dell’Aquila, Castello del Buonconsiglio, Trento (Italia).


Abril con su luz más clara.
Con más clara luz su abril.
Su luz con abril más clara.
Luz más clara con su abril.
Más abril con su luz clara.
Clara con su abril más luz.

(LUN, 424; para Clara, por su cumpleaños)

martes, 4 de abril de 2023

TRES EN LÍNEA


Edvard Munch: La ruleta (‘Ved ruletten i Monte Carlo’), 1892. 
Rasmus Meyer Collection, Bergen (Noruega).


No el azar sino la suerte.
El no azar la suerte sino.
Azar la no suerte el sino.
Sino la suerte el no azar.
La sino suerte el no azar.
Suerte la azar sino el no.
(LUN, 425 ~ Dados)

lunes, 3 de abril de 2023

ESE ADN, ANDA, ESE

Resultado de imagen de ADN hormigas
Los eslabones de la vida.

MOLA PESE AL ADN DALA ESE PALO M
ESE ADN, ANDA, ESE
EN ESA MOTA DEL ADN, ÁNDALE: DATO MÁS ENE.


El código genético es nuestra primera lengua. y también la última.
Es curioso reconocer la existencia de secuencias palindrómicas en el ADN: 
algunas tienen un especial valor en los mecanismos auoinmunitarios.


El GOLEM

(O EL LENTO CRECIMIENTO DE LA PRIMAVERA)



Ilustración: Javier Serrano
Quizás porque no hacían más que proyectarse a través de nuestros ojos, y parecían capaces de aprovechar hasta el más pequeño resquicio de nuestros sueños, las nubes de la gran ciudad habían recuperado sus viejas formas vagamente corporales y no sólo transitaban sobre nuestras cabezas, como de costumbre, sino que se mezclaban con las muchedumbres solitarias y a menudo se dejaban ver como grandes ídolos en los rincones más concurridos.
—Esto no es lo que parece —dice Jack.
—Sí —responde Lytton—, no lo es.
—El lento crecimiento de la Primavera nos ha vuelto a superar.
—Ya no es posible estar preparados.
—Pudimos haber creado antes el Golem.
—Es el Golem quien nos pudo haber creado antes.
—¿Sin las palabras necesarias?
—Las palabras ya no sirven.
—No tenemos otra cosa.
—¿Y qué hacemos con la claridad?
—Puedes defecarla.
—Sigues masticando agujas de hielo.
—No espero que puedas entenderme.
—Tus voces se cuelan en mis sueños.
—Y tú eres la peor de mis quimeras.
—Tendríamos que rezar juntos.
—Hacer cualquier cosa juntos.
—Lo siento, olvidé tu nombre.
—Me llamo Jack. ¿Tú eres Lytton?
—Lo siento, olvidé mi nombre.
—Nos ha convocado él.
—Solo veo este paisaje.
—La casa del pararrayos helado.
—No soy capaz de salir de mi cerebro.
—Ya están a punto de llegar.
—Bah, seguro que es otra falsa alarma.
—Chisss, ¿no lo oyes?
—Hay demasiado ruido.
—El zumbido de fondo.
—Parece como si alguien se hubiera dejado la luz encendida.
—El zumbido de fondo.
—Chissss, chissss…
—Calla, calla…
Hay una crónica que aún puede consultarse en el Templo en la que se cuenta cómo el Golem se echó a andar y pasó el resto de sus días, que aún son estos, buscando a alguien que lo desenchufara.
(LUN, 426 ~ «Los figurantes de Javier Serrano», XI)

domingo, 2 de abril de 2023

EL EMPALME


(Arriba) Vías del tren de Tárrega (fragmento), de autor no identificado.
(Debajo) Miquel Barceló: Petit amour fou, 1984. Col. particular.
De pronto, le sobrevino la revelación en forma de pregunta: ¿y si todo no fuera más que el fruto de un empalme? Consciente de la ambigüedad del término y de la posible amplitud significativa del interrogante, sólo se le ocurrió salir del paso con un evasivo, tópico, acaso irónico y sin duda intransitivo por exceso de tránsito: «¡Ahí lo dejo!».
(LUN, 427)

sábado, 1 de abril de 2023

MÚSICA EN VOZ ALTA

No hay que buscar ninguna razón especial para saber por qué La Bamba nos encanta. Es así desde la primera vez que la oímos, niños aún, quién sabe dónde y del todo ignorantes de que quizás estábamos oyendo la primera versión en lo latino de algo parecido a lo que acabaría siendo el rock. Fue mucho después cuando nos aprendimos el nombre de Ritchie Valens, y mucho más tarde aún cuando el cine nos vino a recordar la meteórica y triste carrera del joven cantante, fallecido en el mismo accidente aéreo en que murieron Buddy Holly y The Big Bopper, el fatídico 3 de febrero de 1959, desde entonces conocido como «el día que murió la música». No hace falta nada de eso, ni hurgar en las lagunas de la memoria o en los laberintos de la red, para sentirnos plenamente interpelados e incluidos en ese ritmo que, cada vez que nos alcanza nos da de lleno en el músculo del placer. «¡Y arriba, y arriba!».

(LUN, 428)