domingo, 9 de junio de 2024

REINVERTARSE (la Palestra)

 (La Palestra)

A poco que uno lo piense, sin dejarse llevar por la atracción irresistible que las trampas de la razón nos tienden a cada paso, la ardua tarea cotidiana en tiempos como los nuestros, tan movedizos y fugaces, es la de reinventarse. No se trata ya solo de que sea preciso encontrarle el búsilis a la vieja conseja de que “cada día tiene su afán”, sino que, mendigos de la atención como más o menos vamos ya siendo todos y a todas horas, el verdadero desafío del presente consiste, más que nada, en no sucumbir a las mil y una añagazas que las nuevas formas de relacionarnos —cada vez más impersonales pero también más fáciles, más raudas, más precoces y hasta procaces— propician, para así tener alguna oportunidad de evitar la terrible caída en el ojo del maelstrom que de continuo se cierne sobre nosotros.
Puestas así las cosas, y mientras vamos tratando de asumir el sentido propicio de las nuevas maneras, reinventarse es quizás la única ventana que no podemos dejar de abrir —en nuestra mente— cada vez que también abrimos los ojos a un nuevo día. La tarea tiene mayor dificultad por cuanto, junto a las innovaciones que no cesan de exigirnos nuevos aprendizajes, la realidad está comenzando a ser transformada, gracias al punzón acuciante de algunas de esas innovaciones, en una especie de calcetín reversible o manga pastelera de ancho buche cuyos interiores y escondrijos también pueden ser, y de hecho son, fuente de novedades sin cuento, de modo tal que lo que creíamos que era el pasado y cuanto teníamos por seguro que sabíamos de él —ser y conocer— fluyen ahora en permanente cambio.
Y todo ello, oye, exige de las huestes de nuestras neuronas un esfuerzo verdaderamente atroz y un temple asaz inconmensurable, imprescindibles ambos para que eso que llamamos “lo que ocurre” no nos atrape en su turbión y acabemos dando vueltas en la masa informe de lo irrelevante, disueltas al fin nuestras almas como miserables terroncillos de azúcar. No vaya a ser que el turbión de los días nos molture de modo y manera tan infames que solo seamos capaces de conmovernos cuando nos cruzamos por la calle con un perro salchicha juguetón y, preguntada su dueña por la gracia del chucho, nos responde: «Píxel, se llama Píxel».
Y luego le pedimos a cualquier ChatGTP al uso que nos diga, en unas pocas líneas, qué lección debemos o podemos extraer de aquello.
E incluso nos responde.

martes, 4 de junio de 2024

GRANDES FICHAJES (la Palestra)

 (La Palestra*)


Mientras una parte no desdeñable de la atención pública se centra en el nombre de Mbappé, “la bomba atómica” fichada por el Real Madrid (según Jabois), una científica del todo desconocida e ignorada por esa misma atención, la astrónoma Carole Mundell, nos anticipa la alineación del equipo estelar de la Agencia Estelar Europa (ESA) para los próximos doce años. Smile, Plato, Ariel, Envision y Lisa, son algunos de los nombres fuertes y configurarán un conjunto correoso y sin complejos entre cuyos objetivos se cuentan misiones tan espectaculares como observar la interacción del viento solar con la capa magnética de la Tierra, el marcaje del planeta Venus, o la búsqueda de exoplanetas semejantes a la Tierra, en parte por si las moscas y en parte por saber, de una buena vez, si hay alguien hay.
Pero quizás la estrella del conjunto, el Mbappé de la formación, seguramente será New Athena, cuya misión es tratar de averiguar, no tanto de qué está hecho el 95% del Universo de cuya composición lo ignoramos todo, incluidas la materia y energía oscuras, sino saber por qué del 5% restante más de su mitad, que está en forma gaseosa, tiene una temperatura superior a los 1000 °C.
Llama también mucho la atención las condiciones de otro jugador cuyo nombre aún no ha sido revelado aunque sabemos que se trata de una sonda que permanecerá en el terreno de juego (o sea en el Espacio, ese estadio), esperando el momento de “perseguir un cometa prístino”, una estrategia atacante que se considera de vital importancia para lograr uno de los objetivos de la temporada e incluso de la década: desentrañar y entender el origen de nuestro Sistema Solar.
A nadie se le oculta que, puestas así las cosas, nos esperan grandes emociones.

*Retomo este título (La Palestra) de una sección que tuve en un periódico local hace alrededor de medio siglo para volver a las andadas. Sin compromiso alguno de periodicidad ni de duración, irán apareciendo en ella apuntes y comentarios de cariz periodístico, sin excluir ningún género. Viva la miscelánea.
Aquí van las acepciones del término, según el Diccionario de la RAE :
Del lat. palaestra, y este del gr.παλαίστρα palaístra, der. de παλαίειν palaíein 'luchar'.
1. f. En la Antigüedad clásica, lugar donde se lidiaba o se luchaba.
Sin.: palenque, coso, ruedo, plaza, arena, escenario.
2. f. Lugar donde se celebranejercicios literarios públicos o sediscute u organiza una controversia.
lanzarse, salir, o saltar, a la palestra
1. locs. verbs. Dicho de una persona: Tomar parte activa en una discusióno competición públicas.
2. locs. verbs. Darse a conocer ohacer pública aparición.
Sinónimos o afines de palestra
* palenque, coso, ruedo, plaza, arena, escenario.

viernes, 31 de mayo de 2024

LA ÚLTIMA LUNA

Cuando Sherezade acabó de leernos las páginas del Diario de Nostra, estaba a punto de amanecer. Algunos de nosotros, sin duda vencidos por el cansancio acumulado en las últimas noches dormitábamos con disimulo o incluso a pierna suelta, liberados ya de cualquier contención o cinchas de decoro. Otros en cambio, incluidos los estirados Merluzos, pero también la Vieja sin Nombre, la mezcladora de refranes, el experto en Evaporaciones o, en fin, el Buhonero que ya había dejado de seguir las instrucciones de Perec permanecían alerta y como en actitud de preguntarse: «Hemos llegado a la LUN de la última noche en este viaje de retorno, ¿y ahora qué?». Tras pedir con un gesto la venia de la princesa, me atreví a intervenir: «Tenemos aquí la llave que nos ha dejado Nostra. Algo habrá que hacer con ella». Y, en efecto, en el centro de la escena, ya iluminado por la primera luz, lanzaba sus destellos incitantes la pequeña llave. Sherezade se acercó hasta ella, la cogió y mientras nos miraba con la más delicada de sus sonrisas se dirigió hacia la ventana del fondo de la sala, arrojó con fuerza la llave contra el cristal y nos dijo: «Vamos, salgamos de aquí». ¿Y qué otra cosa podíamos hacer sino seguirla?

(LUN, 1 ~ FIN)

viernes, 24 de mayo de 2024

La ele de Leal




Ni la a de asesino,
la a de da al

ni la be de bandido,
la be de de bal

ni la ce de crápula,
la ce de cal

ni la de de despiadado,
la de de dedal

ni la e de estafermo
la e de al

ni la efe de facineroso
la efe de feal

ni la ge de gárrulo
la ge de gal

ni la hache de hideputa
la ache de hcaal

ni la i de ignominioso
la i de dial

ni la jota de julai
la jota de dato jal

ni la ka de kafre
la ka de dakal

ni la eme de majadero
la eme de meal

ni la ene de necio
la ene de neal

ni la eñe de ñoño
la eñe deñe al

ni la o de orgulloso
la o de oal

ni la pe de pendenciero
la pe de pal

ni la cu de quisquilloso
la cu de ducal

ni la erre de rabudo
la ere de real

ni la ese de soplagaitas
la ese de deseal

ni la te de taimado
la te de etal

ni la u de ululante
la u de dual

ni la uve de víbora
la uve de vual

ni la uve doble de wolfe
la uve doble del bode vual

ni la equix de xoxón
la equis de dsiuq eal

ni la ye de yagrumo
la ye de deyal

ni la zeta de zopilote.
la zeta de atezal


miércoles, 22 de mayo de 2024

LAS DIEZ DE ÚLTIMAS

Ha vuelto a corporeizarse, quién sabe si un poco enfadada, la tan diligente como sin duda astuta Sherezade o Scheherazade o Shahrazad para pasar revista en el serrallo, ahuecar tal vez los alhohadillones y pufes, y comprobar, como suele, la sucesión de lunas y «ponerme en un plis al corriente —dice ella— de cómo está el cómputo general de cuentos y qué lides quedan en lanza ahora que ya enfilamos las últimas diez noches de las Mil y Una en su retorno, estas tus algo latosas Las Últimas Novelas, o LUN propiamente dichas, y cuando todo empieza a tener un aire de hastaluego y ahí os quedáis, tolais…». Me parece que esta chica con el paso de los días y las reiteradas confianzas, anda un poco ligera, y no solo de lengua, y como con el fandango corrido. Pero sí, tiene razón: no hay más remedio que hacerle caso y mirar en derredor, en cajones y anaqueles, para que no quede pendiente o discordante nada que en verdad importe (si es que algo), antes de poner fin definitivo al juego y entregar al olvido los azares, el runrún y las llaves de la última casa. Dicho de otro modo: vamos que nos vamos (yendo). Aunque es la verdad que, si no está todo en orden (¿y quién se atrevería a precisarlo?), lo fundamental sí parece resuelto. Ya vimos en su día lo que fue de las primeras casi setecientas noches, de modo que centrémonos ahora en lo que corresponde a las últimas trescientas y pico lunas, al menos en los argumentos o series principales. Concluyeron, al menos en apariencia, las andanzas y parrafadas de Nostra, si bien no cabe descartar alguna sorpresa. Y culminó asimismo la procesión o desfile o solo comitiva de «Los figurantes de Javier Serrano», serie urdida a partir de las imágenes previas y de lo que cada una fue capaz de referir, en términos concretos, de lo mucho que en cada una de ellas se podría ver. También parecen consumadas, y en todos los sentidos, las estampas eróticas de «Las musas de Macías», aunque me consta que a Shere no le importaría ponerse a leer alguna más (y al que suscribe tampoco). Andan por ahí aún ronroneando y tramando sus complicidades inconexas (en apariencia, pues siempre hay un hilo subterráneo que los desata) los recalcitrantes Merluzos, aunque estos dos —si es que son dos o multitud— van a su bola y muy capaces serían de despedirse a la francesa. Cualquiera sabe. Series que seguramente aún podrían brindarnos, si las hubiera, noches de mucho ajetreo son, además de los diversos juegos y malabares perpetrados por el Juglar del «Amo Idioma» —a saber: palíndromas, micródromos, nanódromos, dados, cuadrados mágicos, acrósticos, haikulerías, molinillos…—, los “cuentos literales”, que deberían, en puridad crecer hasta completar el alfabeto; también el desorden refranero de las nuevas intropías, los argumentos esgrimidos o aportes sembrados «Al pie de Goya», y, en fin, los homenajes y necrológicas que puedan surgir al albur de los devaneos de La Parca, sin olvidar los apuntes inmediatos «De la vida misma» ni los ejercicios ecfrásticos agrupados bajo el rubro de «Fotos que dan pie». Pero es evidente que no hay noches ni nichos para tanto y finalmente, oh pacientes cooperantes, criaturas de luz que os movéis con tanta soltura entre el viento y la noche, ni que decir tiene que en vuestras sucesivas comparecencias habréis de seguir observando la coherencia del conjunto, el verdadero y completo sentido sin sentido pero de tan hondo sentido de estas “novelas últimas”, al tiempo que también deberéis procurar que las acciones avancen en sustancia e interés hasta un colofón no redundante que, si el tiempo sigue en sus raíles y las esferas no detienen su curso, habrá de llegar allá por el último día de este mes de mayo que ya enfila sus últimas jornadas. O sea.

(LUN, 10 ~ «Carta de ajuste», y 2)



martes, 21 de mayo de 2024

DIMES Y DIRETES

Javier Serrano: Sin título (postfigurantes), 2024.
No soy ni héroe ni traidor.
Soy ni traidor ni no héroe.
Ni soy no traidor ni héroe.
Héroe no ni traidor ni soy.
Ni héroe no ni soy traidor.
Traidor héroe ni soy ni no.

(LUN, 11 ~ Dado, tomado de Angel Mosterín,
a cuya tan frondosa como sagaz
y divertida sombra lo encomiendo)

jueves, 9 de mayo de 2024

¿Y SI EL AMIGO INVISIBLE FUERA EN REALIDAD UN FANTASMA?

Mi amigo PROMONTORIO se me aparece en sueños y discute conmigo. Dice que en aquellas aventuras con LAURA, él siempre me llevaba de su mano prendido y subía los montes y bajaba las CUESTAS. Y luego, sin más ni más, así como quien dice, después de haberlo casi todo vivido en compañía, mi amigo PROMONTORIO, que nunca se desdice, llega hasta las entrañas de todo lo bebido, en la pura bodega, y allí en cuanto recuerda de su ser cerbatano y el verdadero asunto que fue la cosa propia del que bien no se nombra se deja atrás sus ceros y corre su cortina. Y entonces, como sabe que nunca está de moda ¡el mar, capullo, el mar!, se queda en la rodaja de la sardana y mira por donde va la vaina de la veneración. Mi PROMONTORIO amigo viene a ser como aquel Mon Oncle de TATI, solo que en bicho malo; o sea, en diabluelo que educa con sordina y falta de moral a tantas criaturas como se van perdIDAS por esos andurriales de la crepitación; ya saben, la ardorienta manera de subirse a la GRAN NORIA airona, la que te pega RAUDA esos tan BRUTOS sustos de verticalidad. Mira TÚ, dios incómodo de las intermitencias y los pozos cegados, mira desde allá arriba cómo se asoma a esta broma absurda y a las perplejidades de sus giros concéntricos mi amigo PROMONTORIO, amigo para todo, y cómo deja a buen recaudo el mensaje final: «Tenemos que hablar, cuate, de EL SONETO DE ASUNTA. ¿También tú te has coscado? No puedo decir más». Y se va por la misma vereda que se vino, ya bien mamado, más invisible aún de lo que suponía. Ya puro fantasma. No sé si volverá.

(LUN, 23 ~ Cuentos absurdos)