viernes, 21 de abril de 2017

Ámbar

(Lazos) las letras,
frente a tus ojos ávidos,
trenzan el mundo.

Calles, ruidos,
la brisa en los cerezos:
ciudad soñando.

Cada mañana,
la luz nueva es la misma,
cada mañana.

Cada mañana,
la luz usada ayer
aún huele a limpio.

En mis palabras
tus palabras sonando:
so-y-to-do-tu-yo.

Efecto Reichstag © AJR, Berlín, 2007
Caballerías,
mañanas junto al pozo,
tardes y noches.

Y por la noche,
soñando eternidades:
bellaquerías.

Dime si puedo
decir aquí tu nombre:
ajeno y rosa.

La luz en vilo:
cuando miras el día,
tú la sostienes.



(Cómo) atraparte,
sustancia de las horas:
prisión de ámbar.

2 comentarios:

  1. Delicioso poema, montado en forma de sucesivos haikus, pero acaso bien lejos del haiku, entendido en toda su pureza. Qué más da. Lo cierto es que el texto fluye musical y preciso, para "decir" más allá de las propias palabras "para trenzar el mundo" y dar testimonio de la extensión más honda del poeta. Enhorabuena.

    Un fuerte abrazo.

    ResponderEliminar
  2. Muchas gracias, Antonio. Otro abrazo fuerte.

    ResponderEliminar