jueves, 22 de abril de 2021

Flores para Gabriel Celaya

Placa de homenaje a Gabriel Celaya en el portal de su casa madrileña 
(Nieremberg, 23).

(Al filo de los días). Aún están frescas las flores que alguien puso en la placa de la casa donde vivió Gabriel Celaya, en el barrio de La Prospe, hasta el 18 de abril de 1991. El pasado domingo se cumplieron 30 años de su muerte. Juraría que desde entonces no ha habido ningún aniversario sin estos memoriosos y cálidos homenajes.

Dados robados

 


(En voz alta). Como el que lanza la caña a los albures (signifique lo que signifique, que ya sé) y saca, no sólo el mítico zapato hambriento de la viñeta del chiste sin palabras, o fotograma en blanco y negro, sino y también toda una bien ensamblada sugerencia sobre el azar en sus diversos envites y, de forma especial, textos dados sobre dados que dan mucho de sí. Y todo ello prendido del hilo de seda de un nombre y de una hora vespertina bien acompañada en una nueva, añosa y espaciosa librería del centro de Madrid. Cómo no hacerse eco. Sea. A navegar.

(A propósito de una entrada leída en el muro de César Nicolás, ilustrada con la foto superior)

Aniversario

Parque de la calle Pradillo y colegio Santamarca, Madrid.


De nuevo ha amanecido una mañana Generosa: 22 de abril.

miércoles, 21 de abril de 2021

Vigencia de Emilia Pardo Bazán

Emilia Pardo Bazán (1896), retratada por Joaquín Vaamonde Cornide. Museo de Bellas Artes da Coruña.

(En voz alta). La recuperación definitiva del peso y significado de Emilia Pardo Bazán en nuestras letras no admite demoras. Y eso sólo se conseguirá con su vuelta al primer plano de las librerías (en cierto modo ya está ocurriendo) y, sobre todo, al imaginario desprejuiciado de los lectores. Arrinconada, pese a su exaltación, por muchos manuales de literatura entre las paredes opresivas del naturalismo y el color local, una escritora tan adelantada en tantas cosas a su tiempo, y en otras tan igual a sus colegas y amantes, bien merece ser leída con plena atención y sin remilgos. Este artículo del Diario de Sevilla es una buena aproximación y, a mi entender, recoge las razones fundamentales para que el centenario de la muerte de la escritora gallega (se cumple el próximo 12 de mayo) sea también el de su definitiva resurrección.

martes, 20 de abril de 2021

La milonga de Florentino

(Al filo de los días). Cuando le oí a Florentino Pérez decir que su idea de la liga de los poderosos tiene como principal intención la de salvar el fútbol, me entró tal carcajada que aún estoy temblando de los efectos. Claro que los espasmos fueron después reforzados, y a conciencia, cuando juró y perjuró que él está en el Madrid sólo por afición y que quien quiera su cargo ahí lo tiene. En fin, Serafín, cuente usted las milongas de las sopas con hondas. Por lo demás, una duda: ¿y no estará tras este intento de recuperar a los más jóvenes para el deporte más famoso el negocio venenoso de las apuestas? Fue curioso observar que la entrevista que ayer concedió el dirigente madridista sólo fue interrumpida (¿ilustrada?), unas tres o cuatro veces, por anuncios de casas de apuestas ligadas al fútbol, esas que suelen terminar sus machaconas y descerebradas propuestas con un veloz: «Y ya sabes, apuesta con responsabilidad». La hipocresía dominante.

lunes, 19 de abril de 2021

Tajos y atajos

 


No hay forma de salir indemne de
una frase cortante salvo si
afilas la palabra hasta que ni
ella de sí se escape, ni lo que
balbucea, tampoco el eco que en
lo roto cruje; pero su luz sí:
la llama interna que vacila en mi
taller de alquimia del nacer sin qué.
El hielo de la voz a la deriva
naufraga mansamente y abre, al
ponerse del sol lento, un cauce con
la sangre, que nos deja en carne viva.
Fulge el astro del fin con brillo tal
que todo se resuelve ya en canción.

viernes, 16 de abril de 2021

El aroma agridulce de los bulos

(En voz alta). ¿Alguien cree que las fakenews’, ya sean bulos o noticas falsas, son un invento reciente? Esta peli de Alexander Mckendrick, de 1959, es una mezcla acertada de drama y cine negro, y destaca por sus ágiles, ácidos y punzantes diálogos. Una curiosidad: si se ve la versión española con subtítulos en español se percibe una marcada disonancia entre lo que dicen los actores (muy dulcificado) y lo que indican los subtítulos (más cercanos, creo, al crudo lenguaje original). En todo caso, una gran película. Y una gran banda sonora jazzística.