lunes, 14 de octubre de 2019

Woody y Trueba

Woody Allen y Fernando Trueba, frente a frente.
(Al hilo de los días). Estuvimos viendo el sábado Día de lluvia en Nueva York, la última película estrenada de Woody Allen, y de nuevo fue la mejor y más hermosa forma de dar por inaugurado el Otoño. Es "un woody" en estado puro, hecho de sus viejos grandes temas cotidianos, incluso de sus chistes temáticos (sexo, muerte, judíos...) inasequibles al desaliento. Tal vez con una mayor carga de melancolía, pero con toda la gracia de un nuevo homenaje a Nueva York, al amor enredado, al arte de hablar e incluso discutir apasionadamente andando por la calle. Una magnífica levedad, como sostiene Fernando Trueba en esta excelente y muy oportuna entrevista, que contiene, además, un acercamiento a la obra y los gustos del maestro desde la privilegiada experiencia de otro gran director de cine. Es la pista de despegue perfecta para, si aún no han visto la peli, ponerse en órbita e ir a volando al cine que tengan más a mano. Les aseguro que no se arrepentirán.

Tarde de viento en la ciudad desierta

La imagen puede contener: interior
Puerta y sombras. Museo Sorolla, Madrid. Foto © AJR, 2019
Cae la tarde. Está el viento poseído
de su voz más antigua y merodea
por los viejos tejados de la aldea

y en la torre en que, niño, estoy subido.

Lo escucho ahora en la ciudad. Su aullido
despierta en mi memoria una marea
de palabras sin fin cuando golpea,
a la vez que en el árbol, en mi oído.

Y así, mientras las horas entretejen
en el quieto telar urbano el tedio
de la indolente tarde de domingo,

los ecos vendavales me estremecen:
el que ahora acaso soy sufre el asedio
del que sin duda fui. Y no los distingo.

La sentencia

La imagen puede contener: una persona, de pie
Anónimo:«Dos personajes leyendo la prensa».
A primera hora de la mañana, todos los tuíteres, un porcentaje nada despreciable de muros feisbúkicos y algunos resortes de otras redes menores se iluminaron con estos tres neones verbales que también fulgían en la mayoría de periódicos:
1. El conocimiento es poder. (Francis Bacon)
2. Los soberanos estados no tienen en nada ideología alguna. (Roy McDonads)
3. Dale la razón a tu razón o te vas a volver loco.(Don Juan Matus).
Ni que decir tiene que en La Pell de Brau no se parlaba de otra cosa.
...

domingo, 13 de octubre de 2019

Mar Menor: memorial de agravios

El Mar Menor a vista de satélite: el verde delator
(Lecturas en voz alta). Un reportaje extenso y complejo, firmado por Antonio Delgado y Ana Tudela, sobre las múltiples irregularidades e ilegalidades que se han cometido en el Mar Menor y las graves deficiencias de la errática política que ha desembocado en la letal situación que vive hoy la laguna salada.

Lección de física

La imagen puede contener: 7 personas, personas de pie
Nikolai Bogdanov-Belsky: Aritmética mental en la escuela pública
de Rachimsky,
1896. Colección privada.
El profe subió al estrado y con gran parsimonia y un puntero transparente escribió en la pizarra: «Estas palabras son para tus ojos y sólo existen cuando tú las miras». Después se volvió hacia nosotros y dijo: «Hoy, queridos monstruos, os voy a contar algunos secretillos». Todos reímos con gran revuelo de pulpejos y botones oculares. Pero enseguida nos impuso silencio. «No se vaya a despertar —nos dijo— el Alien que nos sueña y todo se vuelva al limbo».
...

sábado, 12 de octubre de 2019

En clave

La imagen puede contener: una persona
Paul Cézanne: El padre del artista leyendo L’Evénément, 1866.
National Gallery, Washington.
«Gracias, Espíritu Santo», leíamos en la prensa de entonces casi en el mismo sitio donde, en la prensa de hoy, podemos leer: «Se necesita mozo de comedor interno». Siempre se dijo que eran mensajes en clave de ciertos negocios más o menos turbios. En el fondo, novelas (impresas) de una línea.
...

viernes, 11 de octubre de 2019

Peter "Nobel" Handke


(Lecturas en voz alta). Qué fácil resulta recuperar la sintonía con Peter Handke, cuyo nombre tenía si no olvidado sí recluido en una estancia de la memoria (y de mi biblioteca) que ya me parece de otro mundo, que de hecho es —son— de otro mundo. Recuerdo que, a finales del siglo pasado, cuando laborábamos en la enciclopedia de Anaya que luego publicó Vox (la editorial, claro), los libros de Handke eran un tema frecuente de conversación entre los redactores del área de Humanidades, y nada nos hubiera hecho más felices entonces que la concesión del premio que ahora lo ha distinguido. Como esta entrevista pone de relieve y sus libros —aunque no siempre de modo evidente— demuestran, es un escritor de la estirpe de Cervantes y Tolstoi, también con similitudes con Coetzee o Barnes, más que con Bernhard, del que le distancia una mirada siempre compasiva sobre el mundo. Llevo su nombre asociado a una frase que él empleó como título de una de sus obras y que me parece que resumen bien la esencia de su compromiso con la escritura: captar el momento de la sensación verdadera, extraer de la experiencia de la vida lo que la hace digna de ese nombre. Sus lectores estamos felices.