domingo, 5 de marzo de 2017

La Media Noche de Valle


Un Valle no muy conocido y, por diversos motivos, sorprendente es el de La Media Noche. Visión estelar de un momento de guerra. En junio de 2017 se cumplirán cien años de la primera publicación de este relato centrado en la Primera Guerra Mundial. Con ese motivo, Alianza acaba de rescatarlo en volumen exento.

Es una obra muy breve, que no alcanza siquiera la dimensión y factura de una nouvelle, aunque posee una gran intensidad, en parte porque está escrita en clave de no ficción, como testimonio extraído directamente del campo de batalla. Sorprende su modernidad, la mezcla de procedimientos expresivos habituales en Valle con variaciones casi experimentales, como la superposición de planos narrativos, o la multiplicación de los puntos de vista, para lograr esa «visión estelar» a la que alude el subtítulo, y que viene a ser una mezcla del «viaje astral» esotérico con la impresión que al autor le produjo un vuelo en avión militar sobre las trincheras de la Gran Guerra, en el frente franco-alemán. En algún momento, especialmente en los primeros capitulillos, se diría que el escritor gallego se está adelantando a los «ejercicios de estilo» de Queneau. Sin duda, anticipa las descripciones poliédricas, cubistas, de Tirano Banderas y, en alguna medida, los procedimientos estéticos del esperpento.

Leyendo los breves 40 momentos de la narración, más de una vez me han venido a la cabeza escenas de Senderos de gloria (Paths of Glory), la extraordinaria primera película bélica de Kubrick. Se diría que Valle, tan amante del cine como artefacto creativo y novedad narrativa, se planteó un modo de acercamiento al escenario épico muy parecido al que el cineasta adoptó décadas después. En sentido contrario (y complementario), es muy sugerente imaginar lo que Kubrick podría haber hecho con algunas de las visiones de Valle si las hubiera conocido; por ejemplo, con los «cadáveres veleros» del capítulo XII, una de las imágenes más poderosas del relato.

Esta edición de Alianza, muy recomendable, está precedida de una extensa introducción de Margarita Santos Zas, que contextualiza con gran solvencia la obra y anima a reintepretar su importancia dentro del corpus literario de un autor cuya relevancia no cesa de crecer.

miércoles, 1 de marzo de 2017

Sobran ángeles


No me guiñes el ojo parcheado,
ángel de la vanguardia, tan antiguo.
Te he visto alicaído, gris, ambiguo,
menos ángel que gallo desplumado.

Y tú, Luzbelcebú, ángel suicida
por ansias de ser dios siendo serpiente,
¿a dónde fue a parar toda esa gente
que te dio el alma a cambio de más vida?

Ángeles derretidos de blancura,
atados por la luz a la escotilla
del bajel celestial y a eterna noria.

Y ángeles de inconcreta encarnadura,
espíritus más bien de pacotilla...,
¡en el infierno estáis como en la gloria!



Nota. Al coincidir este año el miércoles de ceniza con el día en el que se celebra (o celebraba) la festividad del Santo Ángel Custodio del Reino, me ha parecido oportuno rescatar este soneto contra los ángeles. En mi primera juventud fui un lector apasionado del libro de Alberti que tiene a estos seres espirituales como protagonistas. Y como símbolo y tema frecuente en muy diversas formas de arte, los ángeles casi siempre me han resultado más bien simpáticos y útiles. Además de terribles, como los veía Rilke. Es probable que, junto a cierto cansancio que con el tiempo podemos llegar a sentir ante nuestras preferencias, en el origen de este soneto esté una algo agria aunque finalmente inane polémica sostenida en un viejo foro de poesía con alguien que solía cantar, un día sí y por la tarde también, al «ángel caído». En todo caso, confío en que el sentido irónico que siempre tuvo el poema sea perceptible. Y que quienes creen firmemente, o de forma imaginativa, en estas criaturas no se sientan molestos. De la imagen con la que ilustro el texto no conozco el título ni el autor. Se agradecen pistas. Por el llamativo efecto ocular, me recuerda en parte al monstruo que creó Guillermo del Toro en El laberinto del fauno. Y en parte, también, me parece que podría haberse escapado de una versión surrealista de El cielo sobre Berlín, la película de Wenders en la que un ángel llamado Damiel (Bruno Ganz) sucumbe a la tentación de hacerse humano. En fin, como se ve, demasiados ángeles por todos lados.

martes, 28 de febrero de 2017

El astronauta submarino


Como otras veces, antes de empezar a escribir en él, el cuaderno me dice su nombre. Este resulta evidente a la vista del dibujo de la cubierta, que parece sacado de una novela de Julio Verne: el astronauta submarino. Al valorar casi al peso el presunto oxímoron que surge de juntar las estrellas con el fondo del mar, me doy cuenta de su gran poder metafórico. Y, más aún, de su realidad. He aquí una buena definición para la tarea del escritor, incluso del poeta: la de convertirse en un astronauta submarino (¿o tal vez un buzo espacial?), alguien capaz de explorar arriba y abajo, sin olvidar el interior de la escafandra, con la misma actitud de búsqueda y atento siempre al control de la respiración. Darle vueltas.

(Tiempo contado, 9 de mayo de 2015, sábado

sábado, 25 de febrero de 2017

Gloria

La imagen puede contener: una o varias personas

Gloria Fuertes, la gran Gloria, comienza a estar donde siempre estuvo: poeta de guardia, en la vanguardia, en la valentía, en el compromiso de verdad con la vida. He leído por ahí que su poesía ha envejecido bien. Lo suscribo: muestra lo alerta que siempre se mantuvo, incluso en la vorágine del éxito, y el daimon creativo que la habitaba. Fue un honor conocerla (... y un placer bailar con ella algún danzón).

jueves, 23 de febrero de 2017

Polvo y libros


Buscando en los estantes superiores
un ejemplar valioso de Otra casa,
me sale al paso un libro de Juaristi 
y una nube de polvo volandero.

Las pavesas de polvo son semillas
de algodón ya maduro y caen al piso
con un pulso de luz deshilachada.

Polvo y libros: curiosa conjunción,
ceniza encuadernada de la hoguera del tiempo,
imagen elocuente de tanta vana gloria.

Somos carne y palabras. Y habrá un día
en que hasta nuestros sueños serán polvo.

¿Qué queda que dé cuenta en cada cosa?

Imagen de autor desconocido, tomada de aquí.

martes, 14 de febrero de 2017

Lectura en Talavera


Este próximo jueves, 16 de febrero (a las 19:30 h), leeré una selección de mis poemas en el Aula de Poesía «Joaquín Benito de Lucas», de Talavera de la Reina. Me acompañará una muy buena amiga: la escritora y profesora Celia Ruiz. Naturalmente, están invitados todos los huéspedes, transeúntes, visitantes y amigos (y, ya puestos, enemigos, si alguno hubiera u oviesede esta Posada. Prometemos no aburrir.

domingo, 12 de febrero de 2017

Entrevista en Alquibla

En Alquibla, la web que dirige y cuida Eva María Galán Sempere, y cuyo lema es echar «una mirada al mundo de las bibliotecas», se ha publicado esta entrevista (más bien cuestionario) que la propia Eva me remitió hace unas semanas. Gracias por la deferencia. Mis respuestas se acompañan con una foto tomada hace un par de años en el caso viejo de Ourense, junto a la estatua de Eduardo Blanco Amor.


Foto SPM, 2014.