jueves, 23 de abril de 2009

Para seguir leyendo a Cervantes


Viendo anoche cómo Andrés Iniesta (de fútbol hablo) dirigía inspirado otra función soberbia de jogo bonito, y mientras observaba los primeros planos de su humanísimo y despejado rostro en la minúscula tele de la posada, me dio por pensar en el éxito que en tierras manchegas han tenido los hipotéticos genes de los rasgos físicos faciales atribuibles a Sancho Panza, al menos en lo que a personajes de relieve se refiere. Además del propio Iniesta, ahí están Pedro Almodóvar o incluso el ex presidente José Bono como ejemplos preclaros de mancheguía claramente alineables en ese bando del otro héroe cervantino.  También podría añadirse al emergente cómico Joaquín Reyes, aunque sus extraordinarias habilidades camaleónicas hacen difícil apresarlo en una sola madriguera. La nómina sin duda podría extenderse.

Más arriesgado, en una primera reflexión, me parece encontrar la también hipotética herencia de don Quijote en los rasgos físicos de celebridades oriundas de la región castellano-manchega. Aunque encuentro que los casos de Antonio López García (el pintor) y del escritor Francisco Nieva tal vez pudieran aducirse sin muchos reparos. Incontestable juzgo el perfil quijotesco del gran dramaturgo, aunque alcarreño, don Antonio Buero Vallejo, que en paz descanse.

Sólo después de andar un buen rato enredado en estas peregrinas reflexiones (que en todo caso y como a la pata la llana me sirven para homenajear a algunos de mis mediocompatriotas más distinguidos) caigo en la cuenta de que hoy, 23 de abril, es el día cervantino por antonomasia. De una forma u otra, felizmente nunca podremos librarnos de la herencia del genio de Cervantes. Su vasta y acogedora sombra se proyecta sobre todos y cada uno de los rincones de ese lugar imaginario llamado realidad.

Procedencia de la imagen: media.photobucket.com  © 2009 photobucket inc

8 comentarios:

Antonio del Camino dijo...

No hay duda, Alfredo, que aquí viene que ni pintado aquello de Babieca a Rocinonte, "Filosófico estáis...". Y aunque no diré yo que la explicación esté en la continuación del verso, sí que confieso que me ha sorprendido un poco esa manera de hilar con la herencia de rasgos físicos en torno a los personajes de nuestro autor más universal. Sin embargo, dése por bienvenida la pirueta para acabar en el recordatorio del día que hoy se celebra y que, en nuestro país, tiene como principal acontecimiento la entrega del Premio Cervantes.

En la lectura del discurso de Marsé, precisamente, me he entretenido esta tarde: discurso que, a mi juicio, muestra ciertos aspectos particularmente interesantes y cercanos que deifinen a quien no viene a ser un autor al uso, no tanto en su escritura, que considero muy personal, como en su actitud ante el "mundillo" que se mueve alrededor de la propia Literatura.

Un abrazo.

Alfredo J Ramos dijo...

Gracias por tu comentario, Antonio. No he podido leer todavía el discurso de Marsé, pero seguro que estará a la altura de su honradez humana y literaria.

Fernando dijo...

"Analogía psicofisiológica"... muy interesante. Lástima que ayer Iniesta se quijotizara (para mayor gloria de tu argumento) y hundiera a los molinos y a sus gigantes madridistas.

Fernando dijo...

"Analogía Psicofisiológica"... muy interesante. Lástima que anoche Iniesta se quijotizara (para mayor gloria de tu argumento) y hundiera a los Molinos y a sus gigantes madridistas.

Alfredo J Ramos dijo...

¿Lástima? Supongo que no todo el mundo utilizará esa valoración para enmarcar el "suceso histórico" del último 2 de mayo. Gracias por tu interés, raro felino.

Antonio del Camino dijo...

Sancho o Quixote... un futbolista como la copa de un pino; y encima, demostrando una sencillez y humildad de la que muchos debieran aprender.

Con todo el dolor de corazón [blanco], pero con total sinceridad: "chapeau para Iniestas, Mesis, Xavis y compañía."

Volviendo al fasto del día 2, me vienen a la cabeza aquellos versos de Lorca a Sánchez Mejías: "Tardará mucho tiempo en nacer, si es que nace..." (y enlazo, claro, con 'partido')

Alfredo J Ramos dijo...

Yo confío, Antonio (·corazón tan blanco·, pero no tanto como para que te nuble el buen gusto), en que la próxima final de la copa del rey sea ocasión para repetir, si no los fastos de un extraordinario partido, sí la no menos señalada gran sorpresa de esta temporada rabiosamente culé... ¡Un zarpazo en toda regla! (De ilusión también se vive).

Antonio del Camino dijo...

¡Y ojalá que brindemos juntos por la gesta!